Crónica del festival ROADBURN 2012 (Tilburg, Holanda)

 

El Roadburn es un festival que lleva casi 20 años demostrando que es posible hacer un evento con gusto, sonido y logística perfecta. Dedicado a todos los estilos derivados de los eternos BLACK SABBATH, desde el Heavy Rock, hasta el Doom, pasando por el Sludge, Black Metal o el Stoner (al que da especial importancia), el festival empezó derivado de la web que lo acoge en la red (www.roadburn.com o “Casa del Riff”) como una manera de publicitar la página. Al final, se ha convertido en un festival de referencia para la comunidad underground que quiere disfrutar de conciertos sin saturación de gente, sin peligro de lluvias y con el sonido de garito que siempre se ha necesitado para disfrutar a modo de la experiencia del Riff.

Este festival se celebra en la ciudad holandesa de Tilburg en la Multisala 013 (lugar de otro gran festival dedicado al Death Metal y al Grindcore, el Neurotic Festival) junto al anexo de la iglesia colindante (el Patronaat) como cuarto escenario y cuenta con todas las comodidades necesarias para disfrutar con paz o tranquilidad -algo así como ver conciertos de Metal en una ópera del S.XIX, el escenario principal se asemeja a un anfiteatro con lo que hay sitios para sentarse y el sonido es casi inmejorable- o bien meterte en harina y liarla y divertirse sin parar. Si se añade el hecho de que viene gente de todos los rincones de planeta (algunos conciertos son únicos en cuanto a setlist o bandas) y que el ambiente está salpicado de músicos, promotores y gente del mundillo (Tom Gabriel Fischer de CELTIC FROST y TRYPTIKON o Stephen O’malley de SUNNO))) y GOATSNAKE) hace de esta una propuesta inmejorable para cualquier amante del Heavy Rock y el Rock grasiento en general.


PRIMER DÍA

Y vamos al grano. Siendo este un festival con tantas bandas interesantes, lo primero es elegir qué conciertos ver y cuáles perderse. Una vez hecha la lista y preparada la logística de ida y vuelta (dormíamos en la ciudad de Eindhoven a media hora en tren), llegó el momento de hacerse con la pulsera, tomar ritmo al ambiente y ver las primeras bandas.

 


        

 

Así de golpe y porrazo nos topamos con DUSK (actualmente INVERLOCH). Había expectación para ver como resolvían los australianos DUSK el importante legado que el álbum “Trascendence Into The Peripherial” tuvo para el Doom Metal en general y para la creación del Funeral Doom en particular. Y es que, encarnados con el nombre de DISEMBOWELMENT, en el año 1993 sacaron un pedazo de álbum que ahora casi 20 años después decidieron tocar enterito. Y con formación remozada (con cantante y otro guitarra) lo consiguieron. Aunque al cantante se le quedara el escenario pequeño, sonaron crudos, gruesos, lentos y rápidos a la vez y recordándonos el toque lo-fi que tenía el Doom de aquella época. “Tree Of Life And Death” resumió a la perfección lo planteado.

Con un trono sólo para ellos en el mundo del Black Metal Atmosférico con aires Post-rock que grupos como ALTAR OF PLAGUES, ALCEST o WOLVES IN THE THRONE ROOM han popularizado, los evasivos AGALLOCH salían de su cueva particular para enseñarnos que no sólo de discos vive la banda. Y a fe que lo hicieron.


 

        

 

Repasando su discografía en general pero sus dos más logrados últimos discos en particular los americanos hicieron las delicias de fans del género. Sonido impecable, temas ejecutados a la perfección y sus ya clásicos “Limbs” o “Ghost Of Midwinter Fire” sonando casi perfectos, pero dotados de vida propia. Una joya.


Y llegaron OM. Surgidos de las cenizas de los también reunidos iconos y piezas esenciales de esta edición del Roadburn, SLEEP, El dúo formado por Al Cisneros y Emil Amos, demostró al respetable que menos es más. Sonando como el mantra hindú sónico que emana del Stoner Doom de su banda madre, había dudas si esos ritmos absorbentes pero repetitivos podrían estar a la altura de su legado. Y vaya que si lo están, comenzando un poco dubitativos, poco a poco los instrumentos empezaron a conversar de una manera mágica, induciendo al oyente a una especie de estado de sugestión hipnótica apabullante. El caso de las dos partes de “Cremation Ghat” es un ejemplo perfecto de porque este grupo es mucho más de lo que parece.

