Crítica de LACUNA COIL - Delirium

Tras su “Broken Crown Halo”, LACUNA COIL regresa al panorama musical internacional con “Delirium”, un disco que introduce mejoras considerables respecto a su predecesor, mostrando una evolución de la banda italiana hacia una madurez musical que, pese a todo, todavía les cuesta conseguir.

Coged un calendario, buscad el mes de noviembre y marcad en amarillo estas fechas: 22, 23 y 24, pues, tal y como ya os anunciamos los italianos LACUNA COIL regresan a nuestro país presentando su nuevo álbum, "Delirium", un disco que nos ofrece una propuesta muy interesante, y que, pese a algunas bajadas de nivel, a buen seguro merecerá la pena disfrutar en directo.

"Delirium", lanzado al mercado el pasado 27 de mayo, es el primer disco de la banda sin Cristiano “Criz” Mozzati (batería) ni los guitarristas Cristiano “Pizza” y Marco “Maus” Biazzi, y se presenta como un disco más evolucionado, más progresivo y más oscuro que su antecesor, gracias, principalmente a que las guitarras se vuelven más pesadas y al protagonismo de Andrea Ferro en las voces.


Sin embargo, como no todo podía ser perfecto, y precisamente porque toda evolución nunca es una línea recta, sino una sucesión de altibajos, "Delirium" peca de simpleza en la repetición de estructuras rítmicas, y en un detalle que a mi juicio es importante: la voz de Cristina Scabbia se vuelve nasal, desconozco debido a qué.

No obstante, resulta un buen disco, sobre todo porque supone una evolución respecto al anterior hacia otros derroteros más maduros musicalmente hablando.

El álbum comienza adentrándonos en el universo gótico del que siempre ha hecho gala la banda con “The House Of Shame”, una canción simétrica, pues empieza igual que termina, con toques lúgubres propios de una película de terror. El ambiente se rompe con las voces guturales de Andrea, mostrando esos toques progresivos que, alternados con la voz masculina, se combinan para dar fuerza al corte. Un buen inicio de disco.


“Broken Things” baja un poco el nivel de inicio, comenzando con la voz de Andrea marcando el tiempo, que se ve rota por la guitarra intermitente y la suavidad de la voz de Cristina Scabbia. Se trata de un buen tema, aunque resulta un poco estándar. Esta bajada de nivel se mantiene en "Delirium", corte que da título al álbum, y que es una canción muy del estilo de LACUNA COIL, con coros pregrabados y Cristina Scabbia luciendo voz, suavizándose la de su compañero masculino. Sin embargo, para ser el primer single del disco, resulta un tema demasiado manido en su estructura y melodía. Desde mi perspectiva, puede ser el peor tema del disco.

El álbum vuelve a recuperar intensidad con “Blood, Tears, Dust”, con la misma cadencia de guitarras que pudimos escuchar en “Broken Things”, pero más oscuro, siendo uno de los temas más duros del disco en su ejecución. Tras esta intensidad llega “Downfall”, la balada que todo disco que se precie tiene que tener. En este caso, si bien las guitarras le dan pesadez al tema, es una balada estándar con voz femenina, sin nada más que destacar.

“Take Me Home” resulta un tema siniestro, puesto que empieza con un coro de niños que recuerdan al que precedía a Freddy Krueger en las películas de “Pesadilla en Elm Street”. Sin embargo, no es un tema para asustarse, más bien al contrario, el protagonismo de Andrea le da dureza y en los coros parecen introducir sutilmente tintes morunos en la ejecución, lo que resulta bastante interesante.


El siguiente corte, “You Love Me 'Cause I Hate You”, por el contrario, es un tema lento, bastante sutil y sensual, que rompe en el estribillo con las voces masculinas que le dan contundencia, y que contrasta brutalmente con el siguiente, “Ghost In The Midst”, que comienza con riffs contundentes y cerrados, casi propios del Death, que se suavizan cuando Cristina Scabbia se introduce en el tema, tanto en las estrofas como en el estribillo. Es otro tema de los más oscuros del disco, e incluso, me arriesgaría a decir que es el mejor.

Solo tres cortes más restan para terminar de imbuirnos en el delirio que nos proponen los italianos en este disco. “My Demons” se trata de otro tema con guitarras entrecortadas, en el que la voz de Andrea vuelve a cobrar protagonismo. Por su parte, “Claustrophobia”, pese a seguir la misma estela que sus predecesoras, se acaba convirtiendo casi en un medio tiempo en el que Cristina lleva la voz cantante, puesto que, pese a las guturales y a las guitarras pesadas, resulta más una canción romanticona que otra cosa.

Finalmente, “Ultima Ratio” cierra el disco, y quizás es por ello el tema más decadente, con tintes Thrash en sus estrofas, y cambios de ritmo en el estribillo, más lentos y más pesados, y empleando distorsiones en la voz. Es un tema ideal para dejarse llevar. Pasan de la siniestralidad inicial a la decadencia final, al delirio, que es precisamente el leitmotiv del disco.

"Delirium" resulta, pese a algunas carencias, un buen disco. No llega a ser pleno, pero muestra una buena evolución hacia delante, que, esperemos, siga así en un futuro. Ahora solo resta esperar la visita de la banda a nuestro país, donde, a buen seguro, nos harán delirar con sus temas.

Laura Ruiz García

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