Crónica del concierto de THE TROOPS OF DOOM, EXODIA, VANAGLORIA y CRITUAL en Madrid (sala Revi Live, 24 de agosto de 2024)
Qué paradójicas resultan las cosas a veces. Mientras SEPULTURA está en plena gira de despedida y los hermanos Cavalera regrabando viejos discos de la banda que fundaron a mediados de los ochenta para seguir estirando el chicle, Jairo 'Tormentor' Guedz, el que fuera guitarrista y también miembro fundador del grupo de Metal más famoso de Brasil, ha editado el segundo disco de su proyecto THE TROOPS OF DOOM. Proyecto que, más allá de las obvias referencias en el nombre a su pasado, suena por los cuatro costados a los SEPULTURA más añejos, lo que ls hace bastante disfrutable en estudio. No ha inventado nada pero parece claro que, en el caso de Jairo, el que tuvo, retuvo.
Para poner la guinda a las casualidades, el destino quiso que su excompañero Max Cavalera tocase en la capital el mismo día con SOULFLY, y mira que un sábado de finales de agosto no parece una fecha muy típica para un concierto. Aunque a nivel personal para mí no hay color entre un grupo y otro, es innegable que esta coincidencia mermó a buen seguro la asistencia en la Revi Live. Sin embargo tuvieron que confluir más factores para que la asistencia al concierto de THE TROOPS OF DOOM fuera tan escasa.
Factores como ser época estival, otro concierto “similar” en la ciudad y, si me apuráis, hasta el festival gratuito Tajuña Rock que también se celebraba ese día pudieron afectar. Sin embargo, creo también que la falta de interés en el grupo influyó en el pinchazo de la fecha madrileña de esta gira pese al más que razonable precio de la entrada. Pero es que ni las bandas teloneras del cartel lograron atraer a sus colegas (EXODIA al ser de Valencia lo tenían más difícil, eso sí) por lo que el aspecto de la sala fue, simplemente, desolador en todo momento. De hecho, si no llega a ser porque los grupos teloneros se vieron unos a otros, ni diez personas (medios acreditados aparte, y tampoco éramos demasiados) atendieron a las actuaciones de los dos primeros combos. Una pena, pero es lo que hay.
CRITUAL, de las cenizas de UNNAMED
De este modo una sala vacía literalmente recibió a CRITUAL, proyecto nacido de las cenizas de UNNAMED quienes, precisamente en ese mismo lugar, dieron su último concierto abriendo hace dos meses para TEMPERANCE. Desconozco las razones para la muerte de un proyecto y el nacimiento de otro pero, a excepción del guitarrista Santi, el resto de miembros de ambos grupos fueron los mismos (incluido el baterista de VANAGLORIA, Raulicio Sánchez, anunciado en sus redes sociales como miembro permanente) ya que hasta Alfi, guitarrista que les sigue ayudando en directo visto lo visto, tocó esta tarde.
Entradas relacionadas:
Además, y esto me pareció aún más curioso, el repertorio se basó en canciones que tocaban como UNNAMED. Es lógico que en dos meses no tengan nada nuevo que ofrecer pero no por ello me resultó menos chocante. Así, tras la intro de rigor, arrancaron su breve actuación de poco más de 25 minutos con “Esencia de Mujer”. Obviamente no se notaron los nervios iniciales ya que los integrantes de CRITUAL, aunque sí bajo ese nombre, no tocaban esa tarde juntos en directo por primera vez y eso fue palpable en el resultado final, ya que se les vio compenetrados y sonando bastante compactos a lo largo de la actuación.
A pesar de las circunstancias los toledanos le pusieron muchas ganas y, conforme fueron tocando más temas como “Mi Invocación” o “Erradicando”, presentados por una dicharachera Vero y ambos recogidos en “Oscuridad”, el único disco editado por UNNAMED en 2020, les vi más sueltos en escena disfrutando de su paso por las tablas de la Revi. Es verdad que tampoco les quedaba otra pero me parece justo reconocerles el esfuerzo.
Hablando de la vocalista del quinteto, suya fue la labor más difícil de todas, intentar conectar con tan escasa audiencia. Más allá de que me pareciera competente como cantante, hizo lo imposible por animar y romper el terrible e incómodo silencio que los tímidos aplausos después de cada canción no lograban disimular. De hecho me pareció de una gran valentía que se atreviera a bajar al foso para cantar el tema “Enjoy The Silence” de los dioses DEPECHE MODE, eso sí, en la misma onda que hizo en su día LACUNA COIL, ante el estupor de los presentes. Por lo visto bajar al foso es algo que le gusta hacer y, aunque no consiguió que nadie cantara tan famoso tema, siempre me ha parecido digno de alabar que los grupos hagan su concierto independientemente de que haya diez o mil personas viéndoles.
