Si octubre se cerró con bandas del lado oscuro sobrevolando los escenarios madrileños (BEHEMOTH, MGLA, ENSLAVED, NE OBLIVISCARIS…), noviembre se tenía que abrir de igual manera pero apretando la tuerca un poco más. Nuevamente la globalización musical nos permitiría ver en las tablas cuatro bandas procedentes de cuatro países distintos. Los suizos SCHAMMASCH, cuya calidad musical debía estar mejor reconocida entre el público si bien los horarios a la europea de los conciertos entre semana no ayuda; los míticos brasileños MYSTIFIER que nos depararían un viaje a los albores de la música extrema; y como cabezas de cartel compartida los ya habituales ROTTING CHRIST desde Grecia, cuya amplia trayectoria y experiencia en directo da para mucho; y el dúo norteamericano de origen colombiano INQUISITION, cuyo último disco aún manteniendo trayectoria, parece un paso adelante en su sonido de inspiración noruega.
El aspecto en los alrededores de Caracol poco antes de abrir no era halagüeño en cuanto a la asistencia que iba a tener SCHAMMASCH, siendo aún una incógnita cual sería el aforo final alcanzado. Sin embargo, y aunque con los suizos no llegamos a ser ni 30 personas, con MYSTIFIER primero y después con los dos cabezas la sala Caracol sin estar llena presentó una entrada bastante nutrida por encima de las dos terceras partes de entrada. La oscuridad seguía establecida y caras habituales en el resto de conciertos de inspiración y estética similar se mantuvieron también este día.
SCHAMMASCH
Con tres discos en su haber aunque sobre todo conocidos desde que editaran su segundo trabajo “Contradiction” y aprovecharan a reeditar su primera obra “Sic Lvceat Lvx”, se presentaban los suizos SCHAMMASCH con un reciente triple álbum, “Triangle” que supone una vuelta de tuerca a su sonido experimentando con distintas texturas y dibujando su geometría de la oscuridad desde puntos de vista contrapuestos y complementarios. Particularmente tenía muchas ganas de verles en directo, pues la música de SCHAMMASCH, aunque bebe del Black incorpora muchos elementos armónicos de otros terrenos y es una banda emergente en las tendencias Post-Black. Además su última obra me parece una pasada, muy rica en matices y en composiciones largas pero dinámicas y tenía curiosidad por saber si eran capaces de llevarlo al directo.
Con un telón con el triángulo como símbolo fetiche tapando parte de la escenografía ya preparada para ROTTING CHRIST, salieron a escena puntuales a las 19:00, después de que el técnico de sonido nos hubiese “acostumbrado” el oído con martilleantes sonidos ambientales, apareciendo en medio de una nube de humo y tonalidades rojizas con focos frontales. Esto impedía prácticamente ver a los miembros del grupo, que iban ataviados con túnicas de repujado barroquismo. Mientras, su líder, cantante y guitarrista Chris S.R. además se había pintado manos y cara de negro, con lo que al no quitarse la capucha de su túnica en todo el concierto daba la sensación de que la voz del micrófono salía de una oquedad vacía y no de las cuerdas vocales del cantante.
Comenzaron con un tema de “Triangle”, del primero de los tres discos que lo componen, en concreto “Consensus”, con una de las ambientaciones y estructuras más Black que se pueden encontrar en este trabajo. El sonido era caótico inicialmente, con la batería de Boris A.W. comiéndose las melodías de las guitarras y la voz de Chris, pero afortunadamente el técnico de sonido estuvo espabilado y antes de que acabara el largo tema la ecualización ya era notable, permitiendo apreciar la mayoría de los ricos detalles armónicos de la música del conjunto. El siguiente corte, de su anterior disco “Contradiction”, era “Golden Light”, con un sonido más primitivo y agresivo, y aunque podríamos pensar que con tanta parafernalia mística, y en general estatismo escénico, no íbamos a recibir ni un simple saludo, lo cierto es que Chris, sin abandonar su voz gutural, nos saludó en perfecto castellano.
