Crónica de MASTER, DEHUMAN y SÖNAMBULA en Bilbao

Conciertos de MASTER, DEHUMAN y SÖNAMBULA - 16 de noviembre de 2017, Bilbao (sala Stage Live)

Llegamos apurados a SÖNAMBULA. Con nueva bajista (de nombre Estrella, menudo debú) y sonando densos y primitivos, apenas tenemos tiempo de escuchar los últimos acordes. Es lo que “mola” en una ciudad que se empeña a putear a los que vienen de fuera no poniendo metros a la noche entre semana (como si hacen con el maldito fútbol).

DEHUMAN desde Bélgica calienta el trono a Mr Speckmann con una descarga que haría enrojecer de orgullo a PESTILENCE. Brutales y sin cuartel, como habría sido ver a Patrick Mameli y compañía en su momento álgido. Algunos momentos se acercaban al progresivismo de Death, pero siempre poderosos y demoledores.

MASTER

Y llegó el momento de MASTER. 26 años después de que un servidor escuchara por primera vez los acordes de “Cut Through The Filth” de su tercera obra maestra del Death-Thrash primigenio que fue “On The 7th Day God Created Master”, por fin, desaparece una espina. Y de qué manera. Con un setlist basado en el segundo y tercer álbumes más unas versiones de uno de sus muchos y previos proyectos llamado DEATH STRIKE sonaron frescos, relevantes y abrasivos a partes iguales. Una delicia poder disfrutar de alguien tan implicado con el Death Metal más crudo durante 32 años (y los que les queda).

Nada más comenzar los acordes se sentía el placer de confirmar que la versión checo-norteamericana de los pioneros del Death-Thrash es impecable (hace más de una década que su líder reside en Chequia). El trío de Paul Speckmann y la base rítmica de origen checo formada por Ales "Alex 93" Nejezchleba a la guitarra y Zdenek "Zdenal" Pradlovsky a la batería sonaba muy bien engrasada, como si llevaran toda la vida (casi 17 años). Ritmos monolíticos, suciedad y capas de escombro esconden una banda que va por la tercera década demostrando que como reza su tercer álbum, "en el séptimo día, dios creo a MASTER”. Salvo un solo de batería para dejar respirar a la banda, y un momento Stoner a mitad del bolo, el resto fue tralla, tralla y más tralla.

Una gozada poder ver a veteranos como Paul Speckmann seguir al pie del cañón, dándolo todo, disfrutando de cada acorde y demostrando que para la música extrema no hay edad, solo militancia y entusiasmo.

Fotos de Oihana Raven

Promotora: Frontline