Crítica de ZYPHRA - Revolución

ZYPHRA - Revolución

No creo que se pueda decir que el combo madrileño ZYPHRA haya dado un salto cualitativo verdaderamente vistoso con "Revolución", su nuevo retoño, con respecto a “Ciudad Sin Ley”, el que fuera su anterior trabajo; sin embargo, sí se me antoja justo remarcar que la banda se muestra en esta ocasión menos conformista y algo más ambiciosa que en su ópera prima, editada hace tres años. Sin desmarcarse ni un ápice de ese estilo encorsetado entre el Heavy Metal y el Hard Rock, el cuarteto nos ofrece una propuesta que, a pesar de que no vaya a ser recordada por su originalidad, les regala a nuestros oídos un puñado de canciones entretenidas que se mueven dentro de la corrección y funcionalidad en el género, siendo algunas de ellas bastante pegadizas, lo cual ni mucho menos es poco, dada la abrumadora saturación de discos que vive la imprevisible escena metalera.

Como decía en el arranque, hay algunas diferencias entre este disco y su predecesor, aunque el sonido extraído en ambos, tan clásico como atemporal, sea del mismo pelaje. Por ejemplo, en algunas canciones se percibe rápidamente un mayor esfuerzo por parte de la agrupación a la hora de definir melodías y perfeccionar la presentación del producto. Hasta el diseño de la portada y del libreto tiene una mayor fuerza visual y es más atractivo que el ofrecido en el compacto previo, lo cual es otro acierto que suma para ZYPHRA.

Sobre los temas que contiene el álbum diría que la banda ha concentrado los más potentes y resultones en la primera mitad del álbum, lo cual quizá desequilibra un poco las buenas sensaciones de mejoría que profesa el trabajo y que acabo de comentar en párrafos anteriores. "Revolución", por su letra reivindicativa que invita a luchar en tiempos turbulentos, y el dueto “Dentro Del Cristal” y “Para siempre”, las cuales tienen los mejores estribillos de todo el compacto, son el mejor ejemplo de que el arranque del álbum denota máxima efectividad.


 

Tras esta primera tirada de temas, nos encontramos con otros ramalazos de buen hacer, como “Hijos De La Ira”, en cuyo comienzo Monserrat Muñumel ha prestado su voz lírica para darle un empaque ligado al Metal sinfónico de NIGHTWISH, mientras que Christian Gálvez, el presentador del concurso televisivo “Pasapalabra” ha hecho lo propio dejando unas frases a modo de narración. También resulta llamativo el oscuro comienzo de “Inmortal”, aferrada a una orquestación un tanto lúgubre y a un soniquete con ciertas raíces árabes que acompañan al tema. En “Frío”, por su parte, resalta la colaboración de la vocalista Bárbara Black, mientras que en “Vivo en Madrid”, el cierre del trabajo, nos zambullimos en un viaje costumbrista por la capital mediante una melodía de voz sedosa, una guitarra acústica e incluso un saxofón que me trasladan a los ÑU más melódicos y sentidos de temas como “Una Copa Por Un Viejo Amigo”.


ZYPHRA evoluciona con "Revolución"

ZYPHRA ha experimentado una pequeña evolución con respecto a su primer lanzamiento, puliendo algunos matices y equilibrando mejor sus temas, pero sin cambiar o edulcorar su propuesta. Puede que la formación madrileña no dé pasos de gigantes, pero sus escuetos avances se hacen notar y, quizá, en un futuro no muy lejano nos sorprenda con un trabajo mucho más redondo de lo que hemos escuchado hasta la fecha. Estoy convencido de que llegará.


Discográfica: Autoeditado

Reseña
Nota
7
Artículo anteriorCrónica del Hellpress Fest 2018: GRAPESHOT, GLOOM, CRIMSON SLAUGHTER y EXODIUM
Artículo siguienteCrítica de VENOM INC - Avé
Licenciado en Comunicación y redactor en varias webs especializadas en Rock y Metal desde hace más de una década, plataformas que me han servido, al igual que el actualmente aparcado mundo radiofónico, para darle rienda suelta a mi creatividad enfocada a una de mis grandes pasiones: la música. A su vez, soy un gran entusiasta del cine en todas sus vertientes, especialmente en la rama dedicada al terror, fantasía y ciencia-ficción.
critica-zyphra-revolucionLa formación madrileña se muestra en esta ocasión menos conformista y algo más ambiciosa que en su ópera prima, editada hace tres años.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí