Crónica de POWERWOLF, BATTLE BEAST y ASHES OF ARES en Londres

Hasta Londres tuvimos que desplazarnos para poder asistir a una de las giras más potentes de este otoño en lo que a Metal melódico se refiere, comandadas por los germanos POWERWOLF, que actualmente estan gozando de un gran éxito entre los acólitos del Power Metal, y seguidos por los fineses BATTLE BEAST, ASHES OF ARES (la nueva banda de Matt Barlow, es ICED EARTH) y nuestros queridos, y ligeramente influenciados por MANOWAR, MAJESTY.

Aunque en un principio el orden de actuación de los grupos ponía a MAJESTY como antesala de POWERWOLF, en este bolo se cambió el orden, tocando ASHES OF ARES después de BATTLE BEAST. Una decisión un tanto extraña, teniendo en cuenta la trayectoria de los grupos y la base de fans de estos mismos, y que se habrá hecho por cuestiones meramente discográficas, ya que MAJESTY es el único “descolgado” del cuarteto (los otros tres pertenecen a Nuclear Blast).

Tras pedir una buena pinta de Guinness, nos dispusimos a disfrutar de una buena noche de Heavy Metal en tierras bretonas.


MAJESTY

Sin muchos preámbulos, los alemanes comenzaron con su clásico “Metal Law”, coreado por una buena parte del público, seguida de “Into The Stadiums” (los que ellos llenan), “Heavy Metal Battlecry” o “Thunder Rider” entre otras. Cabe destacar la juventud de los miembros del grupo, que parecían recién salidos del instituto para poder tocar con su líder espiritual, el vocalista Tarek Maghary, cuya labor como frontman fue correcta sin más en cuestiones técnicas, si dejamos a un lado ese “quiero y no puedo ser Eric Adams”. No tocaron temas del “Hellforces” o el “Swords & Sorcery”, así como también dejaron de lado canciones de esa obra maestra llamada “Dawnrider”, destinado a ser un clásico del Heavy Metal contemporáneo.

Setlist:

Metal Law
Make Some Noise
Into The Stadiums
Thunder Rising
Heavy Metal Battlecry
Metal Union


BATTLE BEAST

Tenía muchas expectativas depositadas en los fineses BATTLE BEAST, y desde luego no me decepcionaron. Empezaron arrolladores con el primer tema de su último disco “Let It Roar”, ¡y vaya si rugieron! Su nueva vocalista, Noora Louhimo, es una bestia parda que clavó los temas con una potencia inusitada y sin aparente dificultad, la que dejó atónito a un publico muy entregado.

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Resulta impresionante lo poco que tardaron en encontrar una sustituta a la altura de Nitte Valo, su anterior vocalista, y con un chorro de voz igualmente espectacular.

El resto de la banda, a pesar de estar sobre un escenario bastante reducido, animaba bastante al público y tocaba de manera muy enérgica, transmitiendo ese poderío que desprenden en sus discos. Disfrutó de un buen sonido, a pesar de que a su otro vocalista y guitarrista, Anton Kabanen, prácticamente ni se le escuchara en las partes que protagonizaba (que eran pocas, todo sea dicho).


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La mayoría de su setlist lo basaron en su reciente LP “Battle Beast”, siendo “Cyberspace” y “Enter the Metal World” los únicos representantes de su anterior trabajo. “Neuromancer” y “Out On The Streets” fueron momentos álgidos de su actuación, con estribillos muy coreados y una banda encantada con la buena acogida proporcionada por el público londinense, que no paraba de moverse. Por supuesto no podía faltar “Black Ninja”, su ya famoso single, que desprende ochenterismo y ese toque ninja tan hortera que tanto gusta a niños y mayores. Cerraron con “Out Of Control” y nos dejaron con ganas de mucho más.

Setlist:

Let It Roar
Cyberspace
Out On The Streets
Neuromancer
Kingdom
Black Ninja
Enter The Metal World
Out Of Control


ASHES OF ARES

Tras un aluvión de energía musical, y sin dejar un momento de respiro, subió al escenario ASHES OF ARES, el nuevo intento musical de Matt Barlow para volver a la escena metalera tras sus alocadas andanzas y divertidas aventuras en el mundo de la “gendarmería” y las fuerzas del orden, intentando emular a nuestro héroe Steven Seagal.

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Todo ese subidón que nos proporcionaron las anteriores bandas bajó estrepitosamente a los pocos minutos de la actuación. Estáticos, monótonos y con un material bastante mediocre (sobre todo si lo comparamos inevitablemente con ICED EARTH), los norteamericanos no convencieron al público, que se mostró bastante apagado, y se reflejaba cada vez más en la actuación de Barlow y sus esbirros, que acabo siendo la pescadilla que se muerde la cola. Su setlist consistió única y exclusivamente en temas de su álbum debut, nada de ICED EARTH, que sería lo esperado, ya que un “The Hunter” o un “Burning Times” hubieran salvado un poquito el bolo.

