Crítica de GIOELI-CASTRONOVO - Set The World On Fire

GIOELI-CASTRONOVO, o lo que es lo mismo, la voz de AXEL RUDI PELL y de HARDLINE asociada a la de REVOLUTION SAINT. Un solicitado reencuentro, el de dos viejos colegas, ávidos en sus respectivas tareas, que no coincidían desde el laureado “Double Eclipse” de HARDLINE, allá por el 92. Un debut, "Set The World On Fire", que probablemente no verá continuación, vistos los precedentes que en estos casos suele sentar el sello italiano Frontiers Records.

Un puñado de canciones de usar y tirar, mucho relleno y aroma a material prefabricado compartiendo escenario con otro racimo de temas elaborados con alma, talento y con esmero. Entonces, ¿nos encontramos con un mal trabajo? No necesariamente. De hecho, en absoluto. El dueto entusiasma y ofrece instantáneas para su lucimiento, tanto a nivel grupal como individual, aunque, por momentos, también causa cierto desdén e incluso aburre, pero en el cómputo global las sensaciones que transmite este trabajo son indudablemente positivas.

La naturaleza, tanto para bien como para mal, sigue su curso.  Para bien: Aun estando fuera del seno de sus bandas, Johnny Gioeli y Deen Castronovo siguen siendo de otro planeta y dos vocalistas excepcionales. Cuando sus gargantas se pronuncian, hay algo mágico que automáticamente se activa en los oídos de cualquiera que tenga un poco de buen gusto.

Para mal: Alessandro del Vecchio, el niño mimado de Frontiers Records, como multiinstrumentista viene exhibiendo desde hace tiempo tanto talento como falta de ideas e inspiración en su faceta dedicada a la composición. A su vez, la mencionada distribuidora italiana se está convirtiendo por derecho propio en el “fast food” musical enfrascado en el ámbito del Hard Rock, Heavy Melódico y AOR. Eso, en parte, empieza a volverse en su contra porque lo que parecía en su día una idea arriesgada y brillante, basada en aunar las virtudes de dos caras conocidas del género en un mismo compacto, comienza a oler a quemado y a repetitivo. La conjunción de dos grandes del AOR como han sido Bobby Kimball y Jimi Jamison fue la última de estas fórmulas extraídas de la chistera de Frontiers que disfruté con entusiasmo.

En el caso que nos ocupa, ‘vuelta la burra al trigo’. Demasiadas canciones para un material con abundantes tibiezas. Obviamente, el principal responsable de hacer que luzcan nuestros dos protagonistas es Del Vecchio, unos de los tipos que más encargos debe recibir de las oficinas de Frontiers, con lo cual así es difícil que las musas acompañen y que el tipo y sus allegados estén en plenitud de ideas para crear un material lo suficientemente potente como para convertirse en esa bomba de relojería que todos los seguidores del Rock Melódico esperábamos desde que leímos en una misma línea los nombres de Gioeli y Castronovo.

De este modo, el lanzamiento se aprisiona excesivamente, por momentos, en un estilo copado por medios tiempos planos, demasiado estándar y fácilmente olvidables como “Who I Am”, “Need You Know”, que es una innecesaria y descolorida versión de un tema de la banda de Country Pop LADY ANTEBELLUM en la que colabora Giorgia Colleluori de ETERNAL IDOL, o las inexpresivas y prescindibles baladas “Mother”, “Walk With Me” y “Let Me Out”.

Como mi misión aquí no es provocar un mar de lágrimas entre lectura de párrafo y párrafo y, además, tengo que justificar mi valoración final de este trabajo, vayamos de lleno a la parte constructiva del asunto, la que rememora a míticas formaciones del AOR y Hard Melódico 80s como SURVIVOR, FORTUNE, JOURNEY y tantas otras, así como a bandas más actuales y en plena ebullición como ECLIPSE o CARE OF NIGHT.

"Set The World On Fire" irrumpe con toda la fuerza del mundo abriendo el disco y dejando vistosos detalles de calidad. Imagínate el poderío de un “Breaking My Heart Again” de ECLIPSE abrillantado con un estribillo que, curiosamente, dibuja unas notas musicales similares al del “Hunting High And Low” de los fineses STRATOVARIUS. Una pena que el Hard N’ Heavy o Heavy Melódico quede representado exclusivamente en el compacto por esta pieza.

Por su parte, “Through” es una delicia. Dos voces magistralmente integradas en un corte meloso que apuesta por un memorable estribillo. “Fall Like An Angel” no le va a la zaga, mostrándose como un medio tiempo muy del estilo de los primeros TALISMAN en el que los teclados le inyectan un interesante porte atmosférico.

Si escuchas con atención los primeros nueve o diez segundos de “It’s All About You”, te encontrarás de pleno con el inicio del “Listen To Your Heart” de ROXETTE. Curiosas coincidencias aparte, el tema ejecutado solo por Gioeli posee las típicas facciones de Power-Ballad, con vistoso punteo de guitarra incluido, que el vocalista nos ha ofrecido en más de una ocasión junto a AXEL RUDI PELL.

“Ride Of Your Life” es de lo mejorcito del álbum. Interpretada en su totalidad por Deen Castronovo, posee esa fisionomía ochentera que, como si de una droga se tratase, tan necesaria nos resulta para un álbum de estas características. Puro entusiasmo que camina por la senda que en su día marcaron discos como el “Vital Signs” de SURVIVOR. A su vez, “Run For Your Life” también se deja empapar de pura esencia 80s, arrancando con un dinamismo que recuerda a JOURNEY o a JOHN BUSH y abrazándose a otro potente y preciso estribillo. ¿Soy el único al que el timbre semirrasgado de Castronovo le recuerda a la deliciosa voz que nos dejó Steve Perry (ex JOURNEY) en el pasado?

"Set The World On Fire" tendría que haber sido un disco sobresaliente

Buen trabajo como resultado del hermanamiento de dos grandes figuras del género. Bueno, has leído bien, pero no sobresaliente y, dado el plantel, viene a colación exigir un trabajo sobresaliente. En otras circunstancias y con una mecánica distinta a la hora de facturar compactos, este reencuentro podría haber estado destinado a ser uno de los trabajos del año. Seguro, estoy convencido. Al menos, me queda la satisfacción de comprobar que el desequilibrio entre temas no ha logrado mermar visiblemente la calidad del disco y convertirlo en ‘una pachanga de colegas’. Hay buenos temas, material potente defendido con solvencia y elegancia y melodías para el recuerdo. Quedémonos con lo que finalmente ha sido, que no es poco.

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Discográfica: Frontiers