Crónica del concierto de THERION y SATRA en Madrid (sala Mon, 3 de marzo de 2024)
Hay momentos en la vida que uno siempre quiere atesorar o, al menos mantener en su retina para poder revivirlos una y otra vez. Dentro de esos momentos podemos incluir un logro laboral, una celebración y… por qué no, un concierto. Pues bien, uno de esos momentos que hay que guardar para siempre, o marcar en la lista de objetivos para cumplir al menos una vez en la vida, es la asistencia a un concierto de los suecos THERION. Y es que, como dice un buen amigo: “Sería feliz asistiendo a un concierto de THERION todas las semanas”.
Pero mejor no nos adelantemos y vayamos por partes. El 3 de marzo, con los grajos andando por las calles (es decir, con un frío que pelaba), unos tres cuartos de hora antes de la apertura de puertas nos presentamos en la sala Mon para disfrutar de la banda finesa SATRA, y de los suecos THERION. En la fila, unas 50 personas esperaban ansiosas hacerse un hueco en las primeras filas para poder ver a los de Christofer Johnsson a la perfección. No obstante, aún tuvieron que esperar un poco, y no solo por los teloneros.
Y es que en la entrada se dividió a los asistentes en dos filas, lo que al final supuso un poco de caos: pese a haber sellado a todos la entrada, aquellos que no la tenían tenían que volver a hacer la fila para pasar por el mostrador y comprarla. Entiendo que hubiera sido más sencillo hacer una sola fila e ir poco a poco… Pero bueno, anécdotas del directo.
Una vez dentro, y pese a la gran afluencia que tuvo la sala, me sorprendió que la parte de arriba de la sala Mon no estuviera abierta, sobre todo para la gente que, como se pudo ver entre el público, iba con muletas, o, simple y llanamente, necesitaba sentarse.
SATRA llegó, tocó… pero no convenció del todo
A las 19:45, sobre el horario previsto, aparecieron en escena los finlandeses SATRA, que presentaban por nuestras tierras su primer disco, “Sands Of Time”, del que cayeron un total de ocho temas: “From The Night”, “Sand Of Time”, “Stars”, “Secret Place”, “Shadow Engine”, “Scarecrow” y “Golden City”. Asimismo sonó también su primer sencillo, lanzado el pasado 2023, “Travellers”.
Ante unos tres cuartos de sala, o algo menos, la banda intentó demostrar su valía sobre las tablas, pese a que al inicio el sonido no les acompañó demasiado. Por fortuna, ese pequeño problema se solucionó, aunque es cierto que se notaba demasiado que eran nuevos en estas lides.
Sí, animaban al personal, e intentaban demostrar su mejor cara, pero carecían de la actitud suficiente para comulgar con el respetable, y en ocasiones a su cantante Pilvi Tahkola se le iba la voz. Asimismo, los guturales de Niko Valjus, su guitarra, resultaban algo forzados y sin fuerza.
Su sonido, similar a los NIGHTWISH de la época de Anette Olzon, no es nada que no se haya inventado, pero desde luego se defendieron con tesón y ahínco sobre las tablas. Seguro que a más de uno le picó el gusanillo de comprarse su álbum para poder seguir a los finlandeses en sus, esperemos, futuros eventos.
THERION, los reyes del directo
Sin embargo, se notaba que el público había ido para ver a los suecos THERION. Y es que tras la actuación de SATRA la sala comenzó a llenarse de una forma que hacía tiempo que no veía. Desconozco si colgaron el cartel de sold out, pero si no fue así, poco faltó, porque Madness Live! llevaba unas semanas anunciando que quedaban las últimas entradas a la venta.
Además, nos esperaba un concierto largo y variado. Había podido ojear el set de algunos conciertos previos, y ver el de este confirmó mis sospechas: un total de 22 temas que, sin duda alguna, iban a suponer un amplio repaso por la carrera de la banda de Christofer Johnsson. Una banda multicultural que funciona como un todo, consiguiendo unas voces, unas melodías y unos sonidos que no hacen sino estremecer el cuerpo, llegando directamente hasta el alma.
