DARKANE - The Sinister Supremacy

Parecía que DARKANE se había evaporado, cinco años sin noticias discográficas de un grupo que había editado cinco trabajos en los anteriores nueve. Y parecía que a este grupo le había pasado por delante ya su gran oportunidad sin llegar a romper de la forma que seguramente merecía. Creo que DARKANE ha merecido siempre más reconocimiento y mejor suerte. Y no es lloriqueo de fan porque nunca lo he sido, lo que no significa que no disfrutara en su momento del excelente debut “Rusted Angel” y su expansivo Thrash neoclásico-industrializado o de esa pequeña época dorada que supuso la edición del notable “Expanding Senses” y el sobresaliente “Layers Of Lies”. Y, sin embargo, creo que nunca he disfrutado tanto de DARKANE como con este “The Sinister Supremacy”.

Creo que DARKANE ha sido siempre un grupo ligeramente adelantado a su tiempo o como mínimo de pensamiento sumamente vanguardista. Creo que a nivel musical, y dentro de su estilo, son una de las máquinas mejor engrasadas y de más calidad de su generación. Y creo que ha merecido siempre mayor atención por parte del público más tradicionalmente metálico y que le perjudicó formar parte de una hornada, en espacio y tiempo, en la que se gestó el neothrash que llegó antes del retrothrash (THE HAUNTED, CARNAL FORGE y un aburrido etcétera) y la mutación que enlazó el Melodeath con el Metalcore. DARKANE participó desde luego de ese melting pot musical pero con una evidente personalidad propia y un talento superior al de casi todos. Su Deathrash de nueva escuela pero con mucho de la vieja fundía sonidos añejos y futuristas, virtuosos y maquinales. Tan pronto cerca de una versión alienígena de TESTAMENT como del sonido de unos AT THE GATES forjados en un universo alternativo y sintético. Una evidente raíz escandinava evolucionada a partir de un inicio simétrico al de SOILWORK, grupo con el que en la parrilla de salida compartió cantante, el ahora insigne Björn Strid.

Ese puesto de cantante es, de hecho, el único que ha bailado en quince años de trayectoria. Lawrence Mackrory grabó “Rusted Angel” y dejó su lugar a Andreas Sydow, que hizo suyo el puesto durante ocho años hasta la última marejada: Jens Broman grabó el anterior “Demonic Art” y tendió el puente al regreso de Mackrory, que cierra el círculo y que exhibe su condición de vocalista de culto (F.K.Ü., SCARVE…) con un trabajo sobresaliente en el que afila sus registros Thrash y potencia su vena agresiva mientras exhibe madurez en unas voces limpias con mucho más regusto clásico que Emo. El resto es un equipo inquebrantable e, insisto, con mucho más talento que reconocimiento: en la base de ritmo el notable bajista Jörgen Löfberg y el extraordinario batería Peter Wildoer, que ha tocado en mil sitios pero al que muchos no han reconocido hasta que trabajó para James LaBrie y DREAM THEATER le probó como uno de los posibles sustitutos de Mike Portnoy. Y en las guitarras la excelente pareja Klas Ideberg - Christofer Malmström, algo así como los Tipton – Downing de su generación.


DARKANE se ha revigorizado gracias a cinco años de descanso y al reagrupamiento de su primera formación. Y ha creado con mimo un nuevo disco con un sonido tremendo, pulido por Daniel Bergstrand y con una portada de Carlos Holmberg que representa un test de Rorschach visto por un individuo que ha sucumbido por completo al reverso oscuro de la mente, tema principal de “The Sinister Supremacy”. El resultado es DARKANE mejor que nunca, con un sonido que no regresa a “Rusted Angel” por mucho Mackrory que se le eche y que bien podría insertarse a la sombra de “Layers Of Lies”, por consenso el gran disco hasta la fecha de DARKANE.

En la fórmula no faltan otro brillante trabajo de batería y un apabullante despliegue de una pareja de guitarristas que aparecen, y no gustará a todos, algo más contenidos y menos heroicos. De hecho las composiciones resultan especialmente compactas y accesibles aunque llenas de matices y capas, casi progresivas cuando lo requiere la ocasión en una bestial mezcla de Thrash clásico, Death Metal, Deathrash, Melodeath, grooves modernos con un toque de Metalcore y un tecnicismo con pinceladas de MESHUGGAH y texturas de NEVERMORE. No faltan las habituales injerencias sinfónicas, desde la intro “Sounds of Pre-Existence” al piano que abre el interludio “Hate Repentance State” o el arranque de “The Decline”. El impacto metálico es estruendoso y domina sacudidas Thrash con estribillos de primera magnitud como el tema título, donde Mackrory deja una notable personificación de Hetfield, “Mechanically Divine”, “Humanity Defined” o la tensión perfectamente construida de “Insurrection Is Inminent”. La riqueza del disco se multiplica gracias al poder cáustico y amenazador de “Ostracized”, el épico acercamiento al Death Melódico de “The Decline” o la sensibilidad compleja de la final “Existence Is Just a State of Mind”, una heroica combinación de texturas y cambios de ritmo de una emotividad que entra de lleno en lo progresivo.

La versión en Digipack incluye además dos buenos bonus tracks: “Malicious Strain” y sobre todo “I, Author Of Despair”, que sabe a Metal de toda la vida, directo y lleno de un encanto muy básico. Colofón a un disco que tiene un sonido excelente, una interpretación extraordinaria y un nivel compositivo alto. No sé si marcará un nuevo inicio para DARKANE ni si le dará el plus de reconocimiento que le ha faltado hasta ahora entre el público metálico más, digamos, generalista. De lo que no hay duda es de que “The Sinister Supremacy” es un brutal eslabón de Metal moderno, furioso y técnico: lleno de cerebro y corazón.


 

Juanma rubio

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