Tuvieron un sonido bastante bueno (la Revi sigue sin fallar en ese aspecto) y me gustó que el peso escénico no recayera sólo en Vero, que no paró quieta, sino que tanto el bajista Manu como el guitarrista Santi lo compartieron con ella mientras que a Alfi, guitarrista que les está echando una mano según comentó la vocalista en su presentación, sí le vi algo más comedido y concentrado en no fallar sus partes en su lado del escenario. Supongo que no siendo miembro fijo del grupo tampoco querría acaparar un protagonismo que entiende que no le corresponde.
Tras las presentación de sus compañeros, los toledanos remataron su concierto con “John Doe” y “No lo Quieres Hacer”, aludiendo a que ellos tampoco querían bajarse del escenario pero que tenían que dejar paso al resto de grupos. En ambas Vero contó con apoyos vocales en forma de guturales por parte de Santi, uno de los más activos en este final. De este modo se despidieron agradeciendo nuestra presencia y, aunque musicalmente no fueron muy de mi agrado, he de decir que no lo hicieron nada mal. Veremos cómo prosigue su andadura bajo esta nueva denominación.
Actuación convincente de VANAGLORIA
Como VANAGLORIA comparte baterista con CRITUAL, no fue excesivamente largo el cambio entre ellos y a las 20:20 comenzó a sonar por los altavoces de la sala la intro que iba a dar paso a la presentación a conciencia de su última obra del año pasado, “La Sabiduría Inconcebible”. Y digo a conciencia porque, a tenor de lo visto, esa tarde fue el material por el que apostaron con fe ciega. Me sorprendió que teniendo cinco discos de estudio todos los temas interpretados fueran del último disco, además tocados en orden. Es cierto que en la parte final de su repertorio había dos temas de trabajos anteriores (y otros dos que se quedaron en el tintero también del último) pero parecía extraño que les dejaran tocar tanto tiempo y, efectivamente, al final fueron ocho cortes los que nos presentaron y no los doce que aparecían en él.
A la música de los madrileños no resulta fácil etiquetarla, con todo lo bueno y malo que esto pudiera conllevar. Aunque ha ido evolucionando con el paso del tiempo, a día de hoy ellos la definen como Metal “cañero y contundente”, y mucho de eso hay en ella, pero también tiene elementos electrónicos que, sin encajar del todo mal, a mí sí que me descolocan un poco. Era la primera vez que les veía (y mira que han tocado en la capital innumerables veces) pero resulta innegable que, con dos décadas de trayectoria a sus espaldas, el bajista Iván Roca y el guitarrista Diego Millán (únicos miembros fundadores del cuarteto) saben de sobra lo que se traen entre manos.
“Afectados Del Olvido”, tema que abre su último disco, también fue la carta de presentación con la que abrieron una actuación que, la verdad, creo que convenció a los que decidimos verla. Con un sonido tal vez algo mejor que el de CRITUAL, durante los cuarenta minutos que estuvieron en escena siguieron descargando su cañera música a golpe de “Letargo” o “Proceso Irreversible”, con Luis Merino en esta última cantando las estrofas arrodillado al borde del escenario.
El vocalista, aunque entró con el proyecto ya formado, canta en los cinco discos del grupo y creo que es pieza fundamental para que VANAGLORIA suene cómo suena. Dentro del abanico de las voces extremas tiene un registro de lo más amplio siendo capaz de pasar de voces rasgadas a guturales profundos con gran facilidad pero, además, es capaz de cantar melódico sin desentonar un ápice como siguió demostrando en más cortes como “Nunca Es Suficiente” o el tema en el que hablan de la salud mental, la depresión y el suicidio titulado “Piensa Dos Veces”. Sin duda, sin desmerecer al resto, su papel fue de lo mejor de la actuación.
A sus compañeros también les vi muy cómodos y rodados como grupo ya que esta formación lleva desde la entrada de Raulicio a las baquetas en 2012 asentada, y eso se notó. Con Iván formando una sólida base rítmica con el citado baterista, aportando además coros y segundas voces a Luis en varios momentos, la guitarra de Diego brilló con unos solos muy interesantes sin olvidarnos de los potentes riffs que, junto a los samplers disparados puntualmente, dotaban a algunas de sus composiciones de cierto aire industrial.
