EVANGELIST - Doominicanes

Los polacos EVANGELIST lanzan su segunda obra, "Doominicanes", cuyo título delata con claridad que el estilo que practica la banda es el Doom Metal. Entre tanta música donde escoger dentro de estas sonoridades, los de Cracovia lo tienen un poco crudo.

Con una voz poco personal y un tanto clónica (tratando moverse en el timbre y tonos de Messiah Marcolin) esta banda no puede destacar especialmente en una escena inundada por un montón de lanzamientos. Sacarle partido es ciertamente complejo, pero si queda ahí fuera gente con ganas de más material en esta onda, en EVANGELIST tiene donde rascar. Si le añadimos su anonimato y poca información que circula sobre ellos, el interés incluso aumenta un poco.

La cuestión religiosa, más concretamente la católica, está altamente representada en sus letras, siempre girando sobre esta temática. Con una intro sacada de una cita bíblica en la que a Jesús de Nazaret se le pregunta si él es Cristo, el hijo de Dios, comienza "Blood Curse". Lentitud y parsimonia es el ámbito donde trabajar. Ese sentimiento de pesadumbre constante, bien llevado por las melodías de guitarra, el justo espesor de los graves y la triste voz de su anónimo vocalista hacen de estas canciones algo bien equilibrado y homogéneo, pudiendo hacer las delicias del seguidor habituado al Doom.

En solo cuatro temas, completados por "Pain And Rapture", "Deadspeak", "To Praise, To Bless, To Preach", EVANGELIST representa su cerrada manera de tocar y entender el estilo, pero sin dudarlo ni un segundo, dentro de la normalidad de sus composiciones, hay algo que sitúa a este "Doominicanes" bastante más arriba: la quinta y última pista del disco "Militis Fidelis Deus". Es el tema que más pasión puede despertar, trece minutos colmados por un estribillo glorioso. Canto gregoriano, Doom Metal y un grado de inspiración alucinante hacen de esta canción una maravilla absoluta y épica al máximo.

Los que necesiten más y más Doom en su vida, pueden agregar material de este estilo procedente de Polonia de la mano de EVANGELIST. En este segundo álbum, el resultado ha sido correcto sin más en la mayoría de su minutaje, pero majestuoso en la composición final.

Carlos Herrero