Un momento culminante de su actuación sería el siguiente corte de “Triangle”, su single “Metanoia”, que tiene predominio de voces limpias pero cantadas de manera que son parte de la propia armonía del tema, mezclándose con la música como si un instrumento más fuese. Pensé que no lograrían reproducirlo adecuadamente en directo, pero Chris hizo un gran trabajo mientras sus compañeros aumentaban la velocidad y nos hacían viajar por un túnel de neutrones. Parecía mentira, pero llevábamos ya media hora de concierto y claro, no quedaba mucho tiempo, así que para no dejar coja su discografía, y después de agradecer la presencia del público en una noche de oscuridad junto al resto de bandas, atacaron “Black But Shining” de su primer disco, una de las más lentas inicialmente que poco a poco aumenta su intensidad.
Lástima que SCHAMMASCH tuviese que luchar con una hora intempestiva en día laborable y un desconocimiento relativo entre el público, porque su actuación fue muy notable y su música le convierte en un conjunto a tener muy en cuenta. No en vano en el intercambio de bandas los pocos oyentes de su actuación que no les conocían, fueron al merchandising a comprar alguno de sus discos.
MYSTIFIER
Si SCHAMMASCH era la novedad avanzada, MYSTIFIER era el clasicismo primitivo. El trío brasileño lleva en esto de la música blasfema desde finales de los ochenta, aunque sólo Beelzeebubth, su guitarrista, proviene de aquella época, acompañándose actualmente de los jóvenes Diego Araújo (bajista, cantante y teclista ocasional) y el batería Jhoni Apollyon, ambos provenientes del mundo del Brutal Death.
El cambio de escenario no fue muy lento, aunque compartían batería con SCHAMMASCH y había que añadir un pequeño teclado debajo del micrófono de Diego, aunque su uso fuera anecdótico. Además, los brasileños salieron sin más aderezo que su propio maquillaje y sus uniformes de batalla llenos de cadenas, pinchos y parches de grupos underground, manteniéndose detrás de ellos aún la parafernalia de SCHAMMASCH y por supuesto la de ROTTING CHRIST.
Puntuales, aparecieron con la guitarra y el bajo como si cruces invertidas fueran cuando faltaban cinco minutos para las ocho, mientras sonaba la introducción de “(Invocatione) The Almighty Satanas”, de su mítico “Wicca” que ya tiene más de 20 años en sus surcos. El público ya poblaba la mitad de la sala y desde que los tres empezaron a tocar quedó claro que iban a sonar bastante fieles a cómo sonaban a primeros de los noventa en disco: con un bajo muy saturado, por momentos un martillo hidráulico y las voces altas y agresivas, si bien este último elemento hubo que esperar un par de frases a que se solucionara un problema técnico con el micrófono de Diego.
Desde el principio muy comunicativos, tanto Diego como Beelzeebubth, quedó claro que iban a seguir ahondando en el lado oscuro y que no se iban a mover mucho de sus dos primeras obras, contradiciendo algún setlist que había visto por internet.
Así la siguiente también fuer del “Wicca”, muy celebrada por todos, y presentada entre gritos de “Osculum Obscenum”, con sus característicos acelerones y parones que se extienden durante siete minutos de disonancias y acoples, con baterías a la velocidad de la luz. Al acabar el propio Diego nos recordó que no se iban a mover de ese disco, es más irían hacia atrás en cuanto a la fecha en que se compuso el siguiente corte, 1989, con “Cursed Excruciation”, espeluznante por sus voces y efectos de teclado, y que enlazaron con la primitiva “Defloration (The Antichrist Lives)”, cerrando así el capítulo de “Wicca” en su repertorio.