En lo que respecta a lo técnico, la banda cumplió sin muchas florituras, a excepción de Barlow, que si bien los rangos más graves los domina a la perfección, en cuanto subía a tonos más altos se abrían las puertas al festival de los desafines, abusando de unos falsetes que llegaban a ser extremadamente molestos para el pabellón auditivo, y que aun encima el sonido no ayudaba en absoluto, predominando en exceso la voz sobre las guitarras. Desde luego la falta de costumbre, la edad y aporrear chicanos en un barrio de Detroit han hecho mella en las facultades vocales del que otrora nos ofreciera autenticas maravillas como ese fantástico “Alive In Athens”.

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Sus momentos más destacados fueron el arranque con “The Messenger” y “Punishment”, que el propio Barlow reconocía que estaba basada en un héroe del cómic “del cual no diremos el nombre por cosas de derechos y tal”. Suponemos que se refería a Naruto.

Acabaron el show con “What I Am”, y se despidieron con un simple “thank you” y cara de decepción absoluta.

Setlist:

The Messenger
Move The Chains
Dead Man´s Plight
This Is My Hell
Chalice Of Men
The One-Eyed King
Punishment
What I Am

POWERWOLF

Y llegamos al plato fuerte de la noche, el desfile licántropo desde Alemania y parte de Rumanía que llegó a tierras anglosajonas por primera vez para conquistarlas. Con una notable puesta en escena (dentro de la modestia que este tipo de eventos ofrecen, claro esta), ataviados con sus túnicas y maquillados al más puro estilo “Rey Diamante”, arrancaron la velada con “Sanctify With Dynamite” y “Prayer In The Dark”, que no dejaron indiferente a nadie.

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Agolpados en las primeras filas, el público no paró de moverse desde el primer minuto, y coreando temas que ya se han convertido en clásicos instantáneos como “All We Need Is Blood” o “Resurrection By Erection”, esta última dedicada a los hombres de verdad, en palabras de su carismático vocalista Attila Dorn. Esta versión metalizada de Demis Roussos nos ofreció una actuación vocal impresionante, cuyo nivel no bajó en ningún momento y nos ofreció momentos muy divertidos a lo largo del show.

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Y precisamente la palabra diversión es lo que define a la perfección a los alemanes en directo, ya que no pararon de animar al público, haciéndoles participes del espectáculo sin llegar a ser cansinos, con mención especial a su teclista Falk Maria Schlegel, el cual se dedicaba a hacer de animador cuando no estaba a los mandos de su teclado.

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Cubrieron temas de toda su discografía a excepción de su primer trabajo “Return In Bloodred”, que fueron desde “Werewolves Of Armenia” o “St. Satans Day” hasta canciones más recientes como “Coleus Sanctus” o “Kreuzfeuer”. El setlist elegido fué fenomenal, aunque eché en falta algún tema de esa trilogía melódica formada por “Saturday Satan”, “Panic In The Pentagram” y “Murder At Midnight”, con ese sonido tan puramente MAIDEN que desprende y que son las preferidas de un servidor. Puede que sea porque exigen un poco más en lo técnico, ya que los guitarristas-hermanos de la banda no son precisamente unos virtuosos y que fuera de quintas y acordes se ven más perdidos que Txus tocando con NILE, no tan exagerado obviamente, pero esa es la impresión que me dio. De todas maneras es virtuosismo lo que abunda entre este género, y en un concierto se agradecen más las buenas composiciones y estribillos memorables, que un sujeto masturbando un mástil como si no hubiera mañana. Roel Van Helden, al contrario, nos ofreció un solo de batería corto pero intenso, finiquitándolo con el ya más que sobado inicio del "Painkiller".

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El bajista, Angelo Sasso, se mostró inexpresivo durante la hora y media que duró el show.

El falso bis, con “Raise Your Fist, Evangelist” y la sosa, aunque estupendamente interpretada “In The Name Of God” fueron el colofón de una gran noche repleta de aleluyas y amenes varios, en la que la alegría se notaba en los rostros de los hombres lobo germanos y su público, y que nos dejaron con ganas de verlos de nuevo. Un grupo que, al igual que sus colegas suecos SABATON, apuesta por un Metal diferente, divertido y excelente en directo, que esta dando sus frutos y proporcionándoles poco a poco el éxito que merecen.

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Las únicas pegas que podría sacarle a esta gran gira (la que por cierto rondaba los 25 € de precio), sería la ausencia de los power metaleros húngaros WISDOM, que actúan en Alemania o Bélgica en lugar de ASHES OF ARES, lo pequeño que era el recinto para ser Londres, y que no vendiesen camisetas de DAWNRIDER.

Bueno, y que hayan pasado de tocar en España.

Setlist:

Agnus Dei
Sanctified With Dynamite
Amen & Attack
All We Need Is Blood
Sacred & Wild
Resurrection By Erection
Coleus Sanctus
St. Satan´s Day
Kreuzfeur
Werewolves Of Armenia
Dead Boys Don´t Cry
We Drink Your Blood
Lupus Dei
Raise Your Fist, Evangelist
In The Name Of God

 

Crónica: Javier Calderón

Fotos: Dutch Michael (www.flickr.com/photos/13629695@N06) y Nuclear Blast

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