Muchas ganas de escuchar en directo y como cabezas de cartel a CIVIL WAR, formación sueca de Heavy Metal que muchos enmarcan dentro del 'estilo SABATON' (no en vano, tres de sus miembros son ex de la citada formación) que ofrece marchas épicas, fanfarrias memorables y letras de alto contenido bélico. Para la gira española la promotora Kivents decidió apostar por otras dos bandas de similar contenido aunque de géneros distintos, Power Metal, DRAGONHAMMER y PERSEUS, ofreciendo de esta forma varias noches de gran calidad de música en directo y fiesta sobre el escenario.
La Sala Lemon, lugar de la cita madrileña, abría sus puertas puntual a las ocho menos cuarto y allí ya nos congregábamos medio centenar de personas (una alegría comprobar que habñia más público que prensa, algo terrible en muchos conciertos a los que acudimos en la actualidad) y con la precisión de quien se sabe 'telonero de teloneros' PERSEUS hacía acto de presencia sobre el escenario a las ocho en punto.
PERSEUS
PERSEUS, con dos álbumes a sus espaldas, “The Mystic Hands of Fate” y “A Tale Whispered in the Night”, proviene de Italia y parece una banda sacado del momento más glorioso del Power Metal del sur de Europa de finales de los 90. Sus canciones son rápidas, muy variadas (en su segundo álbum se puede apreciar un nada velado homenaje al clásico “Operation Mindcrime” de QUEENSRYCHE) lo que es de agradecer, y su propuesta en el escenario mejora notablemente lo que puede escucharse en sus grabaciones. Toda una sorpresa en actitud y presencia.
Atacaron el respetable con la intro de su segundo trabajo seguida de "The Diary", corte veloz y espídico al que se le puede achacar que no incluyese los arreglos de teclado (no fueron acompañado de teclista) pero en absoluto resiente el total. Como ya hemos comentado, desde el primer momento su sonido sorprendió por la claridad y la ejecución. "Hidden Murders", también de su segundo LP fue la siguiente descarga, tema que recuerda a los mejores cortes de “Operation Mindcrime”. Durante esta descarga su cantante Antonio Abate se dedicó a grabar un vídeo con su móvil. Ya en ese momento se apreciaba que para ellos era una fiesta y un lujo estar de gira junto a CIVIL WAR, y ese sentimiento lo contagiaron a los asistentes.
El primer parón de escasos segundos lo hicieron para presentar "Magic Mirrors", el single de su segundo álbum. Un tema con muchísimos agudos. Justo su fuerza en las tablas hicieron que el medio centenar de personas congregadas disfrutasen muchísimo con él, aunque no abundaban los fans acérrimos. El corte "Memories", procedente de su primer disco, sonó mil veces mejor que como se puede apreciar en el trabajo original. Siguieron con "Deciever", el que es el tema favorito del grupo tal y como confesaron y atacaron luego con lo más parecido de su repertorio a un medio tiempo, que es "Son Of the Rising Sun" para levantar el vuelo con el tema final, "Ride Of The Pegasus", cierre épico para su breve show que también inmortalizaron con su móvil. Todos los componentes de la banda, Cristian Guzzo y Gabriele Pinto (guitarras) Alex Anelli (bajo) y Andrea Mariani (batería) se lo pasaron en grande y como hemos dicho, contagiaron con su felicidad a todos los asistentes.
Su breve descarga dejó la sala llena de energía, pese a ser poco conocidos lograron conectar con el respetable y eso es lo que hay que valorar; además por parte de quien esto escribe, se han ganado un nuevo seguidor.
DRAGONHAMMER
Apenas quince minutos de descaso tuvimos cuando DRAGONHAMMER saltaron al escenario sobre las nueve menos cuarto. También procedentes de Italia, su Power Metal es de corte progresivo, con gran importancia en las líneas de teclado. Una lástima que el sonido no estuviese a la altura de la calidad de sus canciones ya que, por ejemplo, salvo en los solos e intros, el teclado era apenas perceptible, al igual que varios fallos técnicos hicieron que la voz de su cantante quedase apagada por el resto de instrumentos.