Antes de pasar a su otro álbum más celebrado, “Goetia”, MYSTIFIER quiso rendir tributo a la banda oscura por excelencia de Brasil, SARCÓFAGO y para ello interpretaron para deleite de muchos “Nigthmare” del mítico “I.N.R.I.”. El tema lo presentó Beelzeebubth, brindando con una lata de cerveza que acababa de abrir y que con el movimiento casi riega a sus compañeros de escena.
A partir de aquí el segundo capítulo de la historia de MYSTIFIER “Goetia” era el protagonista y qué mejor que hacerlo con un tema tan oscuro y místico como “Aleister Crowley” en honor al famoso satanista, como Diego lo presentó, mientras dejaba ver un enorme crucifijo invertido colgando de su cinturón y tocaba esos oscuros acordes en el teclado que introducen el tema. No nos habíamos dado ni cuenta y ya llevábamos media hora de concierto y restaban otras dos míticas del “Goetia” que sí estaban presentes en otros setlist precedentes. “The Realm Of Antichristus” y “The True Story About Doctor Faust’s Pact With Mephistopheles”, donde Diego se despidió del público bebiendo de un trago gran parte de la lata de cerveza que ni había empezado.
Al terminar Beelzeebubth nos agradeció sincero la presencia en una noche de oscuridad junto al resto de bandas y nos recordó que procedían de Brasil, “el infierno”, tras lo cual utilizó la púa de su guitarra para simular un corte en el cuello y la lanzó al público como si de una ofrenda se tratase. Habían sido tres cuartos de hora de salvajismo sonoro y si se trata de entrega, MYSTIFIER fue la banda triunfadora. Míticos.
ROTTING CHRIST
La novedad se difuminaba por mi parte con ROTTING CHRIST a los que ya era, si la memoria no me falla, la cuarta o quinta vez que iba a ver en directo, incluyendo retazos de su actuación en verano en el Resurrection Fest. De hecho su setlist era muy similar al de esta última cita, así que poca capacidad de sorpresa me iban a generar más allá de que en sala se supone que sonarían mejor y que la atmósfera sería más adecuada que a plena luz del día. El problema que tengo yo con ROTTING CHRIST es que en su repertorio incluyen grandes temas y otros que directamente no valen de mucho. Además en esta ocasión obviaban alguno de los discos “intermedios” que más me gustan como “Theogonia”… En cualquier caso Sakis y Themis andan sobrados de recursos y en directo siguen siendo imponentes.
No tardaron mucho en Caracol en volver a abrir el telón pues ROTTING CHRIST eran cocabezas de cartel (lo que supone que realmente los dos últimos grupos tocan más o menos igual en tiempo pero menos que si fueran cabezas en solitario…) y por tanto su batería con todos sus elementos extendidos al máximo ya estaba colocada. Solo faltaba añadir al telón de fondo con la imagen del disco en directo “Lucifer Over Athens”, dos telones pequeños que taparan los amplificadores y resto de backline de la banda. Así, ya con la sala con dos terceras partes de aforo completo y dando sensación de llena, estaba deseando escuchar los hímnicos cortes de ritualismo satánico ancestral tan característicos de ROTTING CHRIST.
Después de un breve extracto en forma de intro de “Orders From The Dead”, el grupo comenzó con “Ze Nigmar” de su último trabajo, “Rituals”, no precisamente el corte más llamativo para empezar por su trasfondo Doom y pesado, pero sí demostrando un buen sonido, alto, pero bien ecualizado sobre todo en la voz de Sakis y los solos de su compañero George Emmanuel. Los continuos headbanging por parte de toda la banda mientras el enorme Themis tocaba como un robot, fueron la nota dominante toda la noche, así como una ambientación con menos humo que las dos bandas previas, lo que permitiría ver mejor las expresiones de Sakis y sus jaleos al público, constantes en una banda de la entrega de ROTTING CHRIST.
