Crítica de GOJIRA - Magma

GOJIRA es una de las bandas mejor valoradas del metal extremo. La intensidad musical de la que ha hecho gala a lo largo de su historia es algo al alcance de pocos. Tras cuatro años de espera y un muy buen disco como “L’enfant Sauvage”, la banda francesa liderada por los hermanos DUPLANTIER vuelve a la carga con “Magma”, un redondo que si bien no va a dejar indiferente a nadie, termina quedándose en tierra de nadie. Fieles a su estilo abrasivo, denso, cargado de atmósferas oscuras y enérgicas, los franceses han intentado desmarcarse con un plástico demasiado variopinto, queriendo esparcir su semilla  por diferentes terrenos y el resultado no es todo lo satisfactorio que cabría esperar.

En una entrevista reciente, GOJIRA hablaba de este nuevo álbum como si se tratara de su propio “Black Album”, y me temo que ha sido más una expectativa que una realidad; si bien “Magma” contiene grandes temas, en conjunto adolece de esa rabia primigenia y energía frenética a la que nos tienen acostumbrados. Si a esto le unimos la introducción de unas voces limpias algo ramplonas, este conjunto de factores resta energía y contundencia a su música, sello inconfundible de la banda.

No me malinterpretéis, añadir elementos nuevos y jugar con voces atípicas ampliando el espectro musical es de agradecer, desde luego, pero creo que aún les queda mucho camino por recorrer hasta que esto se convierta en un aspecto positivo. A día de hoy, estos nuevos pasajes acaban siendo bastante planos y algo carentes de personalidad.


Entrando de lleno en la obra, “Magma”  no acierta en su apertura. Acostumbrados a comienzos mucho más incendiarios como “Explosia”, “Shooting Star” se queda a medio gas, y es una pena porque no es un mal tema, pero está más próximos a los MASTODON más actuales que a los propios GOJIRA. Guitarras cadentes, pesadas, lentas y voces limpias envuelven un tema que tiene un ligero toque adictivo dado su halo de fatalidad pero que absorbe más energía de la que proporciona. Recuperando la esencia más clásica de la banda, “Silvera” es un tema mucho más típico que si bien no aporta nada que no sepamos ya, recupera la esencia de discos como “All The Way Flesh”, además de incluir todos y cada uno de los elementos que les han hecho famosos; guitarras rápidas y pesadas, tappings atmosféricos y esos estribillos tan enfermizos marca de la casa.

Continuando por esta senda más cruda, “The Cell” es el tema más rápido del disco, contando con varios breaks y cambios de ritmo que le otorgan gran variedad aunque no termina de arrancar. De esta variedad ya comentada, “Stranded” es otro de los temas que más ha dado que hablar. Primer single de “Magma”, ha levantado ampollas a aquellos que esperaban que continuaran por la senda iniciada en el anterior disco pero sin alejarse demasiado de su periodo más inspirado, aunque lo cierto es que no deja de ser un buen tema. Más lento de lo habitual, con pasajes limpios intercalados con rítmicas más machaconas y un buen uso del shift pichting, “Stranded” no pasará a la posteridad como su mejor single, pero cumple bien su cometido.


Tras la pequeña intro de bajo llamada “Yellow Stone”, llegamos al tema que da nombre al disco, “Magma”. Lo primero que viene a la mente nada más escuchar los primeros compases es “Se han convertido en MASTODON” y, efectivamente, eso parece. El tema es lento, atmosférico, evocador y pausado, se deja guiar por poderosos armónicos que se complementan con una cadente melodía vocal pero, en esencia, es más otra cosa que GOJIRA. “Pray” no se aleja mucho de lo ya citado, aunque en esta vez el equilibrio entre los GOJIRA más clásicos y esta nueva vertiente está más conseguida; ritmos frenéticos, baterías rápidas marcando las guitarras a ritmos muteados y voces limpias se encargan de dar empaque a un muy buen tema.

Para los seguidores más acérrimos y clásicos de la banda, “Only Pain” me atrevería a decir que se convertirá en su tema preferido del redondo, pues recoge el testigo directamente de períodos previos; nada de voces limpias, nada de lentitud y sí mucho frenesí en cada uno de los compases aunque, eso sí, con break más calmado marca de la casa. En cambio, para el siguiente corte, “Low Lands”, la cosa vuelve a hacer aguas. Han querido expandir su nueva faceta más lenta y melódica y les ha quedado un tema cuyo comienzo vuelve a traernos a unos MASTODON algo descafeinados. El tema se cierra con una sosa outro acústica que servirá de introducción a la pista a que finaliza la obra; “Liberation”, que no es más que un corte acústico con bastante poca miga y cuyo único atractivo es la percusión.

Se avecinan peligrosos tiempos de cambio para los franceses. Dicen que hay que renovarse o morir, pero cuando el cambio trae como consecuencia andar por el filo de la navaja hay  plantearse si merece la pena correr riesgos, y me temo que en este caso no ha sido así. “Magma” no es un mal disco, para nada, pero carece de la energía y genialidad de obras previas. Se queda en tierra de nadie intentando ofrecer elementos tomados de otras bandas que no empastan coherentemente con lo que se espera de los franceses.  Esperemos que les sirva de toque de atención y no se conviertan en un juguete roto.

Alberto Bravo Sánchez

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