“Estantiga”, tema que nos transportó a tierras gallegas ya que su letra habla de la Santa Compaña, fue una de las más cañeras que interpretaron mientras que “Epitafio” resultó la “rara avis”, tal y como la presentó el vocalista, puesto que en ella ha colaborado Miguel Moraleda de SINDICATO DEL CRIMEN rapeando. Obviamente Miguel no estaba y Luis fue el encargado de hacer también esas partes dejando claro que se atreve con todo y nada se le resiste, aunque fue la que menos me gustó de cuantas interpretaron esa noche.
Una vez hechas las presentaciones de rigor, el vocalista hizo lo mismo que Vero y se bajó al foso a cantar prácticamente de forma íntegra “El Ascenso De La Maldad”, tema que puso el punto y final a su descarga pese a que algunos asistentes pidieron algún tema más. De hecho por un momento llegué a pensar que lo iban a hacer pero el tiempo parecía apremiar y eso fue todo lo que dio de sí su concierto aunque, como indicaba antes, tenía cuatro canciones más en su repertorio. Tal vez en otra ocasión con menos grupos.
EXODIA
Cuarto de hora después ya teníamos sobre las tablas a unos viejos conocidos, los valencianos EXODIA, para ofrecernos una buena dosis de Thrash Metal. Estuve durante todo su concierto pensando cuándo les había visto en directo en la capital pero no caía. De hecho le pregunté a su cantante después en el puesto de merchandise cuando adquirí un par de copias de su segundo trabajo, el notable “Hellbringer”, y tampoco lo recordaba. Sin embargo Víctor Tello, su bajista, dio en el clavo al decir que fue teloneando a EVILE hacía la friolera de doce años cuando sólo tenían editado “Slow Death”. Esa noche compartieron cartel también con unos cuasi desconocidos por aquel entonces AGRESIVA y, los ya bastante conocidos en la capital, RANCOR. Mucho ha llovido desde aquel día y muchas cosas han pasado en la historia de EXODIA.
Posiblemente la más representativa de ellas, lavado de cara de su logo aparte, es que está de vuelta a la escena tras la edición a finales del paso año de “Into The Mouth Of Hell”. Como le sucede a muchas bandas, y pese a que “Hellbringer” creo que supuso un salto cualitativo a nivel musical, las diferencias sobre cómo afrontar el futuro tras ese salto surgieron en el seno de la banda y en 2016 decidieron parar indefinidamente. Nueve años separan ambos trabajos y creo que este tercer disco vuelve a ser un salto de calidad para una banda que ya apuntaba buenas maneras maneras en 2014.
“Deliverance From Evil”, el tema instrumental que abre el último disco sirvió de introducción a “Temples of Lies” y, con sus primeros acordes, irrumpió Amando Milla como una exhalación sobre el micrófono aunque tuve la impresión de que tenía algún problema técnico en estos compases iniciales y no se escuchaba bien por algunos gestos que hizo. De cualquier forma, no pararon en ningún momento enlazando esta con la vertiginosa “Buried Alive”, también de “Into The Mouth of Hell”.
Aunque el panorama seguía siendo desolador, es cierto que tuvieron algo más de público que las dos bandas anteriores ya que algunos de los que estaban en la terraza de la sala, decidieron entrar supongo que por ser un grupo cuya música era menos “moderna” y más acorde a sus gustos. Eso sí, aunque EXODIA haga Thrash Metal, también incorporan en su música elementos de otros estilos más actuales haciéndolos bastante variados en mi opinión. No llevan samplers pero tampoco son Thrash Metal “old school” propiamente dicho.
En los casi tres cuartos de hora de que dispusieron dieron cancha también a su primer trabajo, “Slow Death”, con cortes que sonaron seguidos como “Fight My Cock and Your Palate”, “You Lose Your Life” y “World's Cancer”, esta última presentada por Amando aludiendo que cuando la compusieron pensaban que la Iglesia era el cáncer del mundo y, a día de hoy, muchos años después, lo siguen pensando.
También aprovecharon la ocasión para acordarse de “Hellbringer” de la mano de “Future Generations”, “Wicked Seed” o la declaración de intenciones “150% Attitude”, que sirvió de colofón a su descarga, dando como resultado un reparto equitativo entre todos sus discos editados ya que previamente a “Wiked Seed” interpretaron “Corrupt!”, de su última entrega discográfica. Esta fue “teatralizada” al sacar el vocalista en su parte central una cabeza decapitada de una especie de Lord inglés, con peluca blanca y todo, haciéndonos esbozar alguna sonrisa que otra.