De “Rituals” se irían a “Kata Ton Demona Eautou”, el anterior en la cronología de la banda y junto a “Rituals” los dos discos más representados de la noche, y de ahí a “Sanctus Diavolos” con la pegadiza y ritualística “Athanati Este”, que sirvió para que el público acompañara brazos y palmas en alto.
La brutalidad volvió con “Elthe Kyrie” que sirvió para sumir a la sala en un headbanging continuo, y para que Sakis se desgañitara gritando el título del corte utilizando su guitarra como si fuera una lanza. Los pregrabados, como en esta canción ocurría, no son tan protagonistas como en sus compatriotas SEPTICFLESH, lo que les permite ser más naturales en directo, aunque se pierda cierta magia en su interpretación.
Eso sí, lo que no entiendo es por qué meten tantos cortes del tipo “Athanati Este”, que funcionan bien en directo porque son fáciles de retener y muy tribales, pero si también vas a meter otros similares acaban cansando. Es el caso de “Apage Satana”, con el que presentaron “Rituals” y que de simple cansa. Afortunadamente el fin de este tema abriría el bloque de clásicos de ROTTING CHRIST en el que enlazaron tres cortes de sus orígenes: “The Sign Of Evil Existence” de “Thy Mighty Contract”, “The Forest Of N’Gai” de “Passage To Arcturo”, y la versión del “Societas Satanas” de la banda previa de Sakis, THOU ART LORD, que le sirvió para solicitar un wall of death seguido de un pogo que dado el carácter más Thrash-Death del corte, salía solo, para agobio de los fotógrafos de las primeras filas.
Tras esta mirada hacia atrás la banda optó por volver y no dejar ya el “Kata Ton Demona Eautou” con el buenísimo “In Yumen-Xibalba” y el nuevamente prescindible “Grandis Spiritus Diavolos”. Afortunadamente su himno “Non Serviam” lo reservaron para el final, siendo el tema más esperado y coreado de todos los que interpretaron. Pusieron así punto y final a casi una hora de descarga que para mí no fue lo mejor de la noche ni tampoco la mejor ocasión en que he visto a ROTTING CHRIST. Sigue siendo un grupo solvente con un fondo de armario muy amplio, pero tendría que revisar un poco el repertorio…
INQUISITION
No era la primera vez que el dúo norteamericano (aunque en gran parte colombiano de adopción por la larga temporada que su líder y creador Dagon pasó en Colombia hasta que se reubicó en Estados Unidos e Incubus entró en la banda) pisaba suelo español, pero sí era la primera vez en la que yo acudía a su llamada. Tenía cierta curiosidad por ver si era capaz de reproducir sus atmósferas nórdicas en directo, porque su último trabajo “Bloodshed Across the Empyrean Altar Beyond the Celestial Zenith” me parece un disco de sobresaliente que, aunque sigue teniendo una fuerte influencia a IMMORTAL, habla por sí mismo, y porque quería saber si en directo el ser sólo dos miembros les hace perder tanto desde el punto de vista visual como musical. Las dudas se despejaron en cinco minutos después de que salieran a escena.
El cambio de escenario mantuvo lo básico del set de batería de ROTTING CHRIST pero hubo de cambiarse el resto, si bien, al no haber más instrumentos que la única guitarra de Dagon por probar, todo fue bastante rápido. Por otro lado el escenario no resultó vacío porque lo llenaron con telones con fragmentos del artwork de su último trabajo. Finalmente habían colocado dos micrófonos para que Dagon se moviese de uno a otro y que la descarga no resultara estática.
Comenzó a sonar así la intro de “The Force Before Darkness” y desde el primer momento se sabía que los documentos visuales del evento iban a resultar difíciles de realizar. El humo llenaba la sala hasta el punto de que no se distinguía la amplia batería de Incubus, ni a él mismo y mira que es una persona corpulenta. Además las luces que en los primeros cuatro cortes fueron monocromáticas, cambiando entre uno y otro (rojo, azul, verde, anaranjado…), se acompañaban de unos leds frontales que con el humo tapaban aún más lo que se veía. En definitiva, aunque el dúo iba maquillado con los típicos corpsepaintings del Black Metal, bien podía haber salido con caretas que no nos habríamos dado cuenta.
