Crónica y fotos del concierto de las bandas de Thrash Metal SACRED REICH e INJECTOR en la sala Revi Live de Madrid (17 de junio de 2025)
“Hemos venido a España mucho menos de lo que deberíamos”. Esta frase pronunciada por Phil Rind, bajista y líder de SACRED REICH, en una de sus numerosas intervenciones, con la que estoy totalmente de acuerdo, ponía en contexto la nueva visita de los estadounidenses aprovechando sus apariciones festivaleras europeas. Desde luego no han sido un grupo fácil de ver por estos lares en el pasado ya que, si no estoy equivocado, tras su visita en la gira de “The American Way” de 1991 no fue hasta 2019, con la edición de su primer trabajo tras la reunión de 2006, que volvimos a tenerles por aquí. Es decir, casi tres décadas después. El estatus de grupo de culto les viene como anillo al dedo.
A pesar de que era una gran ocasión para disfrutar del cuarteto en sala fuera de festivales, aunque lo cierto es que tocan casi lo mismo en ambos formatos, el recinto inicial donde ya tocaron en la gira de “Awakening” (la sala Mon) se les volvió a quedar grande y la promotora optó por trasladarlo a la vicalvareña Revi Live. Tal vez el organizador no, pero el público salimos ganando con el cambio seguro. Su última visita fue abriendo para SEPULTURA por lo que parecía lógico que sus seguidores quisieran ver a los de Arizona de cabezas de cartel, pero ya sabemos que el mes de junio es época de festivales y lo mismo hubo gente que lo dejo “en paso” porque los verían en algún otro lugar. De cualquier manera, ya lo anticipo, fue una velada muy disfrutable para cualquier seguidor tanto de SACRED REICH, en particular, como del Thrash Metal en general.
INJECTOR, un concierto de alto voltaje

La banda encargada de abrir los conciertos de SACRED REICH en las dos fechas españolas fue INJECTOR. Lo cierto es que me pareció una elección excelente, y muy apropiada, para calentar el ambiente que, incluso cuando aparecieron bajo la intro “Engelante” con total puntualidad, ya era bastante bueno teniendo en cuenta la asistencia total que tuvo el evento. Ya había tenido la oportunidad de verles en directo y volvieron a corroborar las buenas sensaciones que tenía de ellos cuajando una actuación más que solvente de poco más de cuarenta minutos.
“Endless Scorn”, su último disco hasta la fecha editado a finales del año pasado, fue el protagonista de un repertorio que también recogió algunos de los mejores cortes de sus dos obras pretéritas, dejando en barbecho su debut imagino que por falta de tiempo. De este modo en los compases iniciales enlazaron, intro aparte, los dos temas que abren su último trabajo. “Path of The Wrathgod” se vio levemente afectada por los ajustes de sonido iniciales siendo “Warning Blast” la primera que mostró todo el potencial que atesoran los cartageneros, que no es poco.
Se nota que, a excepción del nuevo baterista, Juanjo, al que sin embargo vi totalmente integrado y con un gran nivel instrumental, sus otros tres miembros llevan más de una década tocando juntos y su compenetración es total.
Aunque había gente suficiente, y la música se prestaba para que hubiera algo de movimiento, lo cierto es que en estos primeros momentos la gente estaba real y sorprendentemente parada. Este hecho no pasó desapercibido tampoco para Dani, guitarrista y vocalista de INJECTOR, quien nos pidió algo de acción y palmas antes de “Resetting Time”, posiblemente la que más me gustó de las que tocaron de “Endless Scorn”, donde el bajista José Ángel Ayala “Mafy” tuvo, como durante toda la actuación, bastante protagonismo a la voz. Su aportación es obvio que va bastante más allá de los simples coros.
Como decía, también hubo tiempo de recalar en trabajos previos y “Stone Prevails” fue el primero de ellos en aparecer de la mano de “Oppressive Force” y la gran “Utloa”, en la que melodía y tralla casaron a la perfección con unos solos muy interesantes por parte de Daniel Bárcena. Sin desmerecerlos, sí creo que se aprecia una evolución evidente y lógica con respecto a lo que ofrecen la citada “Resetting Time” o “Crawling One”, por nombrar otra de las nuevas composiciones que interpretaron esa tarde noche. De cualquier manera el repertorio y su actuación no se resintió lo más mínimo manteniendo un nivel muy alto en todo momento.
