Con una cantidad bastante notable de polvo en suspensión, comenzamos nuestra andadura por el segundo día en los parajes del Hellfest 2017. Con una primera jornada, a la que ponemos una nota de sobresaliente en cuanto a organización e instalaciones, sabíamos que el segundo iba a mantener en el mismo listón.
En definitiva, muy buen concierto para empezar el día y que cumplió las expectativas que había generado.
También tuvimos la oportunidad de presenciar el espectáculo de Phil Campbell, exguitarrista de MOTÖRHEAD, que estuvo tocando durante todo el concierto temas de su antigua banda.
STEEL PANTHER, mucho antes de que empezara a tocar, ya había llenado el recinto de espectadores ansiosos por ver su espectáculo. Característicos por su Glam Metal con tintes de humor y canciones con temática sexual, consiguieron sacar sonrisas de muchas personas gracias a su espectáculo cómico. Además, algunas mujeres, como en otras apariciones del grupo, estuvieron enseñando sus pechos.
Para terminar este concierto tan divertido sonó “Party All Day (Fuck All Night)”, tema en el que subieron al escenario un montón de mujeres sin sujetador, todas bailando hasta que clausuraron el espectáculo.
Esta formación, que está a punto de sacar a la luz su nuevo trabajo de estudio “Anticult”, era otra de las muchas delicias del Hellfest 2017. Una cita que cualquier amante del Death metal no podía dejar pasar.
Con potencia y rabia a partes iguales, DECAPITATED salió a pisar las tablas de forma muy puntual a tronar todas sus composiciones ante un recinto a rebosar de gente. Empezaron con “Blood Mantra” y siguieron con regalos como “Neves”, “Mother War” y “Homo Sum”. Técnica y profesionalidad son las dos características que pueden definir este concierto y a esta banda.
Con headbanging continuo y un sonido maravilloso, deja por los suelos cualquier hipérbole que se pueda expresar ante semejante obra de arte en directo.
Llego la hora de ver a los suecos SOILWORK, que aún siguen estirando su último trabajo de estudio “The Ride Majestic” de 2015, y cuyos temas sonaron de manera notable en directo.
Con un setlist compuesto de catorce canciones, fue una gran variedad de cortes de sus últimos discos la que alimentó los oídos de la gran cantidad de gente que se aglomeró para verles. Por nombrar algunos temas que tocaron en directo, cabe destacar “Nerve”, “Bastard Chain”, “Whirl Of Pain” y sus clásicos “Rejection Role” y “Stabbing The Drama”.
Enérgicos y muy decididos, brilló especialmente Björn “Speed” Strid, que presentó su voz en un estado de forma cuidado, aunque hubiera momentos en los que su garganta se notó sobrepasada por el esfuerzo. Igualmente, consiguió hacer un concierto excelente, como el resto de sus compañeros.
Con un Joel O´Keeffe enérgico y totalmente entregado a su público, corría de un lado a otro del escenario con alguna pausa para hacer estallar una cerveza contra su cabeza, mientras los demás miembros de la banda hacían headbanging y acompañaban a Joel a los coros.
Hubo un bonito detalle muy grande del concierto a tener en cuenta, y es que dedicaron un tema a Lemmy: “It´s All For Rock And Roll”. La gente lo conoce a la perfección y lo siguió en todo momento. Tras un pequeño descanso para empezar con los bises, el batería y hermano de Joel, Ryan O´Keeffe, salió al escenario para hacer sonar lo que era una alarma de ataque aéreo de la Segunda Guerra Mundial.
Esto dio paso a uno de sus temas más movidos, “Live It Up”, donde Joel hizo un inciso bastante largo. Aprovechó para coger su nevera llena de cervezas, situarse con ella al extremo final de la pasarela y reventar cada lata contra su testa, entregándolas posteriormente a los asistentes.
Tras estos momentos y con un Joel totalmente empapado en sudor y alcohol, empezó a tocar los primeros acordes del tema de despedida, “Running Wild”. Pero, cómo no, no podía dejar pasar la oportunidad de subirse a una de las torres del escenario hasta arriba del todo, amarrarse bien con las piernas y aporrear la guitarra atrayendo la mirada de todo el público.
Finalmente, tras bajarse de la torre, AIRBOURNE terminó este último corte y se despidió del público durante un buen rato, agradeciendo la gran acogida.
