El Vuelo Del Fénix: Fiesta Especial Vuelo 1.000

No todos los días se cumplen mil emisiones, pero estoy convencido de que, a El Vuelo Del Fénix de Radio 3, le quedan muchos más millares por celebrar. Al tiempo. Juanma Sánchez, su conductor, cumplió su sueño y, con dedicación consiguió situar su programa de radio en una buena posición en la parrilla, lo que sólo ha hecho sumar oyentes al único programa de radio de Metal y Rock que tiene difusión nacional.

Anoche El Vuelo Del Fénix celebró una cifra tan especial desde la sala Cats de Madrid, en la que numerosos seguidores se dieron cita para contemplar los conciertos de Kutxi Romero, GRITANDO EN SILENCIO, OPERA MAGNA, SOMAS CURE y WHISKY CARAVAN. Las dos últimas horas fueron emitidas en riguroso directo y podéis escucharlas aquí:

HELLPRESS no se podía perder la cita, así que este redactor también acudió al evento. En mi pesar queda, tristemente, una espina clavada, y es que la falta de tiempo me ha forzado a abandonar las colaboraciones en El Vuelo Del Fénix, donde Juanma y su equipo me acogieron como a uno más. Uno todavía tiene esas ganas de volver a participar, aunque sea de forma anecdótica, en algo tan grande; la llama sigue ahí titilando, y es que ha sido un inmenso placer visitar los estudios de Radio 3 y trabajar con un profesional con una inconmensurable calidad humana como Juanma. Un crack. Algún día espero que se den las circunstancias para volver a atormentar a sus oyentes.

Los asistentes, que hicieron una larga cola en la puerta de la Cats, se pudieron hacer fotos en el photocall que había montado, y apoyar a las bandas, que actuaban gratis, comprando sus discos y camisetas, antes de que arrancasen los conciertos. Entre sus actuaciones pudimos ver saludos en vídeo de músicos de formaciones como ZENOBIA, ANGELUS APATRIDA, ALQUIMIA, WARCRY y muchas otras.

Los primeros músicos en pisar las tablas fueron los de WHISKY CARAVAN, una joven banda de Rock que nos deleitó con unas canciones intensas, de cierto poso melancólico, de las que me llamó la atención el sonido de los teclados de Mónica. Una vez acabada su actuación -todas rondaron la media hora-, Juanma les entrevistó y aprovechó para calentarnos un poco pidiéndonos el grito de guerra del programa, “Si te molesta el volumen, es que estás viejo”, que sería voceado también al final.

SOMAS CURE constató la variedad de estilos de la noche, para todos los gustos. Era el turno de la contundencia, conjugada con la melodía, de la banda de Móstoles. A mí particularmente no me convence esa mezcla de estribillos tipo SÔBER con partes Deathcore, pero la formación se portó en el escenario, destacando a su cantante Txema Fonz, bien a la voz y como frontman.

Siguiendo con los grandes contrastes, se subió al escenario OPERA MAGNA, con su Power Metal épico y con querencia por la espectacularidad y el sinfonismo. José Broseta excelente a la voz, y un sonido muy poderoso para canciones como la hermosa “Horizontes De Gloria”, con la que terminaron la actuación.

Después llegaría el plato fuerte de la noche para gran parte de la audiencia, Kutxi Romero, el líder de MAREA, en una intimista actuación acústica. El impredecible músico nos deleitó con varios temas mientras pegaba tragos a sus cubatas, y nos sorprendió con una inesperada colaboración, la de Raúl Gutiérrez, Rulo. Juntos interpretaron “Divididos” de RULO Y LA CONTRABANDA, muy aplaudida, como el resto de canciones, y comentarios divertidos y poéticos de Kutxi.

Pero el momento más emotivo sin duda llegó antes de la actuación de GRITANDO EN SILENCIO -que contaron con unos entusiastas fans coreando sin parar sus canciones-. Todavía con Kutxi y Rulo sobre el escenario, los artistas pidieron guardar silencio porque alguien había dejado un mensaje para Juanma... Y ese mensaje era el de alguien muy especial: su hija Victoria, que no llega a los dos años, le felicitaba por los mil vuelos del Fénix. Un momento que emocionó a Juanma, al que se le humedecieron los ojos, y que fue aplaudido a rabiar por el público.

Este detalle tan bonito, orquestado por su mujer, Arantxa, deja constancia de la cercanía del piloto del Fénix, un avión -¡qué demonios, aunque no lo fuera en la película, es un auténtico bombardero!- que sigue volando alto y a este ritmo se va a salir de la órbita. Esto no ha hecho nada más que empezar.

 

Enrique Herrero