GRAND DESIGN hace lo indecible en Madrid para amenizar con su Rawk n Roll una sala casi vacía

Crónica del concierto de GRAND DESIGN y TOIFELTHAL en la sala Rockville de Madrid (28 de abril de 2024)

Los suecos GRAND DESIGN no son unos desconocidos para nuestros escenarios ya que han venido con cierta regularidad en los últimos años. Tal vez por eso, y porque como ya he comentado en alguna ocasión los domingos no son el mejor día de la semana para ir a un concierto, muy pocos fuimos los que nos acercamos a la sala Rockville para recibir su dosis de Hard Rock melódico escandinavo o Rawk´n´Roll, como ellos lo llaman. Una pena pero, al menos, parece que en otras fechas la asistencia fue algo mejor según he visto, aunque no sé si eso les sirve de mucho consuelo.

La descarga de TOIFELTHAL

Los augurios eran poco halagüeños cuando a la hora de la apertura de puertas no había ni un alma en la puerta de la sala. Aunque iban pasando los minutos, la situación poco cambiaba y creo que, entre todos, no sumábamos más de diez personas cuando llegó la hora de la actuación de los teloneros, unos desconocidos para mí hasta pocos días antes, TOIFELTHAL. Los navarros han acompañado en todas las fechas del periplo español a GRAND DESIGN por lo que, en esta ocasión, el factor de telonero local tampoco iba a ayudar a sumar más asistentes.

Un poco con cara de circunstancias, los miembros de TOIFELTHAL miraban a la escasa audiencia minutos antes de salir a escena. No era para menos porque está claro que a cualquier grupo le agrada un poco de calor del público y esta noche, en ese sentido, iba a hacer bastante frío. De cualquier manera la intro “Dearg Due” dio paso a “Pussy Rider”, tema que abre su último disco “Queen Of Darkness” que, sin pausa, enlazaron con “Bloody Mary” también del mismo. Sonido bastante aceptable, ya desde los compases iniciales, para que por lo menos su Heavy Rock no se viera deslucido por este factor. Algo es algo.

Normalmente uno espera un grupo afín, estilísticamente hablando, para abrir a un combo como GRAND DESIGN pero la verdad es que no tenía nada que ver. El estilo de los navarros es mucho más pesado y oscuro por lo que fueron el contrapunto a lo que vendría después. Aunque se consolidaron como grupo en 2018, son músicos con cierta edad y bastante bagaje musical previo así que, instrumentalmente, les vi más que correctos en todo momento. Incluso los dos nuevos miembros, Somo a la batería y Serhii Isaiev a la guitarra (y coros ocasionales), están totalmente integrados en el quinteto donde Mikel, Carlos y Jonathan permanecen desde sus inicios.

Pese a que “Queen Of Darkness” salió hace más de un año, en él recayó el peso de su descarga con más temas como “Fire”, con un inicio de teclado bastante interesante, “Sinner”, la oda a las motos “Motor Kult”, “Heavy Duty”, con un trabajo de guitarra por parte de Serhii que me gustó mucho, o “Lord Spectral” (creo que fue esa), cantada en alemán como Mikel Janices se encargó de indicar a su término no vaya a ser que alguien pensara que era un inglés “muy raro”. Curiosamente esta última parecía casi un tema de RAMMSTEIN, y no sólo por el idioma, porque la manera de cantar y moverse de Mikel recordaba horrores al bueno de Till Lindemann. No me pareció que el grupo alemán fuera influencia en su música pero aquí si vi algunas reminiscencias.

Sin duda, una de las marcas distintivas del quinteto son esos teclados setenteros, y bastante oscuros, cortesía de Carlos Zugasti, quien también hizo coros. Creo que su labor fue fundamental y me agradó, por fin, ver a un grupo con teclados llevar teclista en directo. Parece una obviedad pero hacía tanto que no me pasaba que lo agradecí mucho. También destacaría como otro punto característico de TOIFELTHAL la personal, profunda, y diría que bastante cruda, voz de Mikel. Es verdad que no me terminó de encajar al principio su registro con la música pero, con el paso de las canciones, me terminé acostumbrando a ella y no supuso un gran problema. El curtido vocalista ejerció de maestro de ceremonias con solvencia sin importarle los pocos que éramos.

También hubo tiempo en su extensa actuación de casi una hora (al final se me hizo un poco larga, supongo que por desconocer sus composiciones) de acordarse de su primer disco, “Viperine”, intercalando en ella cortes como la que le da título, “Like a Fool” o “Rock Is a Drug” (muy de acuerdo con esta afirmación) con la que se despidieron recibiendo nuestros aplausos al esfuerzo realizado porque, aunque éramos muy pocos, lo cierto es que fuimos bastante ruidosos a la hora de las ovaciones. Está claro que no fueron las mejores condiciones para ellos (ni para el cabeza de cartel lógicamente) pero salieron a darlo todo, cosa que siempre es de agradecer, ofreciendo un concierto muy correcto al que, gustara más o menos, pocas pegas se le puede poner objetivamente.