Con la excepción del anterior guitarrista, Pablo, que no ha formado parte de la reunión por motivos personales, el resto de integrantes son los mismos desde 2013 por lo que el bajista Víctor, el baterista Toni, el guitarrista Rafa y el vocalista Amando se conocen a la perfección y llevan muchos bolos a sus espaldas. Esto repercutió en que tienen un gran directo y la compenetración entre ellos fue palpable. La verdad es que este tiempo de parón parece que les ha sentado bien porque les vi con ilusiones renovadas y muchas ganas de retomarlo donde lo dejaron dándolo todo.
Por su parte al sustituto de Pablo, Erik Oliver, le vi totalmente integrado en el quinteto y no sólo aportó a nivel escénico junto a sus compañeros sino que me pareció un gran guitarrista que casó a la perfección con Rafa, pese a venir de un grupo que practica un estilo totalmente diferente como es BADANA. Veremos en sucesivos discos si puede aportar en la composición algo más que los solos, muy currados todo hay que decirlo, para estar cien por cien integrado en EXODIA a todos los niveles.
Como decía anteriormente, en la recta final Amando intentó, sin éxito, que los escasos presentes hicieran un wall of death intentando picarnos al grito de que sí teníamos “actitud” antes de presentar la citada “150% Attitude” con la que se marcharon del escenario dejando muy buenas sensaciones. Ojalá tengan suerte en este nuevo capítulo de su carrera porque creo que tienen material para subir algún peldaño más y alcanzar un mejor estatus que el que tenían cuando lo dejaron. El tiempo lo dirá.
THE TROOPS OF DOOM
Si el ambiente de por sí no era para tirar cohetes precisamente a la altura que estábamos, y tras tres conciertos previos, la media hora que tardaron en hacer el cambio los brasileños se me hizo bastante cuesta arriba, para qué mentir. Es cierto que Alexandre Oliveira es zurdo por lo que había que cambiar la disposición de la batería y esto lleva más tiempo pero Jairo y los suyos se lo tomaron con cierta calma.
Para variar un poco, voy a empezar por lo que menos me gustó de la actuación del cuarteto brasileño, así me lo quito de encima y puedo terminar con lo más positivo, que lo hubo. Lo primero que me sorprendió fue un detalle, tal vez sin ninguna importancia, pero que va en consonancia con el resto de cosas que comentaré. ¿Cómo es posible que todos los grupos sin excepción (si, CRITUAL también) tuvieran un telón más o menos grande y THE TROOPS OF DOOM salieran con el logo de la sala de fondo? Me resultó sorprendente, y más en una banda con aires “Old School”, pero parece que llevan su logo en un pendrive como hacen otras muchas bandas en la actualidad y, si no hay posibilidad de proyectarlo como es el caso de la sala vicalvareña, pues a otra cosa.
Lo dicho anteriormente, obviamente, no tiene trascendencia a nivel musical pero denota poco interés en cuidar los detalles cuando te presentas por primera vez en Europa. Sin embargo, que un grupo del otro lado del charco se embarque en su primera gira europea (aunque sea veraniega y de pocas fechas) para presentar su sensacional segundo disco y toque entre versiones de su exbanda y temas propios una mísera hora resulta totalmente decepcionante, por muy bien que estuvieran esos sesenta minutos. Que lo estuvieron. ¿Tanto esfuerzo supone preparar una gira de una duración mínima aceptable acorde a tu discografía? Parece que a los grupos cada vez les cuesta más tocar sus canciones cuando entiendo que debería ser todo lo contrario.
Encima tocó del nuevo trabajo sólo tres temas (menos que de SEPULTURA, ver para creer) pero claro, con la duración del concierto pocas más podían tocar si querían recalar, como así fue, en el resto de discos y EPs que tiene su discografía. Cada vez más grupos se están instalando en la filosofía del “todo vale” (léase bandas girando sin miembros originales, conciertos como cabeza de cartel con repertorio de festival,…) y nosotros, el público, nos estamos acostumbrando a ello sin rechistar. No estoy pidiendo dos horas de concierto, ni siquiera hora y media (para mí lo mínimo exigible a un grupo con cierta trayectoria que no sea de música extrema) pero qué menos que 70 o 75 minutos que serían dos o tres canciones más. Es alucinante pero hasta eso parece una utopía.
