Crítica de VARDIS - Red Eye

¿30 años? ¿Segunda juventud? Cuando Steve Zodiac estaba remasterizando “Vigilante”, lo último que editara VARDIS en 1986 debió pensar que si alguien tenía interés en reeditar ese disco es porque también alguien podría tener interés en nuevo material de VARDIS. El problema es cuando tus compañeros por aquel entonces ya no tienen interés en el proyecto y que hayan pasado 30 años… pocas veces suele funcionar. “Red Eye” no es una excepción, sin ser un disco desastroso. Máxime teniendo en cuenta que VARDIS tampoco fue una banda de primera línea, sino que a finales de los 70 y en los primeros compases de la New Wave Of British Heavy Metal contribuyeron a ensanchar el catálogo de bandas, pero sin un legado que resulte imprescindible. Hay otros precedentes a lo acaecido con VARDIS (se me viene a la mente HELL, aún más extremo su caso si cabe pues ni siquiera editaron disco en su momento), pero ¿era necesario?

El estilo de VARDIS tiene en RAVEN y derivados (TANK, TYGERS OF PAN TANG y JAGUAR) su mayor referencia. Un Rock energético de base, teñido de Heavy Metal que constituyó lo más cazurro de la New Wave, buscando más la visceralidad que el virtuosismo. El hecho de ser un trío lo terminaba de confirmar. En su momento editaron dos trabajos muy decentes, el mejor de todos, “100 Mph”, un directo impresionante, contagioso y lleno de feeling, y después, ya en estudio, un “The World’s Insane” que reducía bastante la energía y se quedaba un poco más entre dos aguas. Después de eso otros dos trabajos más y el silencio en 1986. Obviamente 30 años después y sólo con Zodiac como cabeza visible de aquel entonces, lo que menos se espera uno es que VARDIS volviese a la energía y frescura de 1979-1980. Efectivamente así no ha sido. Vale que el disco tiene un sonido natural, pero impensable en sus tiempos mozos, donde la falta de medios y los fallos técnicos se contrarrestaban con nervio y garra. Pero las ideas ya no son las mismas y la energía de Zodiac está muy reposada. Ahora VARDIS es Rock con sonido Heavy, pero nada más y salvo momentos muy, muy puntuales, no tendremos esa excitación a lo RAVEN de sus primeros años.

“Red Eye” está bien como ejercicio solitario de Zodiac. De hecho más hubiese valido que este hombre sacara el disco bajo su propio nombre o se inventase una banda, porque cualquiera que tenga memoria histórica o investigue hacia atrás verá que VARDIS murió y no resucita en este disco. Dicho lo cual, analizando “Red Eye” fríamente tenemos un trabajo entretenido aunque no brillante. Simple, sencillo y directo Rock, con letras y estribillos curiosos y riffs muy típicos pero efectivos. Es como si estuviésemos ante un disco de un ROSENDO a la inglesa. Cuando acabe el trabajo no retendremos nada en la memoria, aunque tampoco lo habremos pasado mal. De retener realmente sólo se nos quedará un tema, “Paranoia Strikes”, precisamente el corte más enérgico y directo y aún así no pasaría de una cara B en el pasado (SPV no es tonta y por eso lo ha escogido como single de adelanto…). Del resto, momentos más Blues, momentos más Rock, momentos más groovies, pero todo demasiado estático y constante. Sin momentos memorables ni nada que nos sorprenda.


Ya la propia “Red Eye” puede servirnos de llamada de atención: comenzar un disco así es cuanto menos arriesgado. Si esperas algo directo que te deje en el sitio no lo vas a encontrar. El propio Zodiac debió de ser consciente y por eso en el segundo tema opta por la energía de “Paranoia Strikes”, pero después se vuelve a sumergir en la estructura fácil y el riff sencillo con estribillos de retención peregrina. “Back To School” también está muy bien, muy clásica en su concepción, muy sesentera pero con distorsión Heavy. Igual que “Jolly Roger” que tiene algún que otro amago más puramente New Wave. Y luego tenemos “200 Mph”, en donde supongo que Zodiac ha querido hacer un guiño al primer trabajo de VARDIS y casi, sólo casi, le sale, por un inicio francamente bueno que parece que va a hacernos remontar… pero luego tienes por delante 7 minutos en donde la música se ralentiza y casi hasta se vuelve un homenaje a BLACK SABBATH y no vuelve a remontar hasta el último minuto (obviando la “outro” o lo que sea con lo que acaba, con los músicos hablando entre sí casi un minuto…), ya sin la misma excitación del inicio. Y para acabar, “Living Out Of Touch”, otro Rock clásico y sin más intención que la de recordar el grueso de “Red Eye” y que tiene cierto aire al “Please Don’t Touch” de MOTÖRHEAD y se acabó lo que se daba.

Para mi gusto “Red Eye” pasará sin pena ni gloria y los que no hayan oído hablar de VARDIS o ya ni los recuerden, van a dejar de hablar de ellos de nuevo pronto o ni siquiera se darán cuenta de su vuelta. Tenemos delante un trabajo encorsetado, mecánico y casi de abuelos del Imserso… que no aporta nada ni a VARDIS ni a nuestros oídos, aunque tampoco sea malo, técnicamente hablando. Los años no perdonan.

Raúl Ureña Salgado

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