Uno de los grupos que más aparentemente parecían fuera de lugar (costumbre habitual de este festival que se agradece, así el año pasado tocaron WOVEN HAND y SCORN) fue KILLING JOKE que presentaban su reciente album “MCXXXII”, un ejercicio de nostalgia y modernidad a partes iguales que pusieron sobre el tablado con la formación original al completo. Comenzando con la altamente adictiva “European Super State” y siguiendo con clásicos como “Requiem” o “Chop-Chop” los ingleses sonaron potentes, llenos de himnos, y abrasivos siempre que era necesario. También como es lógico sonaron temas de su nuevo álbum como “Fema Camp” y pequeños recuerdos a su regreso triunfal a la relevancia de 2003 “Asteroid”. Lamentablemente un incidente con el público, algunos vasos y el stage manager hicieron que el  final que podía haber sido memorable no hiciera justicia al concierto en general.

De manera imprevista se pudo visitar el nuevo cuarto escenario (Patronaat, situado en un edificio a la iglesia adyacente al festival) durante el primer día. Y todo para ver a uno de los mejores clones que tiene BLACK SABBATH en la actualidad, ORCHID. Con un cantante que se asemejaba al mejor Ozzy y con una música que recordaba la época a la que más apela este festival, sonaron enormes recordándonos lo que supondría poder ver a los de Birmingham en 1972 aproximadamente.

Con una evolución tan variada e impresivible como la de los ex black metaleros ULVER era imposible saber hacia donde iban a tirar. Una mirada al cartel nos ponía en una fecha poco habitual: 1967. Una escucha al clásico de ELECTRIC PRUNES “I had Too much to Drink Last Night” y todo quedó claro. Una oda a la psicodelia y al garaje entre 1967 a 1973 totalmente fuera de lugar pero igualmente agradecible.

VOIVOD eran los curators del festival y por ello tenían doble presencia, así que un hueco se abrió a la posibilidad de escucharles en directo, después de ignorarles el año anterior. Y la verdad es que sonaban estupendos, pero había que descansar para poder enfrentarnos a un viernes lleno de sorpresas y pruebas de fuego

SEGUNDO DÍA

Comenzó quizá el menos apetecible de los días del festival con los black metaleros NACHTMYSTIUM, grupo en la onda de bandas que experimental con estilos aparentemente ajenos al Black Metal, tocó en su totalidad uno de los álbumes preferidos por la audiencia: “Instict Decay” de 2006 y la verdad es que sonaron serios contundentes y correctos en ese disco de transición entre el Black Metal primitivo y Rock Gótico ambiental.

 

        

 

Salir corriendo de un escenario a otro como una bala no es recomendable, pero cuando FARFLUNG se vuelve a presentar en este festival no puede uno decir que no. Y es que esta oscura banda que honra el legado de HAWKWIND de la misma manera que MONSTER MAGNET en sus tres primeros álbumes, merecía ser vista. Y vaya si estuvo a la altura. Space Rock, con un poco de Kraut-Rock pero con la potencia metalera del stoner más corrosivo se sucedió con canciones como “Endless Drifting Wreck” o la altamente psicodélica “R-Complex”, que indujo al público a un trance que terminaron por volar en pedazos con un final inmensamente voltaico.

 

        

 

Y, corriendo de nuevo, otra vez al Patronaat para ver algo del concierto de los islandeses SOLSTAFIR. Con un Rock comercial con toques Hardcore y Stoner a partes iguales pero grueso, sólido y con mucha densidad y atmósfera (pequeñas influencias del Post-Rock/Metal tan en boga en la actualidad) y la mitad del catálogo en la lengua nativa, era un concierto difícil de predecir. Y la verdad es que mereció la pena la carrera. Coreable, intenso, con desarrollos largos pero nunca pesados, este grupo es de los mejor posicionados para salir al mainstream con toda razón y apoyo desde el culto que ahora les apoya.

Y de nuevo a la carrera para poder ver algo del concierto de la banda secundaria de J Mascis de los indies DINOSAUR JR., WITCH. Un par de temas aseguraron lo bien que se lo pasa Mascis a la bateria de este vehículo de puro entretenimiento Stoner-Doom. Divertidos y referenciales.

Y aquí llegó uno de los momentos cruciales del festival. Una de las dos actuaciones de los favoritos del público en este festival, los norteamericanos YOB. Con un set dedicado a tocar su disco “The Unreal Never Lived” en su totalidad, la recepción del público del escenario principal fue impresionante. Como si fuera una banda reconocida por todos, su nivel de popularidad sorprende con el Doom progresivo, ambiental y altamente original. Y con la peculiaridad añadida de la voz ‘difícil’de digerir de Mike Scheidt (aunque ahora el guturalismo haya tomado algo de protagonismo). Un éxito absoluto, el trío completado por Aaron Reisenberg y Travis sonó como una maquinaria encajada a la perfección, un sonido apabullante y una brutalidad ensordecedora. Poco importa qué disco toquen los estadounidenses, lo importante es la experiencia de verles tocar, una pura gozada.

