"Eternal Life Of Madness", el disco de PENTAGRAM de Metal Extremo añejo y firme

Emergiendo desde el subsuelo de Chile

Hablar de PENTAGRAM, que ataca de nuevo con "Eternal Life Of Madness", es hablar de unos pioneros del subsuelo. De sonidos enlatados en un garaje, de instrumentos machacados y ruido, mucho ruido. Los chilenos son de aquellos buques insignias del underground, como también lo son los alemanes POISON o los californianos INSANITY. Bandas que emergieron de la nada a finales de los ochenta y dejaron huella, marcaron una pauta que luego serviría a otras muchas bandas como fuente de inspiración. Conjuntos que, con una demo (formato que lamentablemente se encuentra en desuso), consiguieron penetrar y llegar a rincones del mundo que, si no fuese por el boca a boca, por el regrabar casetes, habría sido imposible llegar hasta llegó su legado. Que se lo digan si no a los verdaderos SEPULTURA.

Y aquí estamos, todos más viejos y algunos más peludos y hediondos, hablando del nuevo trabajo de PENTAGRAM, con la coletilla “Chile” para así diferenciarse de las múltiples bandas llamadas igual, pero, sobre todo de los famosos doomish de Washington. “Eternal Life Of Madness” es su segundo larga duración tras “The Malefice” publicado hace once años y, como era de esperar, continúa su estela. Death Metal con algo de Thrash, un sonido pesado y compacto.

La banda liderada por Anton Reisenegger (también en BRUJERIA, LOCK UP y CRIMINAL) y por Juan Pablo Uribe, persisten en la música que les hizo un nombre: Metal sólido, duro y maduro. Que puedan publicar discos es también un homenaje para ellos, para sus complicados inicios. Es por eso que celebramos toda obra nueva, indistintamente que el resultado sea el esperado o no. Al igual que en “The Malefice”, la sensación final a “Eternal Life Of Madness” es que le falta “un algo”, la más seguro que sea una percepción mía. Un deseo, un anhelo que tengo.

"Eternal Life Of Madness" es un trabajo sólido y robusto

En “Eternal Life of Madness” hay unas pocas canciones que sobresalen respecto al resto. Como por ejemplo la portentosa “The Portal”, que es el mejor corte de disco. Pero en este álbum hay de todo un poco. Ciertos temas son robustos y compactos como la que da nombre al trabajo, “Eternal Life Of Madness”, o también “Icons Of Decay” y “El Imbunche”.

Otros cortes son densos como “Possessor” o “The Seeds of the Deed” o muy pesadas y oscuras como es el caso de la canción que cierra el álbum, “No One Shall Survive”. Las thrashers “Devourer Of Life” o “Deus Est Machina” reparten la cera que necesita el disco y en cambio “Omniscient Tyrants” y “State Of Grace”, con ese sonido pausado, te da el sosiego adecuado para continuar con el viaje.

Sin ser mal trabajo, la sensación final es que a “Eternal Life Of Madness” algo le falta. La propuesta me parece buena, es una añoranza a sus orígenes, no en vano los PENTAGRAM chilenos fueron fuente de inspiración a muchas bandas de Metal Extremo que surgieron posteriormente. Aun así, al igual que su trabajo anterior, me deja un regusto amargo que me hace pensar que quizás se podría haber aprovechado mejor.

En cualquier caso “Eternal Life Of Madness” es un competente álbum con el que, tras once años de espera, PENTAGRAM vuelve a hacer lo que mejor sabe, Metal Extremo resistente, añejo y firme. Lo que está claro que cada disco publicado, cada canción escrita y cada riff propuesto, es un regalo de los chilenos para el mundo metalero, pero principalmente para ellos. Así que agradecidos tenemos que estar.

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Discográfica: Nuclear Blast

Más información sobre PENTAGRAM y "The Eternal Life OF Madness" en su página de Facebook.

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