The Mission, pese a las adversidades, se redime de su anterior visita con un concierto a la altura de su leyenda en Madrid

Concierto de The Mission en Madrid
Concierto de The Mission en Madrid

Crónica del concierto de THE MISSION y DIVINE SHADE en Madrid (sala Changó, 26 de septiembre de 2024)

Los conciertos de THE MISSION son como lanzar una moneda al aire. Los he visto numerosas veces a lo largo de los años y en ocasiones han estado francamente bien pero, en otras, el resultado final no ha sido el esperado. Casi siempre este hecho ha tenido que ver con el estado de Wayne Hussey, su carismático líder, por lo que dependiendo del día que tuviera nos encontrábamos con un escenario o el contrario.

Hacía algunos años que no les veía (es increíble cómo pasa el tiempo porque han pasado casi ocho) ya que me perdí su última visita a la sala Mon por circunstancias que no vienen al caso. A posteriori está claro que tuve suerte ya que fue uno de esos días que mejor olvidar, dicho por el propio Wayne, en los que salió cruz por indisposición del vocalista. Por ello me apetecía mucho rencontrarme con una de las bandas más icónicas del Rock Gótico y que se encuentran entre mis favoritas del estilo. Eso sí, iba un poco receloso sobre qué lado de la moneda saldría hoy.

Todas las alarmas saltaron cuando, a una hora del inicio del evento, la compañera que ilustra estas líneas con sus fotografías me envió un comunicado publicado en las redes sociales del grupo agradeciendo a la audiencia de Barcelona (donde tocaron la noche anterior) su ayuda por cantar junto a su líder, que seguía “luchando contra su resfriado y problemas vocales”. En ese comunicado nos instaba al público madrileño a hacer lo mismo y yo no daba crédito a lo que leía. ¿Cómo podíamos tener tan mala suerte de nuevo en la capital después de lo acontecido en su última visita? Con semejantes antecedentes me puse un poco en “lo peor” pero, finalmente, la verdad es que salvó su difícil papeleta de una forma bastante digna como luego comentaré. Eso sí, contó con nuestras gargantas para suplir a la suya en varios momentos tal y cómo nos solicitó. Lo íbamos a hacer, lo pidiera o no, así que ningún problema con ello.


El Neo Industrial Rock de DIVINE SHADE

Concierto de Divine Shade en Madrid
Concierto de Divine Shade en Madrid

Los encargados de abrir para los ingleses eran, hasta hace una semana, unos completos desconocidos para mí. No había escuchado siquiera el nombre de DIVINE SHADE con anterioridad pero me propuse darles, por lo menos, alguna escucha a algunos de sus temas antes del concierto para saber qué me iba a encontrar ya que, en ocasiones, te llevas gratas sorpresas. La etiqueta con la que catalogan su música, Neo Industrial Rock (aunque añadan lo de Dark Wave, que es como no decir nada realmente porque ahí cabe casi de todo), ya me dio mala espina y no presagiaba nada bueno, al menos para mis gustos personales. Cuando los escuché corroboré este presagio pero, aún así, hay grupos que ganan enteros en directo respecto a su versión de estudio por lo que les di el beneficio de la duda. Tras presenciar su correcta descarga de unos 35 minutos confirmé que, como dirían los ingleses, “it's not my cup of tea”. Vamos, que no son “lo mío”.

Divine Shade en Madrid

Dudo que llegáramos a las treinta almas cuando a las ocho en punto apareció el trío con base en Lion, utilizando “Hate & Oblivion”, tras la pertinente intro, como carta de presentación de su propuesta. Una propuesta que, en vivo, constaba para hacerla posible del guitarrista Nico, el baterista Max y, por último, del líder del combo en las labores de vocalista, teclista (y guitarrista puntual) Rémi Thonnerieux. Eso sí, las bases electrónicas tan protagonistas en sus canciones para conferirlas ese toque industrial fueron disparadas por Rémi, que se ocupó de los teclados en escasos momentos de la actuación.


