CHRIST DENIED - Cancer Eradication

CHRIST DENIED regresa, intacto el aroma a blasfemia, barbarie… y material de culto. Música que desde luego no es para todo el mundo, ni siquiera para todos los amantes de lo extremo, y otro disco que será criticado por algunos pero reverenciado en el underground ahora y en tiempos venideros. “Cancer Eradication” da continuidad diecisiete años después a aquel hito de lo radical que fue “…Got What He Deserved”. Desde entonces, sólo un par de splits recuperados en el recopilatorio “Drink… Drink The Blood!”. Y ahora por fin otro disco que el propio grupo, un bastión con aroma a leyenda oscura de la escena Death Metal española, define así: “Sin mierdosos sonidos Metalcore. Sin mierdosos excesos técnicos. Sin mierdosas masturbaciones guitarreras modernas. Sin esa mierda del gravity blast en la batería. Sin nada que haya sido inventado después del año 2000. Sólo puro, original y genuino Brutal Death de los 90. Y, por supuesto, nada de mariconadas”. A semejante declaración de principios sólo se puede añadir una cosa: Ea.

A Dave Rotten, que últimamente está hasta en la sopa, y a Xtreem Music, que está teniendo un 2013 de quitarse el sombrero, hay que felicitarles por la gestión de tiempos y momentos en este regreso de CHRIST DENIED, antaño banda de Rotten y David Nigger y hoy del cantante de AVULSED y PUTREVORE y Roger Infected, de INFECTED FLESH. Con el visto bueno de un Nigger afincado fuera de España y que incluso participó en el germen compositivo de este nuevo trabajo, Rotten ha recuperado la máquina de decapitar santos con un disco continuista y estupendo, que suena mucho mejor que aquel “…Got What He Deserved” (recuerdo: han pasado 17 años) y que luce desde la presentación gracias a un impresionante artwork, que enlaza con el vetusto primer disco y que ha corrido a cargo del griego Gerasimos Kolokas, que también ha realizado un trabajo brillante con el disco de regreso de FUCK OFF y al que muchos en la escena extrema deberán empezar a tomar la matrícula. La portada de “Cancer Eradication” produce escalofríos, un efecto secundario que se multiplica si la observas mientras escuchas los apenas cuarenta minutos de carnicería musical a los que antecede.

Más que un grupo, CHRIST DENIED es un concepto. Y en él han profundizado a la perfección Rotten y un Roger al que le sienta como un guante el traje de Nigger. Él se encarga de unas baterías que vuelven a ser programadas como parece que será siempre en CHRIST DENIED, lo que no supone un problema porque el resultado es brillante. Maquinal, sí, pero en el mejor sentido de la palabra. También se encarga de un bajo que asoma en algunos destellos de gloria y de unas guitarras excelentes, que van al grano pero cuidan los matices, absolutamente asesinas y básicas pero llenas de gancho y la suficiente variedad. Diría que incluso con algo más de sabor a Death Metal clásico que en el pasado, unos pellizcos a la escuela de Florida que condimentan de maravilla un disco que por lo demás vuelve a recrearse en lo que el propio grupo define como Brutal Christophobic Death Metal. Traducción: Brutal Death de la veta más bizarra, apabullante y oscura, propulsado por un odio violento hacia el cristianismo y alimentado por unas influencias muy claras: PYREXIA, CRYPTOPSY, DISGORGE, SUFFOCATION… Un sonido perfectamente encasillable y circunscrito a los años noventa y tantos que añade algún ramalazo Slam a lo DEVOURMENT o un par de guiños a DEMIGOD. Ya sabemos de la devoción de Rotten por la escena finlandesa…


El propio Rotten brilla entre exabruptos blasfemos con su registro más cavernoso y excesivo, ideal para la herejía macabra y terrorífica que interpreta la música. Acompañado de turbadores pero divertidos (las fans del cine de terror entenderán lo que digo) samples en inglés y castellano y sin abusar de unos pigs squeals bien dosificados e insertados, usados a veces (véase la inicial “Weak Lunatics”) como un instrumento rítmico más para mayor gloria de un sonido perturbador y obsceno. Es lo que quiere hacer CHRIST DENIED y lo hace de maravilla a través de nueve canciones rematadas por una impresionante versión de “Of The Underworld”, extraída de esa leyenda de la arqueología underground que es la primera demo de IMPRECATION. De una oscuridad horripilante y viscosa, recrea un aura de maldad que congela el alma y la convierte en una pieza para el recuerdo dentro de un disco de línea marcadamente homogénea pero en el que los matices y los despuntes de personalidad de cada canción aparecen con las sucesivas escuchas y gracias sobre todo a una riqueza en el sonido de guitarra que puede pasar desapercibida en una primer contacto, cuando todo lo que te rodea es pánico e insultos al dogma cristiano.

Del frenesí inicial de “Weak Lunatics” o “Putrid Christian Blood” a la brutalidad hiperbólica y asfixiante de “Christ Is Gone”, los riffs viciosos y afilados de “Limbless God”, el regusto clásico de “Prophylactic Execution”, la oscuridad obsesiva de “Beheading The Abomination” o la épica salpicada de sangre de “Infidel's Triumph”… No hay lugar para el descanso ni la paz, no hay espacio par la luz, la mesura o la razón en un ejercicio de claustrofobia desquiciada que eleva a CHRIST DENIED por encima, creo, del lugar ya noble en el que se encontraba desde los tiempos de “…Got What He Deserved”. Este es un disco para puristas del Brutal Death clásico y fanático, sin adornos y con ese sabor a puro trastorno a la americana que enlaza de forma excelente con los arriba citados padrinos del estilo. Ni es para corazones frágiles ni está pensado para ser degustado entre sesudos análisis y metódicas evaluaciones. “Cancer Eradication” es una manifestación catártica de odio, nihilismo y brutalidad. Y si te alcanza, si en algún momento toca el lado más tenebroso y retorcido de tu alma, te hará suyo de manera irremisible. Y ahora, que no pasen otros diecisiete años…


 

Juanma Rubio

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