Las raíces maoríes de ALIEN WEAPONRY hechizan Barcelona

Crónica del concierto de ALIEN WEAPONRY y RISE TO FALL en Barcelona - 12 de julio de 2019 (sala Bóveda)

ALIEN WEAPONRY es, sin duda alguna, la última sensación del Thrash / Groove Metal a nivel mundial. La banda neozelandesa de los hermanos de Jong pisó por primera vez nuestro país para presentarnos "Tü", su primer trabajo de estudio, y demostrar que lo tiene todo para ser una de las formaciones que encabecen el relevo generacional del género a pesar de su indecente juventud.

RISE TO FALL

Los encargados de abrir la velada fueron RISE TO FALL, quienes nos trajeron una buena ración de Melodeath directa desde el País Vasco. La formación arrancó su actuación con algún que otro problema técnico con una de sus guitarras que deslució el inicio de “The Descendant”.

Continuaron con “In The Wrong Hands”, otra pieza perteneciente a “Into Zero”, su último disco de estudio. Los problemas con la guitarra habían quedado ya solventados, pero desgraciadamente la batería se comía al resto de instrumentos. Este hecho no amedrentó a la al combo vasco que continuó desgranando temas como “End Vs. Beginning” o “Redrum” a piñón fijo y sin que los contratiempos les hicieran perder los nervios.

Uno de los grandes momentos del concierto de los de Sopelana llegó con la interpretación de dos de las mejores composiciones de su último álbum, las melódicas a la par que poderosas “Virgin Land” y “Acid Drops”, tras las que nuevamente lamentamos que RISE TO FALL no pudiera disfrutar de un mejor sonido para su actuación.

Los ritmos poderosos de “The Threshold” agitaron las cervicales de quienes estaban en las primeras filas, mientras que con “Decoding Reality” pusieron el punto final a un recital lleno de fuerza pero que no terminó de brillar por los problemas de sonido. Esperemos ver pronto de nuevo a RISE TO FALL y poder disfrutar con mejores condiciones técnicas que en esta ocasión.

ALIEN WEAPONRY

El plato fuerte de la noche llegó de la mano de la propuesta de Metal adolescente liderada por los hermanos de Jong. La sala Bóveda suele recibir críticas recurrentes acerca la calidad del sonido de muchos de los conciertos que ahí se celebran, pero ALIEN WEAPONRY se encargó de derribar ese mito, bastándole tan solo unos pocos acordes de “PC Bro”, el cañonazo sonoro que abrió su actuación.

Con un sonido nítido y potente se encargaron de perforar los tímpanos de los asistentes gracias a cortes como “Holding My Breath” y “Rage – It Takes Over Again”, con un inicio demoledor por parte de Henry de Jong tras los tambores, mientras su hermano Lewis ejerció de comandante del trío de Auckland.

La densa “Te Ara” y “Hypocrite”, con un juego de luces excepcional, hicieron las delicias de los seguidores de la banda en una sala que lucía medio llena pero que se mostró muy participativa a lo largo de toda la actuación de unos ALIEN WEAPONRY que nos sorprendieron gratamente por su buen saber hacer sobre las tablas a pesar de su temprana edad.

Uno de los momentos más memorables llegó de la mano de la coreada “Urutaa” que hizo subir la temperatura de la sala hasta límites insospechados. Lewis fue apoyado constantemente en cada uno de los coros por parte de Ethan y de su hermano Henry, algo que hace que sus composiciones alcancen un nivel todavía más salvaje que en disco.

Los ritmos densos y pesados nos invadieron en “Nobody Here”, corte que dio paso a la más accesible y melódica “The Things That You Know”, en la que de nuevo hicieron gala de su buen saber hacer y de poseer una gran presencia a pesar de ser un trío. Su poderío tanto escénico como musical es enorme y parecen muy conscientes de ello. Se les ve muy seguros de sí mismos y apuntalan cada acorde como si no hubiese mañana.

Justo en ese momento nos presentaron “Blinded”, una nueva composición que entiendo que formará parte de su esperado segundo trabajo de estudio y que supuso un leve bajón por el desconocimiento generalizado de esta que había visto la luz apenas unas horas antes del inicio de la actuación. La cosa remontó de nuevo con “Ahi Kā” y una inconmensurable “Kai Tangata”, que encendió de nuevo los ánimos de los seguidores de los neozelandeses gracias al mosh pit que generó.

Las melodías vocales inundaron de nuevo el escenario durante “Whispers”, mientras que la potencia de “Raupatu” volvió a dejarnos sin aliento y nos invitó para darlo todo durante una “Ru Ana Te Whenua” en el que los chicos sacan a relucir sus raíces maoríes de las que están tan orgullosos gracias a unos ritmos que hechizaron a todos los ahí presentes.

ALIEN WEAPONRY aporta sangre joven, la formación se ha convertido en un auténtico soplo de aire fresco para la escena Thrash/Groove metalera gracias a un muy buen disco debut y, como pudimos comprobar aquella noche, atesoran un afilado y demoledor directo que no dejó indiferente a nadie. El futuro del Metal puede ser suyo si se mantienen al nivel que han demostrado durante los primeros años de vida.

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