Actuación de Divine Shade en Madrid

Con un buen sonido desde el inicio y alternado su idioma con el inglés, según el tema interpretado, intentaron dejar pinceladas de su trayectoria musical que, aunque para mi sorpresa se remonta una década en el tiempo, es bastante escasa ciertamente. Esta consta de un par tan sólo de EPs y varios sencillos de los que algunos tienen, además, su versión remix. No parece un gran bagaje para llevar tanto tiempo editando el tipo de música que ejecutan, y cuya complejidad es bastante escasa. Sin embargo, le ha valido para telonear a gente tan destacada como Gary Numan, en un pasado bastante cercano, con cuyo guitarrista Steve Fox-Harris compusieron “Oublier”, como apuntó el vocalista al presentarla en un más que correcto español.

Show de Divine Shade en Madrid

“Ruines & Cendres”, que supongo que como su antecesora formará parte de un futuro trabajo ya que no he sido capaz de encontrar información sobre ellas, dio continuidad a su actuación antes de echar la vista atrás hasta su primer EP de 2014 con el tema que le da título, es decir, “From The Sky”. En él Nico hizo coros a Rémi mientras tocaba su guitarra y se movía por su parte de escenario al son de las bases electrónicas grabadas. Su puesta en escena fue minimalista, como sucede con las bandas de estos estilos habitualmente, y apoyada por los focos de la propia sala creando un ambiente bastante apropiado para su música.


Divine Shade en directo en Madrid

En “Stars” el vocalista se colgó una guitarra para apoyar a su compañero aunque, la verdad, poco aportó este hecho al desarrollo de la canción más allá de algún que otro guitarrazo antes del estribillo y en su parte final. Si ves esa estampa sin la música sonando, parecería que estábamos ante un grupo de lo más guitarrero cuando, la realidad, era un poco distinta. Con el líder ya despojado de este instrumento afrontaron el final de su presentación ante el público madrileño volviendo a recalar en su primer EP con “Love of Angels”, donde Max arrancó hasta algunas palmas a los asistentes, tras la que el vocalista presentó a sus compañeros y anunció el último tema de su concierto.

Divine Shade en vivo en Madrid

Ese honor recayó en “Heaven”, el último sencillo grabado a finales del año pasado, donde Max ejecutó un pequeño solo de batería en su mitad y Nico aportó algún coro que otro. Con ella que se despidieron recibiendo una ovación aunque no sé si por el concierto en sí o porque no había durado mucho y ya dejaban paso a lo que todos habíamos venido a ver. Pese a gustarme más en directo que en estudio (fundamentalmente porque la batería, a diferencia de la caja de ritmos, les hacía sonar menos inorgánicos), no conecté con su música y me resultaron bastante prescindibles. Para gustos los colores, qué le vamos a hacer.


Repertorio variado de THE MISSION

The Mission en Madrid

Larga se me hizo la espera mientras se producía el cambio entre grupos y la sala se iba poblando hasta casi llenarse. Muy buena entrada la de los británicos (si no agotaron los boletos poco les faltó) pero claro, hay que tener en cuenta que el aforo de Changó es menor que el de Mon y también que el de But, sala en la que por última vez había visto en directo al cuarteto inglés. Está claro que los promotores actualmente ajustan al máximo, arriesgando lo mínimo, prefiriendo asegurarse una buena entrada en un sitio más pequeño (y generalmente más barato por tanto de alquilar) que pecar de optimistas y tener una sala a medio llenar. Viendo el panorama de algunos eventos, no puedo culparles por pecar de “conservadores” en este aspecto.