Y ya con más calma y menos prisas, a ver a uno de los tantos hijos bastardos del Sludge pantanoso de EYEHATEGOD, BUZZOVEN y WEEDEATER, los canadienses DOPETHRONE. Voces rasposas y agonizantes, ritmos brutos con fondo Blues pero densidad Stoner y sensación ominosa estilo Doom. Ingredientes básicos que bien mezclados siempre funcionan en directo. Y en este caso lo hicieron. Poco original, pero altamente adictivo.

Y para finalizar una de las pocas bandas que no tocaban Doom de ninguna forma, pero cuyo nombre sugiere lo contrario, DOOM. Con su Crust, mezclado con unas gotas de Thrash Metal, algo de Grind y mucha actitud Punk, fue una manera muy intensa y divertida de terminal la jornada, sobre todo al ver como Michael de YOB se tiraba por dos veces del escenario en pleno frenesí nostálgico. Y otro día para el recuerdo…

TERCER DÍA


        

 

La sala Patronaat con su aspecto litúrgico era un escenario perfecto para ver el regreso de los locales CELESTIAL SEASON. Un grupo que mutó tanto durante su existencia que en la última formación no quedaba nadie de los que lo empezaron tiene muchas épocas que representar en directo.

 

        

 

Pero ellos con un ojo clínico decidieron tocar el EP “Solar Lovers” en su totalidad, ejemplo perfecto de su evolución desde el Doom Metal hacia el Stoner con el que acabaron su carrera. Acompañados por un dueto de violín y chelo que completaron a la perfección la actuación, repasaron uno a uno los temas del citado EP además de regalarnos un par de joyas de su clásico “Forever Scarlet Passion”. Doom de tintes góticos en un escenario perfecto en donde destaca esa canción inmensa y atemporal que es “Decamerone”, que nos tuvo todo el día tarareándola.

Tras un breve receso, llegaron unos de los favoritos del presente cronista, los JESU de Justin Broadrick (NAPALM DEATH, GODFLESH…). Un grupo con tantas capas -su Doom-Shoegaze ambiental es muy complejo de representar- que sus directos en general tienden a ser decepcionantes. Por fin consiguió estar a la altura de las grabaciones de estudio.

        

 

Tocando un poco todas las etapas de esta criatura en constante evolución (“Tired Of Me” de su debut, “Star” de su homónimo EP, “Birthday” de su último disco “Ascension”) Justin y Dalton (sigue mostrándose en formato dueto con la batería programada) los ingleses sonaron épicos, conjuntados y tan tiernamente densos y oscuros como la liturgia del edificio eclesiástico en el que estaban tocando. Es posible que puedan sonar mejor, pero cada vez van sonando más intensos.

Y de regreso al escenario principal para prepararnos para el bolazo que iba a ser la reunión de SLEEP, calentamos motores con una de las variadas criaturas de ese icono del Doom y el Stoner que es Wino. Líder entre otros de SAINT VITUS, SPIRIT CARAVAN, HIDDEN HAND, PREMONITION 13 o el supergrupo SHRINEBUILDER, esta reunión con THE OBSESSED era un momento codiciado por muchos de los asistentes. Con temazos de Hard Rock con toquecillos de Heavy Doom como “Streamlined” o “Blind Lightning” dio una lección (como otras tantas veces) de lo que es compromiso y criterio.

Antes de asistir al gran concierto del día y probablemente del festival, hicimos una escapada para ver a los marcianos black metaleros experimentales ORANSI PAZUZU. Intensos y bizarros pero muy interesantes, hicieron de puente perfecto para los inmensos (en todos los sentidos) y memorables SLEEP. Las paredes temblaban, la ropa se estremecía como dotada de vida propia, los órganos internos se descomponían como golpeados por un puño. La mirada al escenario nos recordaba la causa de semejante nausea agria pero deliciosa: SLEEP o lo que es lo mismo Al Cisneros, Matt Pike y (en sustitución del huidizo Chris Hakius) Jason Roeder (de NEUROSIS). Pulsaciones rítmicas como terremotos, voces que evocaban mantras pervertidos y ritmos hipnóticos y densos como el vacío de un agujero negro llenaban la sala y absolutamente todo el público del escenario principal estaba rendido a los pies de los visiblemente más voluminosos líderes del grupo. Uno tras otro, los seis extendidos temas que recorrían muy acertadamente su carrera fueron surgiendo unidos invisiblemente por un cordón umbilical de lava sónica. 

