Conciertos de ARCH ENEMY, WINTERSUN, TRIBULATION y JINJER - 20 de enero de 2018, Madrid (sala La Riviera)
Con la sensación de haber pasado una gran tarde y de haber disfrutado de unos conciertos llenos de fuerza y energía, es como salimos el pasado sábado de la sala La Riviera de Madrid, que desde hacía días tenía colgado el cartel de sold out. Todo ello gracias a cuatro grupos que dieron lo mejor que saben encima del escenario para sus fans españoles. Por supuesto, estoy hablando de JINJER, con la brillante (luego veréis por qué) Tatiana Shmailyuuk al frente, TRIBULATION y la oscuridad que emanan a través de su líder Johannes Andersson, WINTERSUN con la épica finlandesa como bandera y, cómo no, ARCH ENEMY, con una Alissa White-Gluz que consiguió enamorar a todos los asistentes.
[Lee aquí la crónica de Barcelona]
Media hora antes de las 17:30, hora prevista para la apertura de puertas, la cola de gente con ganas de ver a las bandas mencionadas ya llegaba al surtidor de gasolina que se encuentra cerca de La Riviera, muchos de ellos menores, acompañados por sus padres.
JINJER
Con diez minutos de retraso sobre la hora marcada por la organización, a las 18:10, los ucranianos JINJER, en un escenario reducido (la batería de ARCH ENEMY ocupaba gran parte del escenario), uno a uno fueron apareciendo Roman Ibramkhalilov a la guitarra, Eugene Abdiukhanov al bajo y Vlad Ulasevich a la batería, terminando la formación con la grandísima Tatiana Shmailyuk, embutida en un mono plateado y con su melena rizada al viento.
Con una fuerza impresionante, fueron desplegando algunos de sus grandes éxitos ante el respetable. Así, y con el poco tiempo que tenían, nos ofrecieron seis grandes temas como son "Words Of Wisdom", "Sit Stay Roll Over", "I Speak Astronomy", "Just Another", "Pisces" y "Who Is Gonna Be The One", que fueron ejecutados a la perfección prácticamente, y que desde el inicio levantaron al público asistente.
Con unas luces de fondo que en su mayoría eran haces blancos, casi flashes que en ocasiones llegaban a molestarnos los ojos, la banda dio lo mejor de sí, destacando, sobre todo, la actitud y la presencia de Tatiana encima del escenario. Qué porte, qué macarra y dulce a partes iguales, qué energía, qué capacidad de llenar el escenario tiene esa mujer. Es imposible no quedarse absorto mirándola, y eso fue lo que ocurrió a lo largo de la media hora aproximadamente que duró el concierto.
JINJER, desde luego, es un valor seguro en directo. Podrá tener un mejor o peor sonido, pero en actitud en escena y en ejecución, no decepciona. Esperemos seguir recibiendo sus visitas durante mucho más tiempo.
TRIBULATION
Como segundo plato fuerte de la noche aparecieron con las caras pintadas los suecos TRIBULATION, mostrando al público patrio su Death/Black Metal Progresivo, que consiguió llenar la sala de un ambiente decadente, oscuro, y que recordaba en muchas ocasiones a las películas clásicas de terror de Christopher Lee o Bela Lugosi. Una decadencia muy a lo TYPE O NEGATIVE.
Personalmente, en cuanto a estilos considero que son los que menos pegaban, por así decirlo, con el ambiente general, precisamente por esa esencia más oscura y alejada a lo que ofrecieron el resto de bandas. Sin embargo, todos los asistentes terminamos con un gran sabor de boca de su bolo. Los suecos, sin duda, se lucieron.
A las 19:50 aparecieron, tras sonar "La Vie En Rose" de Edith Piaf (sí, no es coña), los cuatro miembros de la banda, todos, como ya he dicho, con su cara pintada, tanto, que Adam Zaars y Jonathan Hultén a las guitarras, desde el foso, daban la impresión de ser dos chicas.
Con una energía intachable y como sumergidos en una especie de trance por el mundo de las tinieblas, rodeados de luces en su mayoría verdes, nos deleitaron con "Lady Death", "Melancholia", "The Motherhood Of God", "Suspiria De Profundis", "Nightbound", "Strange Gateways Beckon" y "The Lament", todas tocadas casi de seguido puesto que, haciendo gala de su procedencia nórdica, fueron parcos en palabras.
Pese a que durante "Melancholia" hubo problemas con una de las guitarras, que no sonó prácticamente durante todo el tema, los nórdicos dieron una buena lección de goticismo y oscurantismo que nos dejó con ganas de más, sobre todo cuando como música de fin de fiesta nos pusieron "Across The Universe" de THE BEATLES (y no, tampoco es coña).