Lógicamente no podían faltar composiciones de su anterior “Hunt Of The Rawhead” y estas las reservaron para la recta final. Así “March of The Kill”, que cosechó algún que otro pogo, fue la antesala para “Unborn Legions, el último tema de su actuación. Con ella, y tras la petición de foto con el público detrás por parte de Dani, finalizaron su concierto dejando el escenario “calentito” para que los de Phoenix remataran la faena.
INJECTOR, poco a poco, a base de esfuerzo y trabajo duro, creo que se están haciendo un hueco en el panorama Thrash español. Calidad para seguir ganando popularidad tienen de sobra.
SACRED REICH

Una media hora después, tras las últimas pruebas y ajustes, comenzó a sonar por la PA de la sala “The Boys Are Back In Town” de los siempre añorados THIN LIZZY, señal inequívoca de que el concierto de SACRED REICH estaba a punto de empezar. Había algo más de gente que al finalizar INJECTOR pero tampoco algo exagerado lo que se tradujo en un buen ambiente, pero sin agobio de ningún tipo. Es otra de las muchas bondades que tiene esta sala, como nunca se mete el aforo completo que su capacidad real permitiría (tampoco íbamos a llegar a él esa noche de todas formas), siempre se está muy a gusto y los conciertos se disfrutan, algo que en otros recintos de la capital resultaría bastante difícil bajo las mismas circunstancias.
Para colmo, el sonido fue cuasi perfecto desde los primeros acordes de la brutal y celebrada “The American Way”, encargada de iniciar las hostilidades, por lo que apenas fueron segundos los que pasaron hasta que se formó el primero de los innumerables pogos que se sucedieron a lo largo de la actuación. La gente tenía ganas de disfrutar al máximo de la descarga de Phil, Wiley, Dave y Joey y a ellos se les vio sonrientes, afables y, sobre todo, muy agradecidos de poder seguir “viviendo su sueño”, como apostilló el bajista/vocalista en una de sus intervenciones, gracias a nuestra presencia y apoyo.
Sin disco nuevo a la vista o que presentar, todos intuíamos que iban a dar un buen repaso a lo más granado de su extensa, aunque no demasiado prolífica, carrera. Lógicamente su último disco editado gozó de cierta representación, pero me atrevería a decir que los tres cortes interpretados de “Awakening” fueron los que menos pasiones levantaron entre la audiencia y supusieron un pequeño bajón en intensidad y respuesta del público. No es que “Divide & Conquer”, “Salvation” o la resultona “Manifest Reality” sean canciones mediocres, pero creo que todos estaremos de acuerdo en que palidecen ante cualquier cosa de lo grabado hasta 1991.
Curiosamente obviaron cualquier referencia a “Heal” pero sí recalaron en el flojo “Independent” con el tema que le da título y “Free”, que tampoco gozaron de la mejor de las respuestas si los comparamos con los cortes de sus inicios.
Porque si de respuestas entusiastas hablamos, “Death Squad” de su debut, dedicada por Phil al fallecido en 2020 Jason Rainey provocando una ovación, fue la primera que, de verdad, puso la sala patas arriba con pogos incesantes y todos cabeceando como si no hubiera un mañana. Fue la primera, pero, lógicamente, no la última en recibir la aclamación popular porque cuando tienes en tu catálogo canciones del calibre que “Love…Hate”, “One Nation” o “Crimes Against Humanity” todo es mucho más sencillo. De manera inteligente las fueron intercalando entre los cortes menos inspirados para que ni el ritmo ni la intensidad de su descarga se resintieran.
Además, como decía antes, todo sonaba tan bien ecualizado que la impecable ejecución de estos grandísimos músicos se veía incluso más engrandecida sí cabe. ¡Cómo sonaron las guitarras del compañero de fatigas de Phil, Wiley Arnett, y del ya totalmente asentado Joey Radziwill! Pero es que volver a ver al fantástico baterista Dave McClain, repescado de nuevo en 2018 para la causa, fue una auténtica gozada. Qué técnica y qué pegada a sus casi 60 años… De hecho, fue el más aclamado, también es verdad que su paso por las filas de MACHINE HEAD le ha granjeado mucha popularidad, en la presentación de la banda y al finalizar el show.