 

   

 

“Dopesmoker”, “Dragonaut”, “Antarcticus Thawed”, “From Beyond”, “Sonic Titan”, “Holy Mountain” en nada más y nada menos que una hora y 50 minutos de puro placer aural. Este grupo y su directo no apela a estilos concretos a pesar de su evidente sonido cercano al Stoner Doom retorcido por el amor hacia sus padres BLACK SABBATH. Esto apela a lo más profundo del amor por cada persona por el riff y por la distorsión en general. Una lección sobre quién es quién y un consejo para los que alguna vez puedan ver a esta banda en directo: Si no les ves, será tarde para cuando te des cuenta del error que has cometido.

Y para finalizar la HEAVY JAM de J Mascis y compañía. Una sólo tema de 50 minutos muy cañero e imparable, que de forma anecdótica y como ejercicio de puro placer aural , fue un colofón perfecto para el antepenúltimo día del festival…

 

 

AFTERBURNER

Y finalmente el día de la despedida… Acostumbrado a festivales de tres días, esto del cuarto día se antoja un poco excesivo para la capacidad media de atención del ser humano. Además la experiencia del año pasado, con un cartel impresionante (BLACK MOUNTAIN, DEAD MEADOW, SOURVEIN, BLACK PYRAMID, SAMSARA BLUES EXPERIMENT) que aún así no pudo ser disfrutado en su totalidad dado el cansancio extremo, nos puso a todos sobre aviso. Pero parece ser que el cartel más dinámico de este año o las energías acumuladas dieron para disfrutar más que dignamente del AFTERBURNER.  En este caso el número de bandas y escenarios desciende más o menos a la mitad con lo que no se hace tan duro elegir.

 

 

Empezamos en el escenario princial con INTERNAL VOID. Con muchas tablas (cuentan con ex miembros de PENTAGRAM y CATHEDRAL), pero largo tiempo fuera del escenario (llevan sin publicar desde 2004) los ritmos Stoner-Doom hicieron bien su papel de calentar los ánimos del público más escaso pero con las mismas ganas que los días anteriores.

Tras los de Maryland, llegó otra de las sensaciones de la segunda ola Sludge, los BONGRIPPER de Chicago. Siguiendo letra por letra la escuela de sonido de veteranos como Weedeater, se dedicaron a tocar su álbum “Satan Worshipping Doom” enterito, y aunque el sonido y el hecho de que tocaran en el escenario principal ayudaba, al final dieron una sensación de repetición un poco excesiva, aunque se disfrutara del viaje a los pantanos tan marca de la casa.

 

 

Y llego el momento del segundo baño de masas de YOB. En este caso repasó su disco “Catharsis” en su totalidad. Aunque un larga duración menos inspirado, en sus manos sonó prácticamente igual de demoledor con ese Doom imaginativo y progresivo que pocos pueden llegar a soñar en imitar. Unos de los claros vencedores del festival.

 

 

Otro de los momentos bizarros tan característicos de este festival fue el regreso por todo lo alto de los suizos CORONER. De ser los Roadies de CELTIC FROST, a maravillas del Thrash Metal progresivo a eternos reclamados por las nuevas generaciones de bandas de retro Metal, era un concierto esperado. Temas como “Masked Jackal” o “Reborn Through Hate” demostraron que parece que los años no han pasado, sonando actuales, pero nostálgicos y perfectos en la ejecución.

Escapamos del recital de los suizos para ver a una de las bandas más evasivas del panorama Stoner Doom, los finlandeses FLESHPRESS. Un concierto breve de 35 minutos fue suficiente para demostrar que deberían dejar de esconderse y hacer una gira en condiciones, porque su versión oscurecida y a veces psicodélica del Sludge Doom es muy válida para los amantes del riff grueso y oscuro.

Y nunca se habrá visto una elección más acertada para cerrar el festival que el de poner a los californianos BLACK COBRA para cerrar el festival. Guitarra y batería, actitud punk y sonido Sludge-Doom y una abrasada absolutamente demencial son un cocktail que despierta a los muertos. “Frozen night” y “Storm Shadows” entre otras nos dieron una última andanada sónica para despedir el que posiblemente sea el mejor festival de Europa del momento.

 

Pedro Blackearth

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