Una vez dicho esto, pasemos a lo que dio de sí la descarga de Jairo y sus compañeros que, tras “The Absence of Light” como intro, se inició tal y como lo hace el EP de mismo nombre, con la tremenda “Act I - The Devil's Tail”. Aunque en los compases iniciales todavía el sonido no lució en su máximo esplendor, tras unos pequeños ajustes lo cierto es que THE TROOPS OF DOOM sonó como un tiro volviendo a dejar claro que la Revi Live es una de las mejores salas (si no la mejor) para este tipo de conciertos de música extrema. Y de cualquier tipo de música, por qué no decirlo.
Sin darnos tiempo para reaccionar arremetieron con “Chapels Of The Unholy”, primer corte y carta de presentación de “A Mass To The Grotesque”, tras la que el bajista y vocalista Alex Kafer tomó la palabra para darnos la bienvenida y presentar “Far From Your God”, perteneciente a su primer disco “Antichrist Reborn”. La verdad es que estaba sonando de lujo y poco a poco su actitud fue haciéndose más cercana intentando provocar nuestra interacción y respuesta. He de decir que tampoco lo consiguieron del todo pese a que algún que otro asistente se pasó medio concierto suyo “danzando” por la sala. Con tan poca gente resultaba ridículo hasta intentar hacer un circle pit, la verdad.
Como era inevitable, y también deseable, pronto se acordaron de la época en la que Jairo formó parte de SEPULTURA. La primera en caer fue, precedida de “The Curse” enlatada, “Bestial Devastation” y me sorprendió que no provocara apenas revuelo entre la audiencia. De hecho pasó bastante desapercibida. Me considero gran fan de SEPULTURA de su época clásica hasta el “Chaos A.D.”, (sí, este también lo incluyo aunque haya gente que lo considere poco menos que una herejía) pero para mí los discos en los que participó Jairo están bastante por debajo en calidad respecto al resto de su discografía antigua. Sin embargo, el lavado de cara que ha dado a algunos de ellos en sus trabajos THE TROOPS OF DOOM les ha hecho ganar enteros. De hecho he escuchado las regrabaciones de los hermanos Cavalera y las de Jairo están a años luz. Increíble pero cierto.
Así, entre temas propios como “Act II - The Monarch”, “The Rise of Heresy”, en la que empezaron los primeros tímidos conatos de pogo, la nueva y variada “The Grotesque” o “A Queda”, dedicada a un tal Héctor que tuvo su momento de gloria, fueron intercalando más versiones de SEPULTURA como “Antichrist”, que sonó tan brutal como si la estuviéramos escuchando en 1985 y dedicaron a los Old School Death Thrashers, o una “Morbid Visions” en la que Alex cedió el micrófono a Jairo para que nos dirigiera una palabras de agradecimiento y la presentara.
Durante el desarrollo del concierto se notó también, en el caso de los brasileños, las tablas de todos sus miembros, curtidos en mil y un proyectos. Además de la pulcra labor de Tormentor a las seis cuerdas, me gustó especialmente la actuación del baterista Alex Oliveira (no es fácil tocar cómo tocaba Igor en sus buenos tiempos y clavó las versiones) y, también, las prestaciones vocales de Kafer que, desde luego, cumplió con creces con su cometido tanto en los temas propios como en los que en su día cantaba Max. Fue una pena que Marcelo Vasco no fuera de la partida pero su sustituto, Fabio Caputo (porque creo que fue él el que tocó), dejó el pabellón muy alto encargándose prácticamente de todos los solos de guitarra con gran solvencia. La verdad es que me sorprendió que Jairo no tuviera más peso en ese sentido.
Menos mal que entre los tres temas que interpretaron de su última obra “Dawn Of Mephisto” fue una de ellas porque me parece uno de los mejores cortes que tiene “A Mass To The Grotesque”. En ella aúnan melodía, agresividad, riffs asesinos y una voz que, sinceramente, me encanta. La disfruté mucho y lamenté que fuera la antesala del final de su concierto. Final que, por supuesto, corrió a cargo del tema que da nombre al grupo. De este modo “Troops of Doom” finiquitó su actuación dejándonos a algunos con cara de resignación, a otros con estupor y a algunos con cara de felicidad por haber cogido una de las numerosas púas que Jairo regaló mientras se despedía. Cada uno se conforma con lo que quiere y hubo de todo, como en botica.
Más sobre las bandas:
){kind=link}