¿Y qué decir del maestro de ceremonias y alma mater de SACRED REICH, Phil Rind? Pues simplemente confirmar su gran estado de forma, tanto al bajo como a la voz, así como su tremenda humildad y simpatía. Da gusto ver a estos veteranos músicos seguir tan ilusionados con lo que hacen muchas décadas después de empezar sus carreras. Un grande y todo un ejemplo para las nuevas generaciones.
Aunque muchas de las canciones ejecutadas fueron enlazadas sin pausa, Phil se mostró muy comunicativo en no pocos momentos haciendo gala de la ideología que les ha caracterizado a lo largo de su historia. Así se despachó a gusto antes de tocar “Salvation” acordándose de su “querido” presidente (y en general de los políticos) apelando a la unidad de la gente normal y trabajadora para “joderles” de una manera bonita mientras añadía, entre risas, que eso era lo realmente difícil. También aprovechó para poner de manifiesto que, aunque el grueso de la audiencia teníamos una edad, había algunos chavales bastante jóvenes presentes o incluso hacerse una foto con nosotros de fondo antes de arremeter con la citada “Crimes Against Humanity”. Hasta fue original al presentar a sus compañeros y añadir algún comentario sobre cada uno de ellos. Puede ser que se extendiera en exceso en alguna de sus intervenciones, sobre todo teniendo en cuenta la duración del concierto, pero se apreciaba que le salía del corazón todo lo que decía por lo que nada que objetar.
No sé si “The American Way” es el disco favorito de sus seguidores, a mí me flipa, aunque en dura pugna con “Ignorance”, pero está claro que para ellos es un trabajo de referencia en su carrera ya que fue al que más veces recurrieron esa noche. “Who's To Blame”, con su característico inicio, fue la cuarta en caer de ese trabajo gozando de una entusiasta respuesta del respetable y enlazada con “Independent”. Tras “Manifest Reality” y “Free”, que Phil aclaró que significaba libre de odio, llegábamos a la recta final en la que, como era de esperar, volverían a echar la vista atrás hasta sus gloriosos inicios.
Como no podía ser de otra forma, una maravillosa “Ignorance” puso de nuevo la sala a poguear, mientras que Phil nos instó a cantar junto a él (y en cierto modo lo consiguió) la versión de BLACK SABBATH, “War Pigs”. Puede que, ahora que quedan pocos días para la última reunión de la banda de Birmingham en su ciudad para ser homenajeada por buena parte del mundo del Metal, tuviera sentido tocarla (además de porque la grabaron en el EP “Surf Nicaragua”, claro) pero creo que aportó bastante poco al conjunto y la hubiera cambiado por cualquier otro tema suyo, sobre todo porque no tocaron dos horas precisamente. De cualquier forma, lo que más me gustó fue comprobar lo bien que la cantó Phil porque que el resto la iba a interpretar sin fallos lo tenía claro.

Lamentablemente los primeros acordes de “Surf Nicaragua”, tema que daba título a su EP de 1988, dejaron claro que habíamos llegado al final de una más que correcta actuación potenciada, sin duda, por un increíble sonido, una ejecución precisa y un buen ambiente acorde a un grupo como ellos.
Creo que, más allá de algún tema del repertorio que hubiera cambiado, y que fueron sólo 75 minutos lo que estuvieron sobre las tablas, todos salimos satisfechos con una actuación con la que reivindicaron su vigencia en el Thrash Metal. No sé si se pondrán a componer un nuevo trabajo, que ya toca, o seguirán aprovechando su legado para girar por los festivales europeos. Sea como fuere, es un grupo imprescindible del Thrash Metal estadounidense de los ochenta y primeros noventa que sigue estando en un estado de forma envidiable al que hay que ir a ver siempre que se pueda.
Crónica: David ortego
Fotos: Jorge Riquelme
Promotora: Madness Live!