Crítica de MOONSORROW - Jumalten Aika

Otra vez MOONSORROW ha vuelto a dejar al resto de bandas a un nivel paupérrimo. En "Jumalten Aika" el Black Metal más atmosférico se desliza con la finura y agresividad propias de los finlandeses. Un trabajo bien forjado, con grandes ideas y correctamente realizado.

Cuando hablamos de los países nórdicos y de Viking, se nos viene rápidamente a la mente la imagen del virtuoso QUORTHON, derrochador de genialidad. Los fineses MOONSORROW no se quedan atrás, ni de broma. Estos han progresado y crecido a pasos agigantados. Son, por así decirlo, el actual referente musical de un estilo masificado.

"Jumalten Aika" es una delicia sonora. Una confección grandilocuente. Un trabajo maduro y muy bien elaborado, con pocos pero espaciados temas, llenos de atmósferas y melodías Folk. Estribillos adictivos propios de una elaboración meditada y muy acertada. Esto es MOONSORROW, es lo que se espera de ellos y por ello nosotros, unos simples y mortales oyentes, reconocemos el mérito que les corresponde.

En este último trabajo, cuya traducción viene a ser “El Tiempo De Los Dioses”, vuelven a instalarse por las llanuras del Folk, acercándose a sus primeros discos, pero sin olvidarse del sonido más oscuro y sombrío de su etapa posterior. Reúne todas las características para ser uno de los discos claves de su trayectoria musical. Piezas musicales detalladas hasta el último segundo que dejan sin respiración. Como nos tienen acostumbrados en otras entregas, la duración de los temas es muy larga. Ellos se dejan llevar en sus composiciones, sus canciones son obras de arte bien cuidadas. Cada una de ellas tiene su atractivo desde el inicio del trabajo con la arrolladora canción homónima “Jumalten Aika”, pasando por la corta “Suden Tunti” hasta llegar la heavy “Ihmisen Aika (Kumarrus Pimeyteen)”, que a la postre es la más extensa del trabajo.

Los finlandeses MOONSORROW se han hecho de rogar desde su último disco. Han sido cinco años de espera, pero dicha espera ha merecido la pena. "Jumalten Aika" es una muy buena obra, llena de matices de ese sonido propio que se está labrando la banda con trabajo y dedicación.

Nacho Martín