Crítica de DEVIN TOWNSEND PROJECT - Trascendence

La capacidad creativa del señor DEVIN TOWNSEND está fuera de toda duda. Podrás comulgar más o menos con sus resultados, pero la mente inquieta de este hombre no para y yo creo que en cada disco ya está pensando en el siguiente. Entre sus muchos proyectos siempre tuve predilección por STRAPPING YOUNG LAD, que era el más cercano a un combo de Metal Extremo indu-astral como yo decía. Pero se nota que lo de encorsetarse a Devin no le viene bien porque la brillantez de los primeros SYL se fue diluyendo y al final me dejó de atraer el proyecto, al mismo tiempo que sus discos en solitario cada vez eran más ricos en texturas y en elementos. Siempre he dicho que prefiero a Devin en formato “grande”, “conceptual”, que componiendo canciones y es que los discos que más disfruto del músico canadiense son los que están pensados como obras de conjunto. Por eso la idea original del PROJECT era la que más me atraía. “Trascendence” es un nuevo capítulo en esta historia y creo que es un paso hacia delante mirando hacia atrás al mismo tiempo.

Originalmente DEVIN TOWNSEND PROJECT estaba concebido como un conjunto de cuatro discos de instrumentaciones y ambientaciones diferentes, empezando con “Ki” y acabando con “Epicloud” (entre medias uno de los trabajos se concebía doble como una especie de Ying y Yang, “Deconstruction” y “Ghost”). Tanta creatividad hizo que Devin quisiese ir más allá y utilizó este nombre para crear una segunda parte de su “opera Rock” “Ziltoid”. Sin embargo los altibajos en toda esta historia eran evidentes y hasta el propio Devin yo creo que ha acabado saturado de sí mismo. Por esta razón “Trascendence” se concibe, creo, como un alto en el camino que recoge todo lo espolvoreado en la carrera de DEVIN TOWNSEND, pero sobre todo centrado en la orquestación bombástica y los arreglos vocales para los que una vez más vuelve a contar con la gran Anneke van Giersbergen entre otras vocalistas. Y dejando a un lado el hilo narrativo que había tratado de llevar con sus Ziltoid, vuelve al disco falsamente conceptual, en este caso centrado en el misticismo y la espiritualidad, como se puede comprobar en su portada.


Una vez más Devin es productor de su propio concepto y utiliza a músicos habituados a sus paranoias como Brian Waddell, Ryan van Poederooyen y Dave Young, para construir un trabajo lleno de riqueza y de arreglos en el que el individualismo se diluye en favor de la atmósfera, sin por ello se deje a un lado la suma de las partes. Desde el primer corte, “Truth” y su continuación “Stormbending”, es evidente que en este disco DEVIN TOWNSEND PROJECT no ofrece nada que no sepamos. Es un “Ghost” mezclado con “Epicloud” y mirando hacia delante en lo que a orquestaciones y efectos vocales se refiere. Todo con un ritmo constante, sin efusividades y muchas texturas y capas que tejen el muro sónico de este cerebro avanzado. De hecho lo que más llama la atención de Devin es que, siendo un guitarrista habilidoso, prefiere crear desde otras perspectivas en donde la música se construye a base de minimalismos que se superponen. En este sentido me recuerda a ZAPPA. Aunque también hay espacio para solos (especialmente el de “Failure”) y para estructuras menos recargadas (como la siguiente “Secret Sciences”), todo sin dejar a un lado el halo progresivo y de intensidad creciente que siempre tienen sus discos.

Todo lo descrito aquí hace que la escucha de “Trascendence” sea precisamente esto, trascendental. Acercarse a este disco con la intención de quedarse con los detalles realizando una escucha peregrina es poco menos que imposible. Es más, y como decía antes, no es un trabajo de canciones como tal, sino una suma de texturas y sonidos, con lo que si no prestamos atención no retendremos prácticamente nada). Ya sea en los cortes más elaborados y extensos, con “Higher” a la cabeza (cuyos riffs parecen de TOOL), que es uno de los más completos y por momentos muy etéreo, o la dupla final “From The Heart” y “Transdernal Celebration”, esta última una versión de WEEN bastante particular y poco reconocible, como en los más cortos y que sirven de relajo de los anteriores, como “Stars”, que ha servido de escaparate inicial de este trabajo u “Offer Your Light” (esta última si que, tanto por ritmo pegadizo como por estructura más sencilla tiene más retentiva), la intención de Devin es atrapar con la armonía y la superposición de sonidos, como si de una sinfonía clásica se tratase, pero no con pasajes repetitivos ni líneas argumentales marcadas. Y ahí está la magia. Porque si pones atención plena en lo que escuchas, la hora de duración de “Trascendence” se pasa volando.


Después de dar carpetazo a otra etapa y de foguearse por los teatros del mundo con espectáculos dignos de las superproducciones hollywoodienses, DEVIN TOWNSEND hace un alto en su inquietud y podemos decir que en “Trascendence” busca en su interior todo lo que ha dado de sí en las últimas dos décadas de existencia. Ya da igual si el nombre que le da es PROJECT o no, el caso es que su genialidad sigue imperturbable y aunque cueste penetrar en su rico mundo interior, cuando se consigue los resultados son muy satisfactorios. Podremos comprobar si en directo también lo consigue en la gira junto a BETWEEN THE BURIED AND ME que pasará por España en febrero de 2017.

Raúl Ureña Salgado

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