En 2009 nació en Washington una creación que respeta profundamente los cimientos del Heavy Metal, arraigados allá por los 70 y primerísimos años 80. Si los músicos que hoy nos ocupan hubieran vivido en aquel intervalo de tiempo se habrían sentido como pez en el agua, al menos a nivel musical. El sabor de las guitarras es inconfundible, la voz y los ritmos te llevan a esa época, con un puntito Doom y otro puntito psicodélico.
Eso es CHRISTIAN MISTRESS, una banda de aspecto crudo y rural, discípula de BLACK SABBATH, JUDAS PRIEST, MOTÖRHEAD o MERCYFUL FATE, que envuelve nuevas canciones de esa vieja magia, la que no puede morir a manos de ninguna moda. Y es un sonido tan natural, tan auténtico, que te envuelve y te convence. Esas son las principales virtudes de "Possession", una personalidad muy definida, que aunque copia de aquí y de allá no genera rechazo, resulta una música honesta y cargada de una naturalidad asombrosa.
Si las guitarras, la capacidad vocal de Christine Davis (una voz muy peculiar) y las composiciones hacen pensar en aquellos orígenes del Heavy Metal, no menos importante para obtener el efecto setentero ha sido el sonido de la grabación, primitiva y probablemente analógica, un acierto que da más autenticidad al resultado final del álbum.
"Over And Over" o "Conviction" son ejemplos de frenéticos ataques donde la vocalista Christine Davis muestra una forma de cantar con una identidad propia marcada, con registros que repetirá a lo largo del álbum. Deja CHRISTIAN MISTRESS un hueco para la calma como los primero segundos de "Way Beyond", guitarra acústica en mano para después dar lugar a unas guitarras herederas de todo ese espíritu que gobernó a nuestros héroes de la década de los 70. "Black To Gold" estaría en el lado de los temas rápidos, mientras que "Possession" o "There Is Nowhere" son canciones más espesas, lentas y con un desarrollo menos directo.
Por citar las virtudes del último tema "All Abandon", diría que es uno de los mejores del álbum por su doble cara, iniciándose tranquilo con unas guitarras acústicas para ponerse a toda velocidad y despide al álbum dejando ganas de más. Aquellos que quieran profundizar, pueden hacerlo en su anterior obra "Agony And Opium". CHRISTIAN MISTRESS es un buen descubrimiento.
Carlos Herrero