En cuanto al sonido, fue bastante bueno toda la descarga, alto pero audible incluso la voz peculiar de Dagon, no echándose de menos ningún apoyo rítmico armónico además de su guitarra. Comenzaron con “From Chaos They Came” del nuevo disco, que siguieron con “Ancient Monumental War Hymn” de “Nefarious Dismal Orations”, donde Dagon puso su voz más a lo Abbath y uno tras otro fueron enlazando los temas. Dagon sólo se dirigió dos veces al respetable, antes de presentar “Hymn For A Dead Star”, del “Ominous Doctrines of the Perpetual Mystical Macrocosm”, en perfecto castellano y ya al final, para presentar el último corte que iban a realizar. En el resto de la descarga todo fue música, sólo interrumpida entre algunos cortes por outros o intros presentes también en los diferentes discos a los que pertenecen.
El dinamismo de los cortes de INQUISITION habla por sí mismo, y aunque se pierde cierta atmósfera, cortes como “Desolate Funeral Chant”, con sus disonancias y voces peculiares, envueltos en ritmos más Doom y pesados, conseguían su objetivo inquietante. A partir de aquí, con “Infinite Interstellar Genocide”, tras lo cual la outro que cierra el tema les sirvió para salir de escena unos instantes, el efecto de humo fue más moderado y se podía ver la cara de Dagon e Incubus, siendo muy peculiar la forma de tocar de este último, pues siempre que hacía blast beats y como tenía la caja centrada, se movía constantemente hacia arriba y hacia abajo como si tuviera el baile de San Vito.
De la rapidez de nuevo a la desolación y la condena con “Vortex From The Celestial Flying Throne Of Storms”, en la que hasta pudimos ver a INCUBUS levantarse y tocar de pie en su set, para mayor impresión de su corpulencia.
El momento más primitivo y clasicista vino con “Dark Mutilation Rites” del “Magnificent Glorification of Lucifer”, cuyos ritmos Thrash y tupa-tupa invitan al headbanging, volviendo al misticismo y el misterio (y también al humo en exceso) con “Embraced By The Unholy Powers Of Death And Destruction” del “Invoking the Majestic Throne of Satan”. El único disco que quedaría así sin representación sería precisamente el debut del dúo, que ha cumplido recientemente la mayoría de edad, lo cual es sorprendente. En cualquier caso su discografía es compacta y por tanto no sobraba nada de lo interpretado, continuando con “Command Of The Dark Crown”.
Ya en la parte final de la descarga enlazaron dos cortes de inspiración muy Thrash como “Master Of The Cosmological Black Cauldron” y “Astral Path To Supreme Majesties”. Tras este tema volvimos a oir la voz de Dagon en castellano dando las gracias por la presencia y a las otras bandas e interpretando otro corte del último trabajo, “A Magnificent Crypt Of Stars”, acabada con la outro del disco del becerro en pleno sacrificio “The Invocation Of The Absolute, The All, The Satan” y dejándonos sin ese bis que en algunos lugares habían interpretado (“The Realm Of Shadows Shall Forever Reign”).
Fue una hora de espídica furia en honor al Absoluto como ellos dicen y aunque es verdad, como siempre ocurre en el Black Metal, que se pierde mucho matiz, creo que el hecho de ser dos, lejos de perjudicar ayuda a que la fidelidad a lo que se escucha en disco sea mayor. A mi personalmente me gustó mucho lo que hizo INQUISITION, fue corto, pero intenso. Y creo sinceramente que nadie debió salir decepcionado.
Promotora: Madness Live!
Autor: Raúl Ureña
Fotografías: Laura Ruiz
