Un álbum irregular de PORTRAIT que no llega a despegar
El pasado 21 de junio salió a la venta "The Host", el sexto trabajo de la carrera discográfica de la formación sueca de Heavy Metal PORTRAIT. En este nuevo álbum, la banda reafirma su compromiso con el sonido más tradicional del género, enriqueciéndolo, como viene siendo habitual en sus entregas, con matices sombríos y letras de corte satánico que evocan atmósferas desgarradoras y tenebrosas, rindiendo tributo a sus amados MERCYFUL FATE.
“Hoc Est Corpus Meum” es la inquietante introducción que nos adentra en los terrenos oscuros de una acelerada “The Blood Covenant”, canción elegida como primer adelanto del disco y que se convierte en una fiel representante de lo que vamos a encontrar en él. En “The Host” hallamos todos los clichés del género, desde los riffs y solos de guitarra desenfrenados y marca de la casa inmortalizados por Christian Lindell y Karl Gustafsson, que se abren paso entre cambios de ritmo incesantes, hasta los alaridos vocales de un Per Lengstedt que en algunos momentos quedan a medio gas ante la vertiginosidad que exigen muchas de las composiciones.
Canciones y contrastes en "The Host"
“The Sacrament” y “Oneiric Visions” rebajan la intensidad mostrada en el arranque del redondo, descubriendo una vertiente una pizca más reposada y melódica que, bajo mi humilde punto de vista, les sienta mejor que cuando aceleran endemoniadamente sus canciones, dejando la sensación que Per se siente más cómodo y amolda mejor a ellas al no estar tan exigido vocalmente. A continuación, nos damos de bruces con “One Last Kiss”, un medio tiempo que apunta maneras pero que finalmente termina dejando un sabor un tanto agridulce, debido a la interpretación vocal en las partes donde la composición intenta pegar el subidón sin éxito.
Llegando al ecuador de “The Host” nos encontramos con unas “Treachery” y Sound Of The Horn” que nos llevan nuevamente hacía terrenos puramente MERCYFUL FATE. La primera de ellas pasa sin pena ni gloria escucha tras escucha, pero la segunda atesora uno de los estribillos más rotundos del trabajo. Ecos de los JUDAS PRIEST más acelerados resuenan durante la reproducción de “Dweller Of The Threshold”, mientras que en “Die In My Heart” dejan entrever su faceta más melancólica, pero desafortunadamente, Per vuelve a chirriar nuevamente a nivel vocal en las notas altas.
La primera mitad de "The Host" se deja escuchar y me parece moderadamente disfrutable, aunque sus canciones no sean especialmente destacables ni rompedoras. En 2024, innovación no es precisamente lo que espero de una banda de este estilo, pero sí composiciones con más garra que las que encontramos a partir de la segunda mitad. Salvo alguna pequeