El dinamismo del directo de KADAVAR cautiva Barcelona

Crónica de los conciertos de KADAVAR, MARS RED SKY y HÄLLAS en Barcelona (17 de noviembre de 2019, sala Razzmatazz 2)

El pasado domingo nos acercamos hasta Razzmatazz 2 para asistir a una auténtica velada de psicodelia setentera, riffs pesados, sombras y mucho humo liderada por los alemanes KADAVAR, quienes estuvieron acompañados por unos accidentados MARS RED SKY y unos HÄLLAS que se convirtieron en la gran sensación de la noche, a la que muchos ya se atrevieron a proclamar como los enésimos salvadores del Rock.

HÄLLAS

Los primeros acordes de “The Astral Seer” sonaron con el escenario casi completamente a oscuras mientras los miembros de HÄLLAS iban cogiendo posiciones sobre las tablas luciendo sus pinturas de guerra y capas negras entre una gran nube de humo entre la cual costaba distinguirles. Sus composiciones casi hipnóticas, evocando el Rock de la década de los 70 hicieron las delicias de unos asistentes que sucumbieron ante sus encantos.

Las melodías parsimoniosas de “The Golden City Of Semyra” inundaron irremediablemente una sala que vibró tanto con esta composición como con “Tear Of A Traitor”, que se póstula como el próximo sencillo de la formación sueca que tan buenas sensaciones está despertando justo en el inicio de una carrera musical que, si nada se tuerce, se prevé exitosa.

Tan solo dispusieron de media hora contada para demostrar de lo que son capaces, así que rápidamente sacaron a relucir su éxito “Star Rider”, una composición maravillosa con unas melodías excelsas que parece que la hayan tenido que ir a buscar directamente al pasado con una máquina del tiempo. Tras este gran momento y con todo el público entregado se despidieron de Barcelona con su tema homónimo “Hällas”, demostrando que tienen un futuro prometedor.

MARS RED SKY

Los problemas técnicos con la pedalera del guitarrista Julien Pras arruinaron por completo la actuación de MARS RED SKY. Mientras esperábamos para acceder al foso de fotógrafos pudimos ser testigos en primera persona de los nervios y la tensión que generaron los intentos desesperados tratando de ponerla en funcionamiento.

Con diez minutos de retraso sobre la hora prevista de inicio de su actuación, el guitarrista realizó un gesto de aprobación mirando a sus compañeros de banda, indicándoles así que el problema técnico estaba aparentemente resuelto, cosa que provocó un fuerte aplauso por parte de los asistentes. El público les alentó desde el minuto cero, impaciente por escuchar los temas de “The Task Eternal”, su último trabajo de estudio.

Sin embargo, antes de empezar el segundo tema de su repertorio, los problemas con la dichosa pedalera afloraron de nuevo. Finalmente, los intensos esfuerzos para resolver de nuevo este asunto llegaron a buen puerto y tras otro buen espacio de tiempo perdido, al fin, pudieron interpretar el siguiente corte.

Una vez tuvieron todo bajo control, la formación gala ejecutó sin sobresaltos “Strong Reflection” y “Marble Sky”, consiguiendo crear una atmósfera muy íntima sobre las tablas. Los de Burdeos se retiraron con caras largas citándonos a todos para la próxima ocasión.

KADAVAR

La sala Razzmatazz 2 lucía muy buen aspecto para recibir a KADAVAR. El escenario estaba preparado para el ritual psicodélico de Occult y Hard Rock de los alemanes con la batería de Christoph "Tiger" Bartelt ubicada justo en el centro, casi en el mismo borde del escenario y con dos alfombras colocadas meticulosamente en cada uno de sus laterales que iban a ser ocupadas por Christoph "Lupus" Lindemann y Simon "Dragon" Bouteloup.

Del mismo modo que en “For The Dead Travel Fast”, su último trabajo de estudio, la banda arrancó de forma tan pausada como oscura con “The End”, a la que le siguieron “The Devil’s Master” y “Evil Forces”. Todo ello ornamentado con unos focos blancos cegadores que deslumbraron despiadadamente a los seguidores de la formación de Berlín. Tras el inicio cautivador, continuaron a ritmo trepidante desgranando cortes de su repertorio como la espesa y pegadiza “Into The Wormhole”, seguida de la setentera “Living In Your Head” y “Black Sun”.

Tras recibir una calurosa ovación del respetable, KADAVAR nos deleitó con “Demons In My Mind” uno de los temas más psicodélicos de su último trabajo de estudio. La presencia escénica de la banda es muy fuerte, cada uno de los miembros aporta su granito de arena visualmente en pro del espectáculo, contagiando así a sus seguidores para que los animaran durante la ejecución de composiciones como “Old Man”, “Into The Night” o “Die Baby Die”, que puso la sala patas arriba.

Pausaron un tanto el ritmo de su concierto en el inicio “Long Forgotten Song”, tema que terminó desembocando en un ritmo cabalgante de guitarra y que incluyó un brevísimo solo de batería entre medio. Acto seguido, el público demandó que querían escuchar una canción más y tras una introducción hipersensorial que se fabricaron ellos mismos arrancaron con “Children Of The Night”, en la que pudimos disfrutar de la voz de Christoph "Tiger" Bartelt a dúo con el propio vocalista de KADAVAR.

“All Our Thoughts” se convirtió en un auténtico chute de energía que elevó al combo alemán a su máxima potencia para terminar deleitándonos con el último tema de su repertorio que no podía ser otro que “Come Back Life”, con el que KADAVAR terminó rubricando una gran actuación que certificó que la banda se encuentra en un momento dulce en cuanto a directo se refiere, haciendo disfrutar a sus fieles seguidores a ritmo de riffs pesados, distorsión, humo y sudor.

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Promotora: Madness Live!