Un álbum repleto de soledad, desesperación y lucha por salir adelante
Tras cuatro años de espera “Mind Burns Alive”, el quinto disco de los doomsters norteamericanos PALLBEARER, es ya una realidad tras diferentes vicisitudes que colocaron a la banda de Little Rock (Arkansas) al borde de la desesperación. Tras la pandemia del Covid-19 se sentían ya listos para dar continuidad a su exitoso “Forgotten Days”, pero múltiples complicaciones retrasaron la grabación de este trabajo y podemos decir que, pese a todos los contratiempos, la espera ha merecido la pena.
“Mind Burns Alive”, el quinto disco de los doomsters PALLBEARER, es todo un viaje introspectivo
Grabado por Zach Reeves y Jason Weinheimer en los estudios Fellowship Hall Sound, propiedad de la banda, y producido por los propios PALLBEARER, “Mind Burns Alive” es un paso más en la evolución que ya vimos en su predecesor hacia sonidos más minimalistas, íntimos y experimentales. Sigue siendo una banda de Doom Metal, pero la experimentación los lleva a territorios que algunos dirían Prog y otros, tal vez Avant-garde.
Tal es la diversidad de sonoridades, texturas y ambientes que encontraréis en este denso e intenso disco que nos habla de la soledad, la desesperación y la perturbación con letras agónicas y melodías bellísimas.
Las canciones de “Mind Burns Alive”
Ya desde el tema de apertura, “Where The Light Fades”, del que han grabado un íntimo y emotivo vídeo, nos encontramos a unos PALLBEARER más contenidos, más acústicos y minimalistas demostrando ser capaces de explorar territorios que uno no espera encontrar en una banda así. La bella voz de Brett Campbell protagoniza casi toda la canción acompañada por una delicada y reverberante guitarra que dibuja sombríos acordes y una sutil batería a cargo del siempre efectivo Mark Lierly, así como un cálido y corpóreo bajo de Joseph D. Rowland. No encontramos en esta canción el habitual “muro de guitarras” que siempre ha caracterizado su sonido salvo casi al final, en el clímax de un tema que nos prepara para un áspero e introspectivo viaje emocional por la soledad y el aislamiento.
“Mind Burns Alive”, el tema que da título al disco es, ahora sí, un corte repleto de riffs monumentales, tempos cadenciosos y melodías de guitarra lóbregas y adictivas. Enorme el trabajo de Devin Holt a la guitarra solista tejiendo fúnebres cantos de desesperación con esa contención y eficiencia de notas absoluta. La canción también ofrece momentos de recogimiento e introspección sonora en los que la banda baja el tempo, susurra melodías desesperadas y esconde la batería tras una producción “low-fi” que sirve para dar aún más realce a la explosión del glorioso estribillo en el que las guitarras dobladas de Holt y Campbell nos estremecen hasta el compás final.
"Tras casi cuatro años de parón musical PALLBEARER retorna con su disco más personal, introspectivo y variado donde la sutileza y el minimalismo se dan la mano con el Doom más áspero"
Los casi ocho minutos de “Signals” abundan en la faceta más minimalista de la banda ofreciendo silencios inquietantes y acordes dispersos de guitarras acústicas sutiles y pesarosas mientras la voz emotiva de Campbell acompaña la melodía hasta la explosión eléctrica de unas guitarras que acechaban agazapadas a salirnos al paso y atronar nuestros sentidos. El denso bajo de Rowland y la contundente batería de Lierly soportan el crecimiento de una composición que se edifica sobre los catedralicios riffs de Campbell y Holt y se adorna de melodías de una extraña e inquietante belleza. En definitiva, aquello que los seguidores de PALLBEARER esperan encontrar.
“Endless Place”, tema del que, a pesar de sus casi once minutos, han grabado un elegante videoclip, es todo un alarde de técnica, emoción y talento. Las densas guitarras tejen un abigarrado tapiz sonoro en el que las voces de Rowland y Campbell, así como sus ocasionales solos de guitarra, dibujan melodías que nos adentran en territorios lúgubres y sombríos. La aparición de un agónico solo de saxofón de Norman Williamson acrecienta la sensación de angustia que es remarcada por los monumentales riffs de guitarra llevándonos a un abrupto final que nos deja con la sensación de despertar a una cruda realidad tras haber vagado por un mundo de sueños. Simplemente magistral.
“Daybreak”, escrita y cantada por Rowland, es el tema más minimalista y recogido en casi la mitad de su duración, ofreciendo unas líneas vocales sutiles y matizadas justo antes de que explote a golpe de riff colosal y melodías de guitarra agónicas en una segunda parte llena de fuerza y emotividad. Según el propio Rowland, la canción cuenta un “cuento solitario de aceptación como un camino hacia la salvación emocional donde centrarse en el dolor es la mejor manera de dejarse llevar”.
El cierre del disco lo pone “With Disease”, otra monumental muestra de magisterio doomster y experimental de más de diez minutos donde, una vez más PALLBEARER se pasean por páramos desolados de desesperación y pesadumbre impulsados por unos riffs tenebrosos y ultraheavies y unas melodías vocales y de guitarra pesarosas y de una perturbadora belleza.
Estamos posiblemente, junto con “Endles Place” y “Mind Burns Alive” ante el tema más destacado y posiblemente el más representativo de un disco que afianza a los estadounidenses como una de las bandas más inspiradas y referenciales del Doom melódico y atmosférico de la actual escena underground.
Discográfica: Nuclear Blast Records
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