OCTOBER TIDE - Tunnel Of No Light

1994 seguramente fue el año más importante en la vida pública de Fredrik Norrman. Había estado peleando en el Death Sueco clásico desde finales de los ochenta con UNCANNY (primero conocidos como CICATRICATION en el underground) y cuando, por fin, editan su único larga duración, el excelente “Splenium For Nyktophobia”, encuentran que el género no tenía futuro ni salida, habiendo pasado sus mejores días, dirigiéndose ya las miradas hacia Estocolmo (y eso que el disco posee unas dosis de melodía importantes). Fue una especie de canto del cisne pero a Fredrik le sirvió para entrar en los hoy conocidísimos KATATONIA y, paralelamente, formar su proyecto OCTOBER TIDE, junto a su entonces compañero vocalista Jonas Renkse. Inicialmente, OCTOBER TIDE era una especie de spin off de KATATONIA y el vehículo por el que Fredrik y Jonas continuaron la senda del genial “Brave Murder Day”, último trabajo de estos antes del cambio a voces melódicas.

El debut de OCTOBER TIDE, “Rain Without End”, es el perfecto sucesor de “Brave Murder Day”, otra obra maestra que también supuso el adiós de Renkse a los registros agresivos. Tanto fue así que, aun a pesar de continuar en el grupo, para su segunda entrega, el notable “Grey Dawn”, el dúo contó con Marten Hansen, cantante de, entre otros, A CANOROUS QUINTET y THIS ENDING. Hablamos ya de finales del siglo XX, momento en el que Fredrik decidió poner OCTOBER TIDE a hibernar para concentrarse en el, ya sí, despegue definitivo de KATATONIA. El siguiente punto de inflexión es el año 2009 en el que, en un espacio temporal de meses, Fredrik resucita a los primeros y decide poner punto final a tres lustros con los segundos. En esta huida le acompañó su hermano Mattias, que le servirá de apoyo en la nueva etapa que OCTOBER TIDE, lógicamente ya sin Renkse, arranca con “A Tiny Shell”, un buen álbum que no sé porqué no me emocionó tanto como esperaba. Una presentación en directo en el añorado “Madrid Is The Dark Festival” madrileño, que solo se puede calificar como correcta y aseada, y para cerrar el círculo, retorno de UNCANNY con el EP “The Path Of Flesh”.

Parece un rompecabezas lo que hemos descrito pero no, es la realidad. Para colmo, “A Tiny Shell” es el tercer trabajo, otra vez con otro vocalista, en esta ocasión Tobias Netzell de IN MOURNING. A comienzos de 2013, OCTOBER TIDE anuncia su cuarta entrega, “Tunnel Of No Light” y, sí, ¿lo adivináis? Otro fichaje nuevo al micrófono. Para este disco han contado Alex Högbom. Más acostumbrado a registros puramente Death por su pertenencia a SPASMODIC y VOLTURYON, Alex ha desarrollado una labor fantástica. Existen diferencias con sus predecesores pero ha dotado a “Tunnel Of No Light” de la parte más agresiva de las composiciones, para así no perder la identidad con que nació y creció la banda durante la década de los noventa.

OCTOBER TIDE ha optado por el continuismo. ¿Esto es bueno o malo? Definitivamente, bueno. No puede ser catalogado como otros kataclon de la vida porque Fredrik (y Renkse cuando estaba) eran parte fundamental de KATATONIA. Al revés, hay que agradecerle que mantenga vivo el legado de un epítome del Doom Death como “Brave Murder Day”. Luego, depende de si les llega la inspiración para redondear una obra brillante y, por fortuna, sucede en “Tunnel Of No Light”. Solo el arranque con “Of Wounds To Come” hará las delicias de quienes añoran las melodías de guitarra que se abren paso entre una voz a medio tiempo y una estructura de canción a medio tiempo, con pasajes atmosféricos, y, puntualmente, interludios Doom.

Quizá es en este aspecto en el único que encontramos algo de monotonía ya que, al repetir esquemas, los trozos lentos no posee diversidad, siguen un patrón demasiado establecido. Es decir, si OCTOBER TIDE cambia la melodía principal, por mucho que calque una forma de componer, siempre tendrás sonidos distintos. Sin embargo, en el Doom no puedes reiterar el riff, por ejemplo. De este modo, en temas como “Our Constellation” o “Adoring Ashes” encontraréis similitudes. No obstante, esto resulta insignificante en un cómputo general plenamente satisfactorio. No está al nivel de OFFICIUM TRISTE o el reciente EP de MY DYING BRIDE, pero sí se puede afirmar que es de las mejores obras de Doom Death de este ejercicio. Muy recomendable.

Marco-Antonio Romero