"Aesthesis" de ORION CHILD, un disco épico que lleva el Power Metal más allá

Los vizcaínos ofrecen un potente y completo álbum

Hace años que el Metal hecho en nuestro país alcanzó su mayoría de edad y su plena equiparación en todos los estilos con lo que se hace en el resto del mundo. El Metal más agresivo, técnico y compositivamente innovador tiene por estos lares grandes músicos que nada tienen que envidiar a bandas de renombre internacional. Este es el caso de los vizcaínos ORION CHILD que, con ya cuatro discos a sus espaldas, vuelven a la palestra con su deslumbrante mixtura de Power Metal Progresivo y Death Metal Melódico con “Aesthesis”, un disco arrollador que los vuelve a ubicar a la vanguardia de los sonidos extremos y las melodías más orquestales. Os lo cuento…

Formados allá por 2016 en la comarca del Duranguesado (Bizkaia), ORION CHILD ha ido labrándose un nombre dentro del Power Metal más agresivo gracias a discos sólidos, bien hechos y siempre repletos de una iconografía y temáticas futuristas, apocalípticas y distópicas. Pese a que la banda acaba de perder a dos de sus miembros fundadores, el guitarrista y cantante gutural Oier Calvo “Jones” y el teclista y cantante gutural Jonkol Shepard (también en INCURSED y VHÄLDEMAR), la banda tiene ganas y empuje como para defender en directo este gran disco que ahora nos ocupa. Grabado en los prolíficos Chromaticity Studios bajo la batuta del prestigioso productor Pedro J. Monge, “Aesthesis” goza de un sonido corpóreo, vigoroso y, a la vez, sutil, ya que puedes percibir con detalle la aportación de todos los miembros de la banda.

“Aesthesis” ofrece todo un recital de Power Metal sinfónico mezclado sabiamente con los sonidos más extremos

La cinematográfica introducción “Revel(AI)tions” nos catapulta a un mundo de ficción distópica que da paso a la trepidante “Skulldom”, un cañonazo de puro Power Metal en el que las voces limpias de Víctor Hernández deslumbran por su alto registro y su elegancia en las melodías mientras que la batería de Gabriel Barahona “Txuni” ametralla nuestros oídos con todo un arsenal de pirotecnia rítmica. Las feroces guitarras de Oier y de Santi Herrera tiran de clasicismo para facturar solos de gran habilidad y buen gusto, como lo es también el solo de Jonkol, con ese sonido tan a lo DREAM THEATER. Un temazo hipersónico que por momentos se acelera hasta extremos Death Metal gracias a los arrolladores blast-beats de Gabriel.

“Aesthesis”, el tema que da título al disco continúa por la senda vertiginosa del Power Metal que se torna en ritmos aún más acelerados y agresivos cuando Oier canta las partes guturales que dan tanta diversidad a las composiciones de la banda. En esta canción vemos la influencia de bandas como SYMPHONY X o WINTERSUN que ellos mismos admiten como importantes en su bagaje compositivo. Incluso en los pasajes más brutales la banda se maneja con soltura en tesituras melódicas accesibles para el oído profano y demuestra un enorme gusto por las melodías complejas.

“When the Tide Arises”, canción de la que han rodado un estupendo videoclip muy cinematográfico, mantiene toda la intensidad de sus predecesoras y nos ofrece una vez más todo un recital de energía desatada destacando a mi gusto los colosales teclados de Jonkol, que empastan de manera perfecta con las guitarras de Oier y Santi, que tan pronto ofrecen riffs acelerados al máximo como solos de gran virtuosismo y melodías de gran belleza. La aplastante base rítmica de José Alberto Arriola “Rafi” y Gabriel Barahona “Txuni” a la batería ofrecen sólidos cimientos sobre los que la banda construye su armazón melódico lleno de abrasivos arreglos. Puño de hierro en guante de seda, así visualizo yo la música de ORION CHILD.

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"ORION CHILD es como un puño de hierro en un guante de seda: melódicos y épicos a la vez que arrolladores y aplastantes. La combinación perfecta para no aburrir ni un segundo".

