GYPSYHAWK - Revelry & Resilience

Curioso y peculiar grupo GYPSYHAWK. De primeras, da la sensación de que el cuarteto norteamericano podría representar ese tipo de Rock Duro un poco apto para todos los públicos pero, realmente, tras haber escuchado este álbum al completo tampoco tengo del todo claro que pueda y deba ser así.

Tiraré de un recurso fácil para situarte un poco en el mapa por si desconoces a la banda. Si hay un grupo con el que establecer a groso modo un paralelismo musical ese es MOTÖRHEAD, dado que los británicos son los padres indiscutibles de esa vertiente que cabalga entre el Rock Duro y el Heavy metal de corte más rudo y primitivo, sin olvidar algunos dejes cercanos al Blues e incluso a otras tendencias parejas a toda esa amalgama sonora.

Como dato interesante, cabe señalar que en el seno de la banda hay antiguos integrantes de formaciones del más vigente Heavy Metal como son HOLY GRAIL o WHITE WIZZARD. La información, obtenida de la extensa nota que acompaña al lanzamiento en formato digital, puede ser algo tendenciosa si no prestas atención a lo que verdaderamente hay en este disco. Supongo que todo depende del prisma con el que se mire, pero, a mí personalmente, “Overloaded” (el tema de apertura) me suena a los FOO FIGHTERS más contundentes y menos alternativos. Y hay más cortes de ese tipo a lo largo del compacto. Sin embargo, “The Fields” tiene un acabado más añejo. La voz cazallera y ronca de Eric Harris me hace acordarme un poco de TANK, mientras los vistosos punteos de guitarra, doblados constantemente pero diseñados con sencillez y no mucho artificio, me trasladan hasta los IRON MAIDEN de sus dos primeros discos.

Por su parte, “Frostwyrm” es una pieza muy “happy”, rocanrolera y con una envolvente dinámica que me lleva mentalmente hasta los daneses VOLBEAT. Y ya que he citado a MOTÖRHEAD tan solo unas líneas atrás, diré que “State Lines” es el tema que más comulga con el buen hacer del trío británico por su velocidad y la pegada de la batería, la cual tiene un soniquete que me hace recrear el modo de golpear los parches de Mickey Dee.

En su conjunto, este disco puede recordar a todas las bandas citadas en párrafos anteriores y a ninguna en concreto. Su fórmula musical parece clara, sencilla y bien direccionada, pero cada tema a nivel individual contiene un acabado ligeramente distinto al anterior o al siguiente, creándose así una delgada línea entre un estilo más cercano al Heavy Rock y otro al Rock Alternativo más guitarrero.

Mi evaluación es la siguiente: si a estos tipos les vistes sobre un escenario con pantalones elásticos negros, algo de cuero y en general una estética clásica y macarrilla, crearán tendencia entre el público parejo al Heavy Metal Europeo de corte ochentero. Sin embargo, si su estética se tercia más moderna, menos contundente y algo más comercial y asequible, estos mismos individuos estarán destinado a tocar ante una audiencia ligada a esos adjetivos. Hipócrita y absurdo, puede, pero real como la vida misma.

Dicho esto, el disco se deja escuchar plácidamente sin que tampoco se halle atisbo alguno de frescura o magia en el mismo. GYPSYHAWK no creará escuela musicalmente hablando, pero tampoco pone muchas trabas a la hora de hacerte más fácil la escucha de su segundo trabajo.

Jorge Osoro