Crítica de ONSLAUGHT - "Generation Antichrist"

Inspira cierto sentimiento de culpabilidad cuando te esfuerzas para que te guste un disco, te encantaría que te encantara, pero no hay manera. Hay muchas formas de aproximarse a "Generation Antichrist", el nuevo disco de ONSLAUGHT. Una, desde luego, es asegurar que es un trabajo que exuda pegada Thrash y que tiene todos los ingredientes de la etapa que abrió el grupo en 2007 con el fantástico "Killing Peace". Quien afirme eso no estará mintiendo. La producción es moderna y fantástica, otro trabajo impoluto del afamado Daniel Bergstrand. Esto es igualmente cierto, también que ONSLAUGHT sale airoso de un meneo casi total a su formación y mantiene un nivel de interpretación óptimo. Todo eso es verdad, pero a mí lo único que me sale como respuesta es un ¿y qué?

En apenas 38 minutos (algo menos, de hecho), ONSLAUGHT factura un disco de apariencia intachable, que podría firmar un algoritmo al que le metes los ingredientes básicos del Thrash Metal en la programación y que aparentemente tiene todo para satisfacer a los seguidores del género. Y estoy seguro de que los habrá felices con "Generation Onslaught". Pero a mí me deja frío, me golpea con latigazos discontinuos de energía que finalmente me hacen pensar básicamente en lo increíblemente grande que fue este estilo y su escena en sus buenos tiempos, no en que este disco podría formar parte de esos buenos tiempos.

Sé que no es fácil hacer Thrash en 2020 porque la ventana compositiva es pequeña. Es un género que despunta en su versión pura, que acepta mezclas y evoluciones peor que otros y que tiene una idiosincrasia muy (muy) marcada pero también absolutamente trillada. Sigo disfrutando de los clásicos, los obvios y los enterrados por las arenas del tiempo. Pero con muchos de los nuevos discos, tanto de los ilustres como de la última generación de bandas (hubo un revival que tuvo un descorche notable pero corto), mi respuesta es ¿y qué? Especialmente cuando todos los ingredientes están ahí menos la chispa mágica, el quid de la cuestión: la brillantez compositiva. Y ese es el gran problema de "Generation Antichrist". Sencillamente, las canciones, y salvo excepciones, no son gran cosa. A eso se le puede echar mucho maquillaje, mucha producción y una actitud muy correcta. Se puede maquillar el problema, no hacerlo desaparecer.

"Generation Antichrist" no llega a la mejor versión de ONSLAUGHT

Y me niego, me pasa lo mismo con los últimos discos de TESTAMENT, por ejemplo, a aceptar que esto vale como un gran disco de Thrash Metal en 2020. Me niego a rebajar hasta ahí mis expectativas y a convertir cualquier gesto en pleitesía a grupos que desde luego la merecen por su trayectoria. Entre ellos ONSLAUGHT, un clásico del Thrash británico (una veta fantástica del género) que comenzó en 1982 como un grupo de Hardcore Punk que evolucionó hacia el Metal y que en tres discos y menos de un lustro pasó de grabar una suerte de entrañable homenaje a VENOM, DISCHARGE y MOTORHEAD ("Power From Hell") a facturar un clásico del Thrash más canónico ("The Force" o el billete para ser considerados los SLAYER británicos) y de ahí a, con el tercer cantante en tres discos, tirarse a los terrenos más comerciales y melódicos con "In Search of Sanity".

Desde la refundación en 2006, ONSLAUGHT se asentó en esa suerte de Thrash moderno que es en realidad el clásico pero con un sonido actualizado, limpio y muy potente. Y ahí ha hecho una buena segunda etapa de su carrera en la que discos como el citado "Killing Peace" y "VI" me gustan mucho más que este "Generation Antichrist", el séptimo en una trayectoria ya muy dilatada.

En los últimos años, ONSLAUGHT ha barajado cartas en su formación hasta que el bajista Jeff Williams (a bordo desde 2006) se ha convertido en el más veterano al lado del fundador Nige Rockett. En este nuevo disco, además, cambia la voz, un asunto siempre delicado. Sy Keeler, el frontman en el excelente "The Force" había sido el rostro del grupo también en toda esta segunda etapa. Ahora ha dejado su sitio a David Garnett, desde luego un notable cantante Thrash que hace un trabajo impecable en este disco, en el que los solos de guitarras juegan sobre una base de ritmo perfectamente articulada por la producción y en la que brilla el trabajo a la batería de James Perry. Tremendo. Otra vez, todo impecable, todo como tiene que ser… y todo poco relevante porque las composiciones no enlatan en buenas canciones toda la energía y el buen hacer de ONSLAUGHT. Es, para mí, tan sencillo como eso.

Un disco correcto pero con recursos ya manidos y composiciones solo correctas

El pasado Hardcore/Punk del grupo asoma en varios momentos del disco, que también tiene grooves crujientes y algunas melodías oscuras a lo SLAYER en los pasajes a medio tiempo. Todo lo que puedes esperar, insisto. El inicio, de hecho, es fantástico, con la anticipación de "Rise To Power" y la categoría violenta de "Strike Fast Strike Hard", un temazo con galones que se distancia mucho del resto de canciones, también de las más brillantes: "All Seeing Eye" y la final "A Perfect Day To Day", un homenaje al adiós de MOTORHEAD que ONSLAUGHT grabó con Keeler el año pasado y ha regrabado con Garnett para este nuevo trabajo. En general, "Generation Antichrist" se puede escuchar del tirón y haciendo headbanging. No le pondrá demasiadas pegas quien lo haga. Pero después de varias escuchas, ¿se sostienen composiciones simplemente correctas, riffs poco impresionantes y recursos manidos por mucho que la intención sea de lo más loable y el sonido de lo más preciso? No si le pones la exigencia debida.

Me encantaría que este disco me gustara más. Pero no voy a dejarme llevar en un ejercicio de nostalgia que me haga acabar escribiendo, casi sin saberlo, sobre "The Force" y no sobre este "Generation Antichrist" que no tiene nada de malo, y que tampoco me extrañaría que te guste mucho más que a mí, pero que acaba siendo menos de lo que aparenta en su prometedor arranque y en la primera toma de contacto. Esa es mi sensación con él, al menos.

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Discográfica: AFM Records

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