“My Redemption” arranca con melodías de guitarra adictivas que se doblan y entran directas a lo más profundo del cerebro para engancharte sin remisión. Los teclados de Jonkol, en un segundo plano, construyen un sólido colchón que empastan toda la canción y le dan una solidez grandiosa. La alternancia vocal entre las voces limpias y operísticas de Víctor y las guturales de Oier y Jonkol enriquecen una canción que es de mis favoritas por su grandiosidad y la acertada melodía de un estribillo que se te queda a la primera. Los espectaculares solos de guitarra y teclado añaden momentos de gran deleite en un tema que, además, se presta para sacudir las cervicales al desenfrenado ritmo al que nos tienen ya acostumbrados. La bellísima coda de piano de la mano del gran Jonkol solo confirma que estamos ante uno de los temas estrella de “Aesthesis”, pero aún queda mucho más.

“Reaching for the Stars”, canción de la que también han rodado un videoclip de elegante factura, nos muestra a la banda transitando una vez más entre el Power Metal más clásico de bandas como BLIND GUARDIAN y el Death Metal melódico de bandas como CHILDREN OF BODOM. Oier brilla con luz propia en los pasajes más salvajes demostrando ser un gran guitarrista y también un atronador vocalista. Su reciente marcha ha sido suplida por Sito (ex YMOTEK) quien ha actuado ya con la banda en directo recientemente garantizando la continuidad de la banda pese a la gran pérdida que supone la marcha del fundador Oier.

Ronnie Romero y Pedro J. Monge en “Aesthesis”

Para “Numbers Are Law” ORION CHILD ha contado con la colaboración estelar del prolífico y siempre deslumbrante Ronnie Romero (ELEGANT WEAPONS, LORDS OF BLACK…), que canta codo con codo con Víctor en la canción más netamente Power Metal del disco. Los aires a lo SYMPHONY X son aquí más evidentes con la incansable batería de “Txuni” y los grandiosos teclados de Jonkol dando tintes épicos a una canción que también se adentra en terrenos extremos con los guturales de Oier y sus riffs asesinos. Una canción realmente notable que seguro que en directo puede ser uno de los momentos álgidos del concierto.

Siguiendo con las colaboraciones, “Forever” ofrece la magia a las seis cuerdas del portentoso guitarrista de Barakaldo Pedro J. Monge (VHÄLDEMAR) quien pone con los bellos arreglos de su guitarra acústica uno de los pocos momentos de calma de todo el disco. Eso sí, cuando el tema se endurece Pedro saca su feroz vena eléctrica y nos descerraja un solo repleto de velocidad y melodía que replica Jonkol con total convicción en un duelo de maestros que sólo puede saldarse en tablas. El tema, emotivo y memorable, demuestra que ORION CHILD es capaz de la máxima ferocidad sonora y también de la épica más rutilante en sus composiciones.

“Runaway” se catapulta a toda velocidad por la senda del Power Metal más trepidante una vez más capitaneada por la elegante y helloweenesca voz de Víctor, un cantante de timbre brillante y recursos notables. Lo que precisa una banda como esta en la que las melodías vocales son el broche melódico de una construcción musical donde todos los instrumentos tienen una gran relevancia melódica. Las partes más vertiginosas, repletas de tremolo-picking y blast-beats son la antesala de uno de los solos más espectaculares de teclado de Jonkol. El final del tema nos deja exhaustos y sonrientes por la avalancha sónica que nos pasa por encima en un clímax sonoro difícil de superar.

El broche final de “Aesthesis” lo pone ORION CHILD con la épica y arrolladora “Prisoners of the Past”, un corte largo, complejo y repleto de pasajes diversos que alternan arreglos melódicos capitaneados por las voces de Víctor y Oier y los omnipresentes teclados de Jonkol, quien aporta en “Aesthesis” un trabajo inconmensurable. Esperemos que pronto puedan cubrir su baja y la banda puede seguir ofreciendo su peculiar mixtura de agresividad y epicidad que tanto los distingue. La canción es un perfecto compendio de todo lo que la banda ofrece y mantiene el pulso a lo largo de sus casi siete minutos de duración pasándose en un suspiro por sus constantes cambios de ritmos y de texturas sonoras. No podían haber elegido un tema mejor para cerrar un disco que es, por derecho propio, de lo mejor de su género que se ha publicado este año por aquí. Ahora sólo falta ir a verlos en directo y apoyarles para que puedan seguir ofreciéndonos discazos como este. Zorionak, lagunak!!!

Discográfica: Art Gates Records

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