Crítica de RABIA PÉREZ - Rabia Pérez

Un nombre tan desenfadado como RABIA PÉREZ tenía que dar pie a un disco que se desenvolviera en los mismos términos. El debut homónimo de la banda madrileña, de raíces vallecanas para más inri, nos deja trece canciones y buenas sensaciones, si bien todavía hay cosas por pulir.

“Rabia Pérez” no aporta nada nuevo a la escena heavy metalera nacional, pero tiene algo que engancha, un factor indeterminado que invita a escucharlo una y otra vez sin saber muy bien por qué. Digo esto porque la impresión inicial al tantear su sonido es de linealidad, quizá porque los temas siguen patrones parecidos o porque la voz de su vocalista -quien da nombre a la banda- puede hacerse monótona en cierto sentido. Luego damos al play de nuevo y descubrimos que esto no es del todo así, pues las canciones no son un trote constante sino que tienen muchos cambios que las hacen divertidas -incluyendo muchos giros al más puro estilo IRON MAIDEN-, y el tono de la cantante es ciertamente agradable.

Temas como un adictivo “Prisionero” o “La Historia De Fermín” nos ponen prácticamente a pie de calle al contar historias cotidianas y algo de velada denuncia social en las narraciones, lo que, unido a ciertas secciones musicales, podría aproximar a RABIA PÉREZ a grupos de Rock Urbano.

El toque maideniano está presente en muchas canciones, intuyo que será cosa de Jorge Baeza de THIRD DIM3NSION, guitarrista también aquí. En cualquier caso, es fantástica por ejemplo la permutación guitarrera de “País Sin Maravillas”, que cambia completamente el devenir de la canción, si bien el referente es más que obvio. También destacan “Mentiras (Ya No Me Haces Daño)”, que juega con los cambios de ritmo y unas guitarras briosas, así como un más oscuro “Despedirme”, que empieza lento y luego acelera… Ahí están los auténticos contrastes de la banda, retirando ese espejismo de uniformidad, pasando de tonos más graves a algo más amable como “Tus Deseos”. Sin embargo a lo mejor esa impresión se deba más a temas como “Esta Vida Es Una Ruina”, “Dime”, “He Regresado” y siguientes, simpáticos pero con menos mordiente.

Uno de los cortes que me ha gustado es precisamente el que pone punto y final al álbum, “Noches De Leyenda”, de temática fantástica, vibrante, y que además me trae a la cabeza el extrañísimo recuerdo de la canción de aquel añejo personaje de dibujos animados llamado Casimiro, que señalaba en TVE la hora a la que los niños tenían que irse a dormir. Supongo que el ritmo general de la canción obnubila mi mente.

En el apartado de los debe, para la próxima entrega, RABIA PÉREZ merece una mejor producción que limpie su sonido y haga explosionar sus virtudes, con lo que ganaría enteros, seguro. Asimismo, se echa en falta algo más de contundencia y “rabia” en el Heavy Metal del grupo, pero parece que lanzar metalla sin límites no es su objetivo. Por el momento nos quedamos con un buen puñado de canciones efectivas y las amplias posibilidades de mejora en el horizonte.

Enrique Herrero