Crítica de PAIN - Coming Home

Peter Tägtgren sigue a lo suyo como en los últimos casi 30 años desde que empezara con HYPOCRISY. El productor y músico sueco siempre ha estado ligado al Death y al Black Metal y sus producciones han ayudado a definir el sonido de ciertos grupos (y en ocasiones también a estropearlo), pero allá por finales de los noventa pensó que tenía una veta en su inspiración poco explotada, la electrónica industrial, y como juntarlo con HYPOCRISY no le daba buen resultado, decidió tomárselo como divertimento en PAIN. Con una discografía irregular que debo confesar, no he seguido de cerca porque me parecía un grupo (proyecto en solitario más bien) del montón, si reconozco que Peter Tägtgren tenía un don para hacer ciertos temas muy pegadizos dentro de este género, mientras que el resto de los trabajos se rellenaban con otras composiciones no tan buenas, siendo excepción “Dancing With The Dead” que para mi gusto es el disco más completo de PAIN. Después de cinco años sin saber nada de este proyecto vuelve Peter a la carga con “Coming Home” envuelto en parafernalia astronauta.

Después sacar un nuevo disco con HYPOCRISY y de enrolarse junto al vocalista de RAMMSTEIN, Till Lindemann en su proyecto personal, LINDEMANN, contagiándose del sentido del humor del germano y haciendo un trabajo que es un cruce entre las dos personalidades (aunque se echa de menos el acento germano…), Peter decidió que era un buen momento para revitalizar PAIN, supongo que tratando de seguir la estela de este último proyecto. De hecho hasta el artwork y la parafernalia del trabajo del músico de las enormes ojeras tiene cierta similitud en colores. Sin embargo “Coming Home” es un poco diferente a lo que uno podría esperar, o al menos a mi me lo ha parecido. Se mantienen los riffs machacones en algunos cortes, los ritmos marciales y los estribillos y estructuras poperas que hacen que los temas, cuando consiguen la fórmula adecuada, se queden en la memoria o por el contrario se diluyan cual azucarillos. Pero en este disco de PAIN se apuesta por una atmósfera más pomposa, más producida, quizás en exceso, con muchos más elementos orquestales que en el pasado (cortesía de Clemens de CARACH ANGREN que ya colaboró en el disco de LINDEMANN) y muchas guitarras acústicas que le dan un aire dulcificado a algunos temas.


Las paranoias freakis se mantienen también en las letras, pero parece que Tägtgren ha madurado más el desarrollo de “Coming Home” sin dejar de ser un disco que mantiene la media. No obstante el resultado vuelve a pecar de lo mismo, de ser un continuo vaivén o montaña rusa de composiciones que se eclipsan unas a otras y que no mantienen un continuo. Empezando con una slide guitar en “Designed To Piss You”, corte bastante poderoso y que entra bien por ser el primero, el primer cartucho ya lo quema Peter en “Call Me”, que será lo más industrial y metalero que te encuentres en el disco por sus riffs a lo STRAPPING YOUNG LAD y su desarrollo discotequero, todo ello aderezado por unas orquestaciones muy oscuras y conseguidas y la colaboración de Joakim Brodén de SABATON que supongo que se acercó al estudio en agradecimiento al productor de su propia banda. El otro cartucho es “A Wannabe”, que es el típico single con buen estribillo y estructura más Pop, en donde aquí sí, las orquestaciones son predominantes y protagonistas.

Por cierto que seguramente sea el disco de PAIN donde los patrones de batería sean más variados por la colaboración de su propio hijo Sebastian detrás de este instrumento, sin que por ello hayan cesado los ritmos procesados y marciales característicos de PAIN. Dejando a un lado este hecho, desde “A Wannabe”, el disco ya entra en ese continuo de subes y bajas. “Pain In The Ass” vuelve a la contundencia industrial, aunque le falta un estribillo más memorable, “Black Knight Satellite” funciona de nuevo por las orquestaciones, pero el estribillo ya empieza a ser demasiado “común”, y “Coming Home”, pese a dar título al trabajo, se vuelve un poco tediosa con su estructura semiacústica y su desarrollo Pop algo insulso. No será hasta “Final Crusade” que volvamos a despertar con un corte poderoso y de buenos mimbres muy coreable e Industrial en su sentido más estricto. Después “Natural Born Idiot” vuelve a los derroteros clónicos y “Starseed” pone el punto final con un corte bastante teatral y conseguido, aunque algo tedioso.


“Coming Home” no es un mal disco. Tiene nuevos elementos y buenas ideas que hasta ahora no estaban tan presentes en PAIN y que se combinan con los mismos tics del productor sueco. El resultado es un disco bastante entretenido aunque en ciertos momentos se haga un poco pesada su escucha, sobre todo por ese inicio tan prometedor que luego no tiene la continuidad deseada. Supongo que Peter mantendrá en barbecho a PAIN un buen tiempo así que su visita a España en plena gira este otoño junto a THE VISION BLEAK es una buena oportunidad para ver cómo funciona “Coming Home” en directo. En disco uno más para su colección.

Raúl Ureña Salgado

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