Comenzaron con "Legend", de su tercer disco “Blood Of The Dragon”, tema rápido de estribillo pegadizo y melodía que taladra cualquier cabeza, imposible despegársela luego. Son sus teclados lo que hacen especial cortes como este, que devuelven al público a, como decíamos, los finales de los años 90 y al Power de espadas y dragones descarado y desvergonzado. Inmediatamente enlazaron con "Seek In The Ice", de su segundo LP “The X Experiment”, corte muy progresivo con una base rítmica muy potente y cuidada, excelente trabajo el de su baterista Andrea Gianangeli, y con presencia constante de los teclados de Giulio Cattivera. Si el sonido hubiese acompañado se hubiesen podido apreciar en todo su esplendor. Tanto el bajista Gae Amodio como el guitarrista principal Flavio Cicconi no pararon de moverse por el escenario durante todo el concierto. Como anécdota señalar que Max Aguzzi, el vocalista de DRAGONHAMMER, no pudo participar en la gira española por asuntos personales y su sustituto fue Luca Micioni, procedente de la banda INFINITA SYMPHONIA. El primer tramo de su concierto siguió con "Fear Of A Child", de su debut “Time For Expiation”. Las primeras filas del público, que ya en este momento había aumentado de forma considerable, conocía los temas de la banda, lo que siempre es una alegría para los intérpretes.
"Believer" fue el siguiente tema en sonar, también de su primer disco. Un corte rapidísimo y con unos teclados y melodías de guitarra muy épicos que enlazaron con "The End Of The World", que los presentes recibieron con locura. Es en esta interpretación donde los italianos sufrieron más los problemas de sonido, que dejaron a la voz por debajo del resto del grupo en varias ocasiones, entre otros fallos que se fueron solventando durante el resto del concierto, aunque acompañaron por desgracia hasta el final. Continuaron con "Blood In The Sky", que posee una melodía muy pegadiza fue donde todos los componentes del grupo tuvieron su momento de lucimiento individual en sus diferentes tramos.
"The X Experiment" fue lo más parecido que tuvimos a un momento de relax dentro de su concierto. Se trata de un medio tiempo progresivo y de guitarras pesadas con una gran atmósfera y genial para el headbanging. A estas alturas llevamos más de una hora entre ambos grupos y no hemos tenido ningún respiro. Es imposible aburrirse o sentirse de bajonazo porque el chute de Power en vena alcanza ya los niveles de de sobredosis. Y aún quedaban los principales.
Preparando el final de su show, DRAGONHAMMER invitó a todos a pasarse por la zona de merchan para apoyar a las bandas y a continuación descargó su tema homónimo, "Dragonhammer", incluido en su tercer trabajo. Sabía que se acababa su show y dio todo en este momento final enlazando con la veloz "Last Solution".
DRAGONHAMMER ofreció un concierto notable solventando todos los fallos técnicos de la forma más profesional que puede hacerse, nada de cabreos y atacando con lo que se tiene a mano. Además, su repertorio abarcó todos sus trabajos por lo que resultó variado e ideal para descubrirles. De nuevo, una pena la pelota de sonido que llegaba a formarse a veces, pero en el Power Metal suele suceder esto si no están los hados con los músicos en la noche de turno.
CIVIL WAR
Y llegó el momento esperado de la noche, con más de un centenar de personas reunidas en la sala y los nervios a flor de piel. La banda sueca pisaba nuestro país por primera vez y lo hacía en las mejores condiciones: gira propia como cabezas de cartel y, como pudimos comprobar, muchísimas ganas de demostrar en directo que se trata de un proyecto sólido que puede dar al público lo que promete en sus álbumes. Lo primero que llama la atención de su puesta en escena es que prescinden de bajista, al igual que en sus grabaciones, por lo que toda la parte rítmica la vamos a encontrar ejecutada en guitarras, teclado y su aplastante baterista. Esto no va a restar en absoluto potencia a su directo, que como vivimos, fue brutal y compacto. El sonido acompañó en todo momento, solventados los problemas sufridos con los teloneros y durante hora y cuarenta minutos CIVIL WAR demostró su valía ante el público madrileño.
