Crítica de BARREN EARTH - "A Complex Of Cages"

Ha sido difícil encontrar un hueco para realizar la crítica de este "A Complex Of Cages", el nuevo disco de los finlandeses BARREN EARTH. Un trabajo hosco, denso y de rebuscados matices, que deja tal saturación en que hay que dejarlo reposar entre escucha y escucha. Y, sin embargo, aunque pudiera resultar contradictorio, es uno de los mejores álbumes del año.

Trastornos mentales en la música y en "A Complex Of Cages"

En "A Complex Of Cages" BARREN EARTH vuelve a hacer lo que mejor se le da, epatar al oyente con multitud de cambios de estructura, ritmos mutantes y juegos vocales, siempre navegando entre el Death Metal Melódico y el Progresivo, con ciertos toques de Doom. Quizá la razón para la sensación rocosa y algo desazonadora de la que está imbuida la obra se encuentre en el concepto que orbita alrededor de ella: este “complejo de jaulas” se entiende por la temática del disco, que conecta los trastornos mentales con la música y, por lo tanto, con el contenido del álbum. En palabras del cantante, Jón Aldará, “gira sobre la inestabilidad de la música, concretamente del aspecto aislado de sufrir de diversos problemas mentales como el trastorno maníaco depresivo, psicopatía y agorafobia”. Un disco tan intrincado como la mente humana.

Con esa temática de fondo nos enfrentamos a los devaneos progresivos de “The Living Fortress” que da paso a la magnífica, dramática y hermosa voz de Aldará -cuyas líneas melódicas destacan sobremanera frente a sus guturales-; la dureza de “Ruby”; o “Further Down” -sublime- y “Zeal”, cortes algo siniestros y hechizantes que llegan a poner los pelos de punta. Más potente resulta “Scatterprey”, cuya gran melodía de guitarra inicial deja paso a secciones más duras.

Hay elementos que recuerdan a los AMORPHIS de hace años -no en vano uno de los fundadores de BARREN EARTH es Olli-Pekka Laine, miembro de AMORPHIS tiempo atrás y ahora de vuelta en la formación- pero con más pesadez. De hecho, por lo general, los temas son largos (la mayoría supera ampliamente los cinco minutos), llevándose la palma una composición de más de diez, “Solitude Pith”, con hipnóticos pasajes de Folk oriental sazonados por el teclado del nuevo componente, Antti Myllynen.

Para el final, la banda deja una parte instrumental como introducción al tema in crescendo que es “Dysphoria”; y, si bien la más groovie “Spire” baja el nivel del disco, “Withdrawal”, en su triste calma, despide por todo lo alto "A Complex Of Cages".

Un arduo viaje de BARREN EARTH

Hay algo que nos hace volver una y otra vez a este trabajo (pausa mediante) y es que hay magia brillando en todas y cada una de las canciones. El asentadísimo Aldará, que canta, pero también interpreta, suma sin duda otro punto a favor. BARREN EARTH siempre nos hace viajar en todos sus discos y "A Complex Of Cages" no iba a ser una excepción. Apuntadlo para los mejores discos de 2018.

Discográfica: Century Media

Os recordamos la entrevista que realizamos a Sami Yli-Sirniö de BARREN EARTH.

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