Actuación de The Mission en Madrid

Con la incertidumbre sobre cómo estaría de voz Wayne Hussey sobrevolando nuestras cabezas, también con puntualidad aparecieron Simon Hinkler a la guitarra, Craig Adams al bajo, el reciente fichaje Alex Baum tras los parches y el aclamado vocalista y guitarrista, verdadera alma mater del cuarteto, siendo ovacionados. Empezar con “Wasteland” y enlazarla sin pausa con “Beyond The Pale” e “Into The Blue” es apostar a caballo ganador, y eso que la voz de Hussey no estaba para nada en sus mejores condiciones en este inicio y la guitarra de Simon, desde mi posición, sonaba bastante baja. Daba igual porque fueron coreadas a rabiar (sobre todo las dos primeras) por una audiencia que, sin duda, estaba entregada desde el comienzo a la causa y dispuesta a dejarse llevar por algunos de los muchos himnos atemporales del Rock Gótico que THE MISSION atesora y que sonaron esa noche.

Show de The Mission en Madrid

Primera intervención de Hussey preguntándonos cómo estábamos y si teníamos calor. Evidentemente la respuesta fue afirmativa (hacía tiempo que no pasaba una asfixia parecida en un concierto) ante lo que, sonriendo, nos enseñó el sudor de sus axilas, y llevábamos tres temas. Eso sí, mejor no poner el aire acondicionado no fuera a empeorar su resfriado. A renglón seguido “Swoon” bajó la euforia inicial ya que “Neverland” no es, ni de lejos, uno de sus mejores trabajos ni de los preferidos por sus seguidores pero es una de las consecuencias de estar ante un grupo con mayúsculas que, mientras otros tocan siempre lo mismo en todos los lugares, THE MISSION va variando sobre una base fija sorprendiendo a sus seguidores. Esta canción no es de mis favoritas, pero lo mismo a alguien del público no la esperaba y le alegró escucharla. Un asistente le dio un ramo justo después así que, quién sabe.

The Mission en Madrid

Nos dimos un paseo por el jardín de las delicias con “Garden Of Delight”, en su versión original y no en la ralentizada que aparecía en “God's Own Medicine”. Nos presentó la nueva composición “Kindness is a Weapon”, que quién sabe si formará parte de ese futuro disco que ya va tocando que saquen, y recordó su última obra de estudio a través de “Met-Amor-Phosis”, con esas reminiscencias a su exbanda SISTERS OF MERCY. Todo esto antes de hacer feliz a una seguidora tocando un breve fragmento de “Amelia” (cantada por Wayne acompañado únicamente por su guitarra) y poner a toda la sala a saltar y cantar la buenrollista y popera “Like A Child Again”. Volvió a importar poco que las guitarras no sonaran muy fieles al tema original (algo que aprecié en más momentos, sobre todo en la de doce cuerdas de Hussey, no sé muy bien por qué) o que la voz, aunque mucho mejor que al inicio, siguiera por debajo de lo que nos tiene acostumbrados. Ya estábamos nosotros para enmendar eso porque la Changó era una fiesta, siniestra, pero una fiesta al fin y al cabo.

The Mission en directo en Madrid

“Grotesque” calmó los caldeados ánimos en buena medida pero nos recordó, de nuevo, que tienen discos en este siglo y que, musicalmente, no viven de las rentas de su glorioso pasado. A mí me sobró, pesé a la gran labor de Simon en ella a las seis cuerdas, sobre todo cuando dejaron, inexplicablemente, en barbecho esa maravilla que es “Aura”. Porque no, “Never Let Me Down Again” no me sirve como representante del mismo por mucha cara B que sea de “Shine Like The Stars” y apareciera recogida en el recopilatorio “Aural Delight”. No fue el único trabajo del que no tocaron nada, pero creo que estaremos de acuerdo en que “Blue” y “Dum-Dum Bullets”, ese disco de rarezas grabadas en las sesiones de “God Is A Bullet”, mejor dejarlos tranquilos para no dejar fuera temas más emblemáticos. No me hubiera importado escuchar “Hands Across The Ocean” de “Grains of Sand”, que también quedó huérfano, pero es que son tantas las canciones que podrían haber tocado sin alterar las sensaciones finales, volviendo a dejar patente su calidad, que tampoco nos podemos quejar de lo que nos tocó en suerte.