GRAND DESIGN

Con todo el pescado vendido, como se suele decir, no parecía necesario esperar a la hora marcada para el inicio del concierto de los suecos por lo que cinco minutos antes de lo previsto, cuando todo estuvo listo y los últimos ajustes hechos, se subieron al escenario y comenzaron con la declaración de intenciones “God Bless Rawk´n´Roll”.

Más allá del aspecto lamentable de la sala debido a la asistencia, y para no repetirme demasiado a lo largo de las próximas líneas, lo más reseñable en mi opinión es que en directo su música suena ciertamente algo más cruda (“Rawk”, usando su propia terminología) que en estudio y la voz de Pelle Saethan menos aguda, aunque con su timbre característico, cosa que me gustó más. Lo que ya no me convenció tanto fue que, por mucho que Dan, Dennis y Magnus hicieran todos los coros que sus canciones tienen, y que son muchos obviamente dado el estilo que practican, estos no siempre eran en directo.

Sí, con mayor o menor entusiasmo (aquí el más motivado fue el bajista Magnus Engdahl sin duda alguna) todos ellos cantaban pero aprecié que, en bastantes ocasiones, por debajo de su voz había apoyos vocales. Era la primera vez que los veía por lo que no puedo comparar con visitas pasadas en las que, según he leído, este aspecto era bastante más escandaloso pero, personalmente, prefiero que sean 100% reales (y más cuando hay tres miembros haciendo coros) aunque esto signifique que no suenen tan perfectos como en el disco.

Dicho esto, el repertorio de su actuación estuvo bastante equilibrado entre los temas de “Rawk”, el disco que presentaban, con los del resto de su cada vez más extensa discografía. No faltaron, por tanto, temas nuevos como la rockera “Tuff It Out”, “Get Out” o la pegadiza “In The H.E.A.T. Of The Night”, presentado por Pelle como un tema de vampiros. Estos tres los tocaron seguidos pero no bajaron el nivel de la actuación respecto a otros cortes de discos pasados (todos tuvieron representación en mayor o menor medida) del tipo “Right Away”, “Viva La Paradise”, “10 Outta 10” o “Get Up ´N´ Love Someone”. Dio un poco igual porque lo cierto es que todos fueron recibidos, más o menos, igual de bien ya que creo que han mantenido una calidad constante a lo largo de su carrera.

Como, en mi opinión, sus discos están bastante sobreproducidos, sobre todo en el apartado vocal, el sonido era bueno pero ligeramente distinto a lo que se podría esperar pero ya digo que a mí me gustó. También me convenció la actitud de todo el grupo en general, muy compenetrados y cómplices, que no se vino abajo en ningún momento pese al panorama desolador, con un Pelle muy simpático y comunicativo durante todo el concierto. De hecho, por momentos, me pareció que hablaba hasta “demasiado” pero es digno de elogio que se esforzara tanto por agradar (llegó a bajarse en varios momentos al foso haciéndose hasta fotos con la gente) como si la sala estuviera llena.

La gran “Air It Out” nos trasladó a 2009 y a “Time Elevation”, su debut del que tuvieron a bien acordarse ya que es un buen trabajo y del que también rescatarían en los compases finales “Love Sensation”, que tuvieron que volver a empezar porque se equivocaron salvando el error con buen humor por lo que todo quedó en anécdota. La gente parecía estar disfrutando y, tras un corto solo de guitarra cortesía de Dan Svabom, la “fiesta” continuó con el medio tiempo “I Won´t Cry Over U Tonite”, “Face It” y la divertida “Rawk 'n' Roll Heart Attack”. Esta última la alargaron con la presentación de la banda volviendo su vocalista a tirar de humor cuando presentó a Dennis Vestman aludiendo a su cierto parecido con su ídolo Nikki Sixx (es verdad que se da un aire en muchos de los vídeos del grupo) pero diciendo que no, que él era “Nikki Five” arrancando alguna risa entre el respetable mientras el guitarrista se marcaba el riff de “Reign In Blood” haciéndome sonreír. Lo dicho, el humor que nunca falte.

“We We're Born To Rawk 'n' Roll” supuso el fin de la presentación del último disco y, también, de la parte regular de la actuación de los suecos que se retiraron unos instantes al camerino. Evidentemente tardaron muy poco en volver a aparecer en el escenario, que tampoco estaba la cosa para pedir peras al olmo, de la mano de la citada y coreada “Love Sensation”. Su concierto lo finiquitaron con “Let's Rawk The Nite” (si me dan dinero por cada vez que he escrito “Rawk” me sacan de pobre), previo amago con el inicio del “We´re Not Gonna Take It” de TWISTED SISTER, dejando para la galería la estampa del vocalista en el foso repartiendo abrazos. Al final la sensación fue que GRAND DESIGN cumplió con creces, mucho más viendo el percal, y eso siempre es bueno.

Esto fue lo que dieron de sí los 85 minutos que el quinteto estuvo sobre las tablas intentando, y creo que en buena medida lo consiguieron, amenizar con su música una noche de domingo. Creo que el balance fue positivo pero es evidente hubo factores que impidieron que me fuera a casa pensando que había sido una noche memorable. Una pena porque considero que tanto TOIFELTHAL como GRAND DESIGN merecieron una mejor respuesta de la capital pero no siempre los astros se alinean. Qué le vamos a hacer.

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Promotora: Kivents

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