Crónica de AVALANCH en Barcelona

Concierto de AVALANCH - 30 de septiembre de 2018, Barcelona (sala Razzmatazz 2)

AVALANCH volvió a Barcelona para celebrar el tan ansiado concierto que tenía pendiente con sus seguidores de la Ciudad Condal, después de que la banda se viera forzada a suspender hasta en dos ocasiones la fecha prevista debido a problemas con la promotora encargada de ambos eventos.

Nada más llegar a las inmediaciones de la sala Razzmatazz 2 nos tropezamos con una considerable cola para acceder al recinto y, una vez dentro, nos encontramos con una sala que lucía algo más que medio llena. Un buen puñado de seguidores se daba cita para vivir el final de la gira que conmemoraba el XV aniversario del álbum “El Ángel Caído” (así como el lanzamiento de "Hacia La Luz") con la gran peculiaridad de que, como todos sabemos, tan solo uno de los músicos que lo grabó estaría presente durante la velada. Estamos hablando de Alberto Rionda, quien compareció con su renovadísima formación sin ningún artista invitado que ejerciera las labores de telonero, en una noche en la que por fin pudimos presenciar de lo que es capaz esta nueva encarnación de la ya mítica banda asturiana.

Así que, después de una breve introducción y con gran puntualidad, apareció Alberto a solas sobre el escenario para brindarnos “Santa Bárbara”, que cerraba a modo de outro “El Ángel Caído”. Acto seguido los acordes de la instrumental “Hacia La Luz”, con la aparición en el escenario uno por uno de cada miembro, sirvieron de puente para terminar arrancando de una vez por todas con un clásico inmortal como es “Tierra De Nadie”, con Israel Ramos al frente, jugando en casa esa noche, haciendo enloquecer a los seguidores al interpretar los primeros versos del tema.

La temperatura subió con “El Ángel Caído”, corte que fue coreado por el público de principio a fin y al que le siguió “Xana”, desbordando la locura entre los asistentes. Desde el inicio de la actuación la comunión entre AVALACH y sus fieles funcionó a la perfección, con la banda sonando potente y pulida mientras iban desgranando los temas de “El Ángel Caído”.

Una banda bien avenida (y todavía con Magnus Rosén)

Sobre el escenario pudimos presenciar múltiples sonrisas y bromas entre los músicos, así como miradas de complicidad con las que parecían querer acallar ciertos rumores sobre la mala relación entre los integrantes de AVALANCH surgidos en las redes sociales al poco tiempo del inicio de la gira que nos ocupa.

La formación funciona como una máquina bien engrasada, con un alegre y seguro Israel, siempre acompañado por Alberto Rionda, quien ejerce de maestro de ceremonias como nunca. Jorge Salán y Manuel Ramil, cada uno en un lado del escenario, dotan de riqueza y matices a la banda, mientras que Magnus Rosén (quién hubiera dicho que esta iba a ser su última aparición con AVALANCH) y Mike Terrana conforman la más apabullante base rítmica que ha tenido jamás el grupo. Además, y por si fuera poco, aportan un punto de espectáculo sobre las tablas que en muchas ocasiones se echa de menos en formaciones de nuestra tierra.

 

Los asistentes llevaron a AVALACH en volandas durante la ejecución de “Corazón Negro”, con una parte central en la que brillaron los solos de Rionda y Salán y a la que le siguió la melódica “Delirios De Grandeza”, para finalmente terminar desatando la euforia de la mano de “Antojo De Un Dios”, en la que Israel dio una seria lección de canto.

El primer descanso para la banda llegó de la mano del intenso solo de batería de Mike Terrana, haciendo disfrutar a los asistentes con los malabares realizados con las baquetas, así como cuando el americano terminó tocando el instrumento con sus propias manos y puños. El de la cresta no suele dejar indiferente nunca a nadie y dio por finalizado su solo cuando Rionda le lanzó un cocodrilo hinchable desde un lateral del escenario.

La banda completa se reunió de nuevo sobre el escenario portando una tarta para Rionda, a lo que el público reaccionó cantándole el “Cumpleaños Feliz” y este tuvo que acercarse al micrófono para aclarar que no cumplía años ese día. La anécdota quedó ahí para proseguir con una tremenda ejecución de “Las Ruinas Del Edén”, con un Israel inconmensurable a las voces y en la que se dio por finalizada la primera parte del show en la que AVALANCH arrolló.

Tras un breve descanso, aparecieron Israel Ramos y Alberto Rionda de nuevo sobre las tablas para interpretar “El Príncipe Feliz” y “Cambaral” en acústico, demostrando el buen rollo que tienen bromeando entre ellos, e incluso con las primeras filas.  La siguiente canción en el set list fue “Vientos Del Sur” interpretada solamente por Israel y Manuel Ramil, quien tuvo su momento de gloria tras las teclas.

Descenso y nueva subida

A estas alturas de show, el nivel intenso del inicio había empezado a decaer y “Papel Roto”, con la colaboración de Carmen Xina de OKER, no contribuyó a levantar el vuelo. La cosa pareció subir ligeramente de intensidad con “Alas De Cristal”, a pesar de que los temas de esa etapa de AVALANCH no tienen nada que hacer con los cortes más cañeros de la primera época. Estas canciones, seguidas del solo de bajo de Magnus, hicieron que el tedio se apoderase del público y la intensidad no se llegó a recuperar hasta que no ejecutaron “Lucero”, tema en el cual contaron con las colaboraciones de Toni y Pedro de REGRESIÓN, y que sirvió para que la sala entera se viniera arriba de nuevo para terminar a lo grande con “Torquemada” después de dos horas y diez minutos de show, mandándonos para casa con la sensación de que esta nueva encarnación de la banda de Alberto Rionda puede dar mucho de sí. Veremos si nos sorprenden con nuevas composiciones después del merecido descanso que se va a tomar.

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Crónica y fotos: David Aguilar

Edición digital: Herestia