Crítica de DGM - The Passage

DGM publica “The Passage”, un disco impecable y que encantará a los amantes del Metal Progresivo, cargado de mucha melodía y con mucha música que ofrecer, que seguro enganchará a nuevos fans

Puede parecer que no están ahí, pero están. Los italianos DGM llevan editando discos de forma regular desde hace 20 años y aunque no lideren giras e incluso sean teloneros habituales de secundarios con caché, han mantenido un nivel discográfico constante, avanzando en cada nueva entrega y renovándose cada vez, tanto musicalmente hablando como su propia formación. Sin seguir sus inicios, llamaron mi atención con un “Different Shapes” muy bueno, continuado años más tarde por un “Momentum” muy notable y ahora con Frontiers Records como nueva casa para sus ediciones, aparece “The Passage” y nos encontramos con uno de los discos que seguramente esté en mi top 10 de este año, incluso aunque tenga que repasar todos los lanzamientos de los que he dicho esto desde que comenzó 2016.

La curiosidad del nombre de DGM es digna de mención. Las siglas provienen de tres de sus componentes originales, Diego, Gianfranco y Maurizio, y paradojas de la vida, ninguno de los tres está ya en la formación (el último en hacerlo fue Diego Reali en 2006 antes de sacar el citado “Different Shapes”). No era plan de cambiar de nombre después de cinco discos y una década de carrera, así que el batería Fabio Constantino (el miembro más antiguo) y los demás siguieron adelante, consolidándose nuevamente cuando el actual vocalista, Mark Basile entró en la formación. El cambio de discográfica hacia un Frontiers que cada vez adquiere más grupos de Metal Progresivo en su paleta, parece que les ha venido bien porque “The Passage” supone un paso de gigante para DGM perfeccionando su fórmula a lo SYMPHONY X, EVERGREY y los mejores DREAM THEATER, hacia terrenos de mayor protagonismo de la melodía (en este sentido también me recuerdan a sus compañeros de sello CIRCUS MAXIMUS). De principio a fin un disco muy compensado, muy bien llevado, con un trabajo increíble de Basile y unos solos cargados de melodía y virtuosismo al mismo tiempo.

La producción me recuerda mucho a SYMPHONY X, poderosa en rítmica, pero luminosa en la voz y los pasajes más melódicos. Los teclados tienen la presencia justa y el trabajo mastodóntico de Fabio tras los parches adquiere un protagonismo monstruoso en los cortes más acelerados (destacando “Dogma” que es uno de los temas más efusivos y veloces del trabajo, y aún así Basile tiene momentos de brillantez absoluta no sepultado en medio de los riffs y las cabalgadas de batería y doble bombo). Precisamente la comparación tanto con SYMPHONY X como con EVERGREY no cae en saco roto, pues en “The Passage” colaboran miembros de ambas bandas, en concreto la voz de Tom Englund en “Ghosts Of Insanity” uno de los cortes más memorables del disco por su estructura poderosa y sus riffs pesados, cantando a dúo con Basile de manera complementaria y brillante, teniendo en cuenta la oscuridad general del corte. Por otro lado el propio Michael Romeo de SYMPHONY X es artífice de los solos de guitarra del ya citado “Dogma”. Ya en el pasado en “Momentum” colaboraría con los italianos también Russel Allen, con lo que la conexión con SYMPHONY X es evidente.


El trabajo se abre de forma atípica con un extenso tema dividido en dos partes lleno de orquestaciones y arreglos. “The Secret” recorre así casi 16 minutos de pasajes de todo tipo, grandilocuentes, virtuosos, melódicos… sin darnos cuenta de que el tiempo pasa ante nuestros oídos. Sería más lógico pensar que este tema debería haber cerrado “The Passage”, como ocurre en trabajos de otros discos de grupos de Metal Progresivo. Sin embargo, creo que al colocarlo de partida, DGM consigue que atendamos al tema con todos nuestros sentidos intactos. Además “The Secret” tiene los suficientes elementos para ser recordado y no alargarse sin sentido. Tras esta magna apertura, los singles “Animal” y “Fallen” cumplen su misión de ser un buen escaparate del trabajo. La primera con esa introducción que parece sacada de THE WHO, destacando sus melodías vocales y los solos de guitarra y la segunda mucho más poderosa y oscura, para desmelene de todos los miembros del grupo.


La parte emotiva del grupo la tenemos con pequeños cortes como “Disguise”, un interludio con Basile y el teclista Emanuele Casali como únicos protagonistas para lucimiento del vocalista y el postrero “In Sorrow”, muy agradable de escuchar y poderosa en sentimiento (en la edición limitada encontramos además una versión acústica de “Animal” como curiosidad final). Y también hay sorpresas como el inicio electrónico de “Portrait”, luego desarrollado en un desenfreno de riffs y cambios de estructura o “Daydreamer” que empieza como un corte de Metal al uso pero de repente las guitarras lanzan síncopas y el teclado se vuelve hammond, como si estuviésemos ante un tema de GLENN HUGHES o JEFF SCOTT SOTO en sus facetas más Funk (el coro central es mucho más oscuro y contrasta con esa festividad sincopada), detalle de agradecer para dar mayor variedad sonora a un disco que aunque sea extenso se pasa en un suspiro sin darnos cuenta, señal de que se han hecho las cosas bien en él.

Es curioso la cantidad de grupos mediocres que hay en Italia y también otros que son gloriosos y no tienen tanto bombo como es el caso de DGM. Los hayas escuchado o no previamente, “The Passage” es un disco impecable y absolutamente disfrutable de principio a fin para los amantes del Metal Progresivo con mucha melodía y mucha música que ofrecer. En abril de 2017 les tendremos por la península acompañando a dos compatriotas suyos como son TRICK OR TREAT y los más parecidos en estilo SECRET SPHERE, hasta entonces “The Passage” se cuela en mi lista de fin de año casi con total seguridad.

Raúl Ureña Salgado

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