WINTERSUN
Si la épica tuvo un nombre el sábado por la noche, ese fue el de los finlandeses WINTERSUN, y no solo por sus melenas rubias, sino por la actitud, las ganas de animar y disfrutar junto con el público. Tanto, que lo único que echamos de menos los asistentes fue haber acudido con un cuerno lleno de cerveza en la mano.
De nuevo con unos cinco o diez minutos de retraso sobre la hora marcada, aparecieron Jari Mäenpää y los suyos sobre el escenario, con luces completamente claras de fondo (lo que facilitó la labor de los fotógrafos, he de decir), y, completamente enchufados, se lanzaron a la palestra con "Awaken From The Dark Slumber (Spring)", para seguir, casi sin descanso, con "Winter Madness" y "Sons Of Winter And Stars", que fue, sin duda, la más coreada y celebrada de la noche, pidiendo Jari al inicio que el público encendiera las linternas de los móviles para animar. Impresionante.
"Loneliness (Winter)", "Battle Against Time" y "Time" (durante la cual Jari cogió el ventilador de Teemu Mänstysaari, en la guitarra, para ponérselo en la cara), fueron los tres cortes, todos ellos temazos, que cerraron el concierto de los de Helsinki, que en casi la hora que duró su concierto consiguieron preparar al público para el bolo más esperado de la noche: ARCH ENEMY.
Esperemos que esta banda no se olvide de pasearse de vez en cuando por nuestro país, porque es un grupo al que ver en directo.
ARCH ENEMY
¿Qué decir de los suecos que no se haya dicho ya? ¿Qué decir de esa gran (y no precisamente por tamaño) Alissa White-Gluz que llena el escenario con solo su presencia? Después de haber visto los conciertazos que dieron el año pasado en el Resurrection Fest () y en el Leyendas del Rock, sólo podía esperar un bolo de alto nivel, lleno de energía, de fuerza y de Death Metal. Pues bien, ARCH ENEMY no defraudó y, salvo alguna cosilla que más adelante relataré, ofreció un concierto de diez.
A las 21:30 horas, y tras haber sonado "Ace Of Spades" de MÖTORHEAD como preludio a la fiesta de los suecos, y posteriormente la intro de su último disco "Will To Power" -"Set Flame To The Night"- fueron apareciendo Daniel Erlandsson a la batería, Sharlee D’Angelo al bajo, Jeff Loomis y Michael Amott a las guitarras, para concluir con la guapísima e impresionante Alissa White-Gluz y lanzar a la palestra su éxito "The World Is Yours", que desde el primer momento enloqueció al personal, entregándose por completo a la banda.
De esta forma, ante una Riviera llena y con una Alissa imparable, saltando desde las peanas que estaban al frente del escenario, arrodillándose, moviéndose a lo largo del escenario sin parar, y durante la hora y media aproximada que duró el concierto, pudimos disfrutar de grandes hits, sin olvidar, tampoco, la presencia del gran último disco que la banda lanzó en septiembre del año pasado. Así, disfrutamos a continuación de "Ravenous", "Stolen Life", "The Race" (muy cañera), "War Eternal", "My Apocalypse", "Blood In The Water", "No More Regrets", "You Will Know My Name", "Bloodstained Cross", "The Eagle Flies Alone", "Reason To Believe", "As The Pages Burn", "Intermezzo Liberte", "Dead Bury Their Dead" y "We Will Rise".
Como bis correspondiente dejaron en la retaguardia "Avalanche", "Snow Bound" y, cómo no, "Nemesis", la gran esperada por los asistentes, y que, desde luego fue un gran fin de fiesta, dejándonos a todos con ganas de más.
Con cañones de humo en los laterales (lo que restó calidad y definición a las fotos), y grandes focos a la altura de la batería rodeando a la banda, los suecos consiguieron lo que querían: dejar a toda una Sala La Riviera, con el cartel de sold out colgado desde hacía tiempo, rendido a sus pies.
No obstante, y a fin de ser sinceros, han de resaltarse algunos puntos, podríamos decir negativos del bolo. Por un lado, algún problema con el micro de Alissa, sobre todo en "Stolen Life", y por otro, Michael Amott, que en algunos temas se le notó fuera de onda, de contexto, de personaje (como se diría en términos teatrales), lo que provocó que los solos no salieran como debieran haber salido. Así ocurrió en "Bloodstained Cross" y en "Nemesis", donde se le notó nervioso y fuera de tono; y en otros temas, en las armonías que realizaba a dúo con Loomis, en alguna que otra también perdió la melodía.
De todas formas, esto no queda nada más que en una mera "anécdota". La sensación con la que nos quedamos todos los asistentes fue la de que habíamos asistido a uno de los mejores conciertos del año, y eso que solo estamos empezándolo.
Como comprenderéis, y ahora que acaba de anunciarse su presencia en el Download Festival Madrid, estamos deseando volver a verles.
Promotora: Madness Live!
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