Ataviados con las características casacas que pueden verse en las promociones de segundo y reciente LP “Gods And Generals” la banda hizo acto de presencia a las diez de la noche. Sin atrezzo y apenas florituras (un par de veces usaron hielo seco) asaltaron el escenario y descargaron "USS Monitor", perfecto para iniciar el show, teclados potentes, guitarras rapidísimas y una línea vocal ideal para que Nils Patrik Johansson pueda lucirse desde el principio. Además su característica y cómica mueca de ojos cerrados no le abandonará durante todo el show, lo que hace que uno no sepa si se lo está pasando en grande o si está sufriendo retortijones mientras actúa. Siguieron con "Saint Patrick´s Day", de su primer disco “The Killer Angels”, con su estructura de himno y en la que se disfruta desde el principio la ejecución de los dos guitarristas Rikard Sundén y Petrus Granar apoyados en todo momento por el teclado de Daniel Myhr, los cuales sonaron a las mil maravillas durante toda la actuación. El tercer tema de la noche fue "Savannah" a modo de intro.
Con "Gettysburg" siguió recorriendo su breve discografía, que empieza brutal y es el típico tema medio tiempo que pide golpear el aire una y otra vez con los brazos en alto. "Sons Of Avalon" volvió a los fueros más rápidos, con unos riffs veloces y una batería salvaje de Daniel Mullback. Con "Admiral Over The Oceans" retornó a su último disco y Nils efectuó un pequeño cambio de vestuario. Durante todos estos temas el público no dejó de corear y acompañar a la banda en todos los temas y en esta interpretación es una de las mejores ejecutadas gracias a que el sonido mantuvo el tipo. Canciones con dobles coros, fraseos, teclados constantes como esta piden que todo suene a la perfección y en esto el público tuvo muchísima suerte esta noche ya que pudo apreciar sin problema todo el buen hacer del grupo.
"Lucifer´s Court" se inicia con unos inconfundibles teclados y melodía que hacen enloquecer al personal. Lo mismo podemos decir de "Braveheart", tema muy divertido en el que los suecos se apoyaron en los asistentes. Ya sabemos, el clásico y obligado “sing along yeah”. No es un corte veloz, pero sí posee gran contundencia por su variedad, coros y estribillo. "Knights Of Dalecarlia" mantiene el patrón de los temas escogidos para el directo, canciones con estructura de himno que los asistentes pueden corear para darle todo el apoyo a la formación y que en ningún momento de la noche dejó de desgañitarse sus gargantas.
En este punto CIVIL WAR afrontó la recta final de la noche y lo que llegase ya sería regalo para el público dependiendo del tiempo que quedase. La emotiva "Schindler's Ark" y la embriagadora "Gods And Generals" fueron los temas de cerrar el gran primer segmento de la actuación. Tras ellas, asistimos a una pequeña retirada del escenario por cortesía protocolaria, que por suerte no dura más que un par de escasos minutos, y de nuevo tenemos a los suecos listos para acabar la noche por todo lo alto.
"Bay Of Pigs" tuvo el honor de iniciar el bis de la banda, uno de los cortes más meritorios de su segundo trabajo. Sobra decir que todo el mundo ya estaba rendido a sus pies. Antes de descargar "I Will Rule The Universe" el grupo aprovechó unos minutos para presentarse y cerró por todo lo alto con "Rome Is Falling", de su EP homónimo. Cierre de filas, abrazos y fotos con el público mientras suena "When Johnny Comes Marching Home", lo que no deja de tener su gracia y final de concierto.
Ha sido un show tremendo de hora y cuarenta minutos de duración, digno, potente y ajustado a los medios que permitía la sala. Ojalá el cómputo de la gira española sume en positivo para que podamos ver más veces a la banda por nuestros locales de conciertos, aunque lo que sí es seguro, tal y como nos comentó su teclista tras el show, es que les veamos de nuevo en uno de nuestros festivales más internacionales. Contando los días para que esto se haga realidad.
Crónica y fotos: Samuel González y Daniel Cabrera
