Crítica de BLACK LABEL SOCIETY - Grimmest Hits

Black Label Society - Grimmest Hits

Tan laureado como apedreado, padre de un sonido a las cuerdas, respetado y elogiado por buena parte de la audiencia rockero/metalera, pero no tanto por los que le siguen achacando que modificara y modernizara el universo musical de OZZY OSBOURNE al sustituir a Jake E. Lee a finales de los ochenta en la citada formación. Al corpulento individuo con cara de pocos amigos ya no le luce el rubio platino como antaño y entre sus selváticas barbas y su voluminosa melena se empiezan a ver, sin disimulo alguno, pigmentaciones propias de alguien que tiene a sus espaldas medio siglo recorrido. Aunque sus huellas dactilares aún delaten su reciente pasado empuñando una botella, lo cierto es que la cuenta personal del de Nueva Jersey con su hígado está más que saldada. Así, sin trampa ni cartón, es Zakk Wylde, el viejo Zakk, quien está de vuelta, cuatro años después de su última entrega de BLACK LABEL SOCIETY, con "Grimmest Hits".

"Grimmest Hits" me ha llevado a preguntarme lo siguiente: ¿Acaso se ha amansado la fiera? Sí y no sería la respuesta idónea. Me parece verdaderamente interesante la última etapa musical de BLACK LABEL SOCIETY, con la que su líder parece haberse reencontrado con su pasado. Con “Catacombs Of The Black Vatican”, su penúltimo lanzamiento, ya se podía conjeturar que Wylde estaba apetitoso de recuperar lo que cosechó artísticamente hablando junto a PRIDE & GLORY, así como de adentrarse en esos años setenta que, a fin de cuentas, configuraron la senda musical por la que se adentraría el rubio de joven, y en su nuevo cachorro se percibe mejor que nunca la influencia sureña de bandas como LYNYRD SKYNYRD o BLACKFOOT, sin que por ello su sello meramente noventero y de claro remate groovie quede oculto.


Digamos que el vocalista y guitarrista ha encontrado ese espacio en el que sacar sus estigmas de rockero clasicorro, pero guareciéndolo en el sonido envolvente de su mítica Les Paul, lo que, a mi parecer, consigue dinamizar y potenciar su universo musical, más equipado de matices que nunca. La nota negativa la podría poner el hecho de que Wylde parezca encontrarse especialmente cómodo en este álbum en los medios tiempos, donde ha descubierto esa guarida en la que curar las numerosas cicatrices que le ha ido dejando el tiempo; de ahí que en la cima de este párrafo hablara de la docilidad que ha experimentado el músico a sus algo más de cincuenta años.

Wylde está tranquilo y sereno, toca aceptarlo. Eso sí, ten por seguro que la calidad que manifiestan las canciones más reposadas del grandullón y su equipo exhiben experiencia, feeling y honestidad. Prueba de ello es "The Only Words", donde unos evocadores fraseos de guitarra acústica y una línea vocal nasal y melancólica que, por momentos, hasta me llegan a recordar a Bruce Springsteen, modelan un tema delicado y sentido. No menos delicada es "The Day That Heaven Had Gone Away", un tema estimulado por cierto deje bluesie y cuyo título lo dice todo, aunque su dominio sea más hard rockero, sobre todo atendiendo al brillante y expresivo punteo que nos ofrecen las manos de Wylde a mitad de tema.

Cerrando la parcela de piezas sigilosas nos encontramos con "Nothing Left To Say", que suena muy americana, a esos primeros y variopintos noventa donde el Grunge convergía con viejas y nuevas sonoridades. Precisamente es PEARL JAM la formación de la que me he acordado al digerir esta canción.


Por otro lado, el Zakk Wylde que todavía saca las uñas y le gusta mostrarse algo más abrasivo se deja caer en "Trampled Down Below", donde corren riadas de ese sonido arrollador y algo más oscuro que, por instantes, invoca a los ALICE IN CHAINS pesados y contundentes de discos como el “Dirt”. Con idéntica dinámica nos encontramos en "Seasons Of Falter", donde el riff de guitarra que dirige la pieza acaba siendo magnético; la stonerizada y pegadiza "The Betrayal" o "Ilusions Of Peace", de nuevo muy marcada en lo que a guitarras rítmicas se refiere, puro y santo y seña de BLACK LABEL SOCIETY.

"Grimmest Hits", fiel al sonido de la banda

El cuarteto estadounidense, que en este disco ha estrenado al batería Jeff Fabb, se muestra una vez más leal con su propuesta, la cual, guste o no, no entiende ni ha entendido nunca de presuntuosas ni arriesgadas experimentaciones. Dicen que, cuanto más viejo eres, más sabio te haces. Pues parece que las arrugas de Wylde le hacen ver mejor que nunca cuál es su sitio, sin intentar convencer a los que no ha podido engatusar hasta ahora de que le presten atención.

Esta nueva obra no ofrece excesiva novedad en la discografía de BLACK LABEL SOCIETY ni supone ningún punto de inflexión en la misma, pero, una vez más, tiene algo, que principalmente se traduce en que te quedan ganas de volver a escucharlo una vez finalizado. Preciso, pragmático, equilibrado. Así se muestra "Grimmest Hits" y así lo podremos comprobar en su próxima visita a Vitoria, Santiago, Madrid y Barcelona.


Discográfica: eOne

Reseña
NOTA
8
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Licenciado en Comunicación y redactor en varias webs especializadas en Rock y Metal desde hace más de una década, plataformas que me han servido, al igual que el actualmente aparcado mundo radiofónico, para darle rienda suelta a mi creatividad enfocada a una de mis grandes pasiones: la música. A su vez, soy un gran entusiasta del cine en todas sus vertientes, especialmente en la rama dedicada al terror, fantasía y ciencia-ficción.
critica-black-label-society-grimmest-hits): El cuarteto norteamericano se muestra una vez más leal con su propuesta, la cual, guste o no, no entiende ni ha entendido nunca de presuntuosas ni arriesgadas experimentaciones

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