Tras un concierto lleno de energía, lo que vino después fue todo lo contrario, llegando a ser muy pesado y un auténtico somnífero, especialmente para los más borrachos que se encontraban en el recinto.
El cuarteto de chelos APOCALYTICA llego al escenario para tocar un setlist lleno de covers de METALLICA. Empezando por “Enter Sandman” y siguieron con “Creeping Death”, “Sad But True” e incluso “Orion”. Poco se puede decir ante un concierto de lo más monótono y nada entretenido, por mucho que tocasen versiones de piezas míticas: el estilo es demasiado insulso para un festival, y más tras unos AIRBOURNE arrasadores.
Para terminar, uno de los miembros de la banda realizó una introducción a “Nothing Else Matters”, pidiendo a la unidad entre todos nosotros y al amor.
Llego la hora para los más madrugadores, aquellos que se encontraban en primera fila cuando el sol apretaba con fuerza. Tras la intro “Carmina Burana”, AEROSMITH salió a escena con una actitud un tanto insulsa.
A Steven Tyler se le veía algo bajo de fuerzas y con demasiados aires de estrella. Esos aires eran tan extremos que no quería que le enfocaran las cámaras entre canción y canción, así que la imagen del grupo se apagaba de las pantallas entre los temas, cosa que cabreó mucho a los que se encontraban lejos de los escenarios y la única manera que tenían de ver a la banda era a través de las pantallas.
Como es habitual en ellos, tocaron varias versiones a lo largo del concierto. Fueron covers de FLEETWOOD MAC como “Stop Messin´ Around”, donde estuvo cantando Joey Perry dejando a Steve Tyler con la armónica y evitando a toda costa ser enfocado por las cámaras. Las otras versiones que tocaron fueron “Come Together” de THE BEATLES y “Train Kept A-Rollin´” de TINY BRADSHAW.
Steven Tyler hizo su aparición por la pasarela mientras presentaba a su teclista, a la par que el músico se arrancaba con los primeros acordes de la famosa balada “I Don´t Want To Miss A Thing”. Fue un momento a destacar por la emotividad y el sentimiento que se respiraba en el ambiente.
Tras un descanso, a mi parecer un poco largo, comenzaron con los bieses donde Tyler caminaba hacia el extremo final del escenario. Allí había un piano, comenzando a tocar “Dream On”, que levanto los ánimos (aún más) del público para que, tras terminar con este corte, tocar otra versión y esta vez fue una de JAMES BROWN, “Mother Popcorn”.
Siguieron con “Walk This Way”, donde Steven se mantuvo durante toda la canción subido al piano, mientras con la traca final salía confeti expulsado a ambos lados del instrumento. Se despidieron durante muy poco tiempo de su público y marchándose como auténticas estrellas de Rock.
En definitiva, un concierto un tanto soso, al que le doy poco más de un aprobado, tratando de ser algo positivos.
Tras haberse ido más de la mitad de los asistentes que había disfrutando del concierto de AEROSMITH, nos quedamos unos pocos viendo a los alemanes KREATOR. Pocos... pero muy enchufados, al igual que la banda, que salió a las tablas para empezar con “Hordes Of Caos”.
Desde principio a fin, la gente correspondió con pogos. Como consecuencia hubo un levantamiento de una nube de polvo irrespirable que llenaba de magia un concierto tan potente de Thrash Metal. Seguían de gira presentando su último disco “Gods Of Violence”, del cual tocaron canciones como “Satan Is Real” o “Fallen Brothers”. Durante este tema proyectaron imágenes, en pequeñas pantallas distribuidas en distintos puntos del escenario, de artistas ya fallecidos donde incluyeron la imagen del reciente fallecimiento de Chis Cornell.
Sorpresas como “Total Death” fueron con las que Mille Petrozza sorprendería a los asistentes, cargados de energía a pesar de las altas horas de la noche. Para terminar un concierto memorable, en la línea de los germanos, tocaron dos temas para poner la guinda perfecta: “Violent Revolution” y “Pleasure To Kill”.
De las veces que he visto a KREATOR, jamás había visto a Mille Petrozza sonreír durante todo un concierto, dando la impresión de estar en su propia casa y en un lugar que le apasiona. Aunque parezca una nimiedad, esos pequeños detalles llegaron al público que demostró con creces estar agradecido por la actuación.
Crónica de Carlos Clayman y Patricia Repollés
Fotos: Carlos Clayman y Nicko Guihal
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