The Mission en vivo en Madrid

Buen nivel de Wayne Hussey a pesar de las circunstancias

¿Y qué puedo decir de la recta final de la parte regular del concierto? Pues que disfrutamos como enanos con la coreadísima “Stay With Me”, con Hussey echando el resto en su parte final olvidándose y haciéndonos olvidar que estaba “tocado”, de ese temazo llamado “Kingdom Come” y, cómo no, de uno de sus clásicos más indiscutibles que puso Changó “patas arriba”. “Deliverance”, alargada como siempre en su parte final hasta la extenuación con Wayne ya sin su guitarra, les llevó unos minutos a camerinos. Afortunadamente, esta vez sí volvieron a salir para rematar la faena en condiciones. ¡Y de qué manera!

Una de sus baladas más emocionantes como “Butterfly On A Wheel” fue la elegida para iniciar los primeros bises y, lógicamente, fue cantada a pleno pulmón por una audiencia totalmente entregada. Continuamos bailando con nuestra pareja favorita, “Severina”, que fue, sin duda, otra de las más celebradas y donde Craig Adams se encargó de los coros (bastante activo el bajista en esa faceta esta noche) que en su día grabó Julianne Regan de ALL ABOUT EVE.

Concierto de The Mission en Madrid

Para finalizar este trío de bises eligieron su “canto de cisne”, de su penúltimo trabajo “The Brightest Light”, con el vocalista muy fino pese al momento del concierto en el que estábamos y su estado. Tal vez su taza de té caliente en lugar de su habitual copa de vino tinto estaba obrando “el milagro”. Tras ella volvieron a marcharse pero todos sabíamos que, al menos, habría un tema más que sonaría esa noche. Pero no, no fue uno más sino otros tres para llegar hasta los 18 temas y a una hora y 50 minutos de duración.

La siniestra y oscura a más no poder “Wake (RS)” nos trasladó de nuevo a su primerísima época mientras que la versión de DEPECHE MODE, citada anteriormente, nos puso a cantar y bailar porque, ¿quién de los presentes no tiene a la banda de Martin L. Gore y David Gahan también entre sus favoritas?. Pues eso. Con ella llegamos a otra de las imprescindibles de sus repertorios desde que viera la luz en 1988 y protagonista, como siempre, de uno de esos momentos que nunca falta en sus conciertos. “Tower of Strength”, con una chica subida de pie sobre los hombros de su acompañante cantando y moviendo sus brazos al son de la música durante todo el tema, rubricó una descarga mucho mejor de lo que me esperaba y que, como seguramente todos los presentes, disfruté muchísimo.

Actuación de The Mission en Madrid

Es muy posible que no fuera la mejor vez que les he visto desde aquel lejano 2002 pero sí que es seguro que ha sido una de las que más he disfrutado. El tiempo que hacía que no les veía y las ganas que tenía de hacerlo ayudaron, sin duda. Pero el que, finalmente, el grupo (y en especial su líder) fuera de menos a más logrando superar todas las circunstancias adversas con una comunión con su público enorme hicieron el resto.

Sudados como salidos de una sauna, pero con una sonrisa de oreja a oreja, fuimos abandonando la sala con la sensación de haber vivido una velada especial que borró, a buen seguro, cualquier recuerdo negativo a los que les vieron el año pasado reconciliándoles con una de las mejores bandas de Rock Gótico de la historia que, tras casi cuatro décadas, sigue manteniendo la llama viva y ofreciendo conciertos de alto nivel. Hay que quererles, no queda otra, porque el día que no estén su hueco no se podrá llenar.

Fotos: Laura Ruiz y David Aguilar

Más sobre THE MISSION y sus conciertos en su web oficial.

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