EYEHATEGOD - A History Of Nomadic Behavior

La gira interminable de EYEHATEGOD tras la muerte de Joey La Caze

Empecemos por ponernos en los antecedentes de “A History Of Nomadic Behavior”. EYEHATEGOD es una banda proveniente de Nueva Orleans que, con el tiempo se ha convertido en una de las más populares de una escena extrema bien plagada de referentes como SOILENT GREEN, DOWN y ACID BATH (con las dos primeras comparten o han compartido miembros). El género al que han dedicado la mayoría de su carrera es el Sludge, una suerte de mezcla primitiva y degenerada de Doom y Hardcore. Salvo el bajista que ha cambiado durante la historia de la banda y el batería La Caze que murió en 2013, la banda ha tenido una formación bastante estable durante la mayoría de su carrera. Por otro lado, sus frecuentes encuentros con la ley y afición a sustancias narcóticas ha impedido que su discografía y desarrollo tuvieran ningún atisbo de regularidad.

Sin ir más lejos, tras la muerte de La Caze, comenzaron a girar sin parar durante tres años visitando países donde nunca habían tocado, y, a pesar de grabar cosas entretanto, para cuando ya estaba todo preparado para que Mike Williams IX (vocalista) metiera las voces, su hígado empezó a fallar y por poco la muerte se lo lleva por delante. Se recuperó y durante la pandemia consiguió finalmente grabar las voces que han acabado formando parte de este séptimo disco de estudio de los norteamericanos.

El nuevo lanzamiento (el primero en siete años) ofrece de primeras todo lo que uno puede desear de la banda de NOLA. Ritmos lentos y pesados, voces agónicas como salidas de una pesadilla de colocón de heroína y pasajes acelerados y caóticos como el mejor y más crustie Hardcore.

A pesar de ello, se nota que la virulencia y abrasión de la voz de Williams no es la que era, y que en general el producto final (como lo fuera el disco homónimo de 2014) suena demasiado pulido para lo que nos tienen acostumbrados. Cualquiera que conozca la carrera de los de Luisiana, sabe del nivel de grumo, óxido y corrosión que contienen cada uno de los discos que han sacado.

Misantropía y acidez garantizada en “A History Of Nomadic Behavior”

Eso no significa que no sean los EYEHATEGOD de siempre que con cariño recordamos. La acidez, negatividad (Véase en “Built Beneath The Lies”) y misantropía (la constante repetición del estribillo de “Every Thing, Every Day” y el final en el que recuerda el mantra soñado por muchos “Kill Your Boss”) están presentes, pero todo desde una perspectiva más profesional en el sonido, lo que le resta ese nihilismo marca de la casa que es buena parte de su atractivo en primer lugar. Aunque esa afinación en el sonido les abra puertas hasta entonces cerradas y a la vez aliene a fans de las grabaciones más crudas, parece ser un movimiento honesto y desprovisto de pretensión, por lo que no atufa a conformismo.

En cuanto a las canciones nada nuevo bajo el sol, y eso no es para nada una crítica negativa. Producto de la euforia de la gira de tres años mencionada, más el caos y decepción mayúsculas con el norteamericano medio durante la pandemia y las elecciones y las afecciones de salud de Williams, el resultado es un compendio de las habilidades de la banda que no se entretiene en demasiadas tonterías en el desarrollo del disco.

Letras llenas de alusiones políticas y falta de fe en la humanidad

Las letras, como siempre, inundadas de negatividad, mala leche y una profunda falta de fe en la humanidad. Confiesa Williams que aunque no son una banda política, “muchas de las cosas que han pasado estos últimos años se han colado de alguna manera”. El ejemplo, en la canción que abre el disco “High Risk Trigger” con el fraseo “Infection is the way, disruptive crowd takes aim/ Burn down the rail yard house, destroy the U.S.A.”. Por lo demas, collage intelectual de la escuela de Burroughs.

En resumen, “A History Of Nomadic Behavior” no va a descubrir nada nuevo sobre la banda pero la relativa accesibilidad del sonido quizá ayude a que los más timoratos y conservadores en este gastado mundo del Metal le den por fin, después de 33 años una oportunidad a esta banda, maldita entre las malditas.

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Os recordamos los conciertos de EYEHATEGOD en Barcelona, Madrid y Hondarribia.