Con diez minutos de antelación sobre la hora prevista, esto es, a las nueve menos diez, las luces se apagaron, y con la pantalla luminosa de fondo con su logo, uno a uno de los miembros de THERION fueron haciendo aparición en escena, siendo todos ellos aplaudidos por el respetable: Sami Karppinen a la batería, Christopher Davidsson al bajo, Cristian Vidal a la guitarra, Christofer Johnsson a las guitarras también, Thomas Vikström a las voces masculinas, y la española Rosalía Sairem a las voces femeninas, igual que la siempre excelsa Lori Lewis.
Y es que los espectadores estábamos de enhorabuena, porque Lori Lewis, que dejó la banda hace algún tiempo (de hecho, la última vez que en esta casa pudimos verlos, en el Z! Live 2019 de Zamora, la citada soprano no estaba entre las filas de THERION), ha vuelto, y de qué manera. Escucharla es disfrutar no solo de su portentosa voz, sino también del sentimiento que transmite, y de los registros vocales que tiene. Aunque, si hemos de hablar de registros vocales, hemos de destacar igualmente la actuación de la española Rosalía Sairem, que demostró una potencia vocal inconmensurable, a la par que una actitud en escena impresionante.
No podemos olvidar tampoco al siempre magnífico Thomas Vikström, que a lo largo del concierto demostró estar completamente en forma, llevando sobre sus hombros las voces tanto graves como agudas masculinas, empastándolas perfectamente con las de sus compañeras, y con una puesta en escena totalmente única, como quedó demostrado con su gorro, sus gafas steampunk y su gabardina con brillos en las solapas.
Y diréis, ¿hay alguien en THERION que haga mal su papel? Os doy la respuesta: no. Desde el inicio del directo la actuación fue de matrícula de honor, con un sonido limpio, sin distorsión, unas voces perfectamente afinadas y empastadas, unas interpretaciones magníficas, de las que encogen el corazón… Solo maravillas se pueden decir de lo que vivimos el pasado domingo. Y el respetable también lo notó, porque desde el inicio se mostró enchufadísimo con los suecos, logrando una comunión perfecta y una atmósfera de felicidad y pasión que impregnaba la sala.
Con este ambiente se fueron sucediendo uno a uno los diferentes temas, a una velocidad de vértigo, eso sí. El pistoletazo de salida lo dio “The Blood Of Kingu”, al que siguió “Ruler Of Tamag”, de su último larga duración, “Leviathan III”. A continuación llegó un clásico como “Birth Of Venus Illegitima”, y sin pausa “Tuonela”, “Twilight Of The Gods”, y una paradita por la chanson française con “Mon Amour, Mon Ami” y “La Maritza”. Después Thomas Vikström presentó “Leviathan”, a la que sucedió la siempre efectiva “Asgard”, seguida de “Morning Star” y “Black Diamonds”, unidas como una sola.
Pero la fuerza no se acababa, porque Rosalía nos presentó “Ginnungagap”, que sonó brutal. El ambiente se calmó un poco con “Litany Of The Fallen” y “The Siren Of The Woods”, tras la cual la propia Lori Lewis nos presentó un tema “corto y rápido”, como “Aeon Of Maat”, que precedió a clasicazos como “Lemuria” (de llorar de emoción), “Sitra Ahra”, “Quetzalcoatl”, “Eye Of Agol” y, como cierre, “Son Of The Staves Of Time”.
De todas formas, el concierto no acababa aquí. Porque para los bises THERION nos reservaba dos temazos de aúpa: “The Rise Of Sodom And Gomorrah” y, cómo no, “To Mega Therion”, previo a la cual, por fin, saludó Christofer Johnsson al respetable. Asimismo, es de destacar que para estos bises Thomas Vikström salió con una camiseta de España que le quedaba como 3 o 4 tallas más grande, lo cual resultaba realmente simpático.
Al final nos quedamos con la sensación de haber asistido a un éxtasis musical al que pocas bandas nos hacen llegar. Ya lo he dicho al inicio, pero mantengo las palabras de mi compañero: “sería feliz con un concierto de THERION cada semana”. Sabemos que no es posible, y por ello, mientras tanto, seguiremos disfrutando de sus discos y sus canciones. En serio, si todavía no habéis tenido ocasión, es una de esas bandas a las que no hay que perderse en directo.
Promotora: Madness Live!
Crónica de Laura Ruiz y fotos de Michelle Mateos
Más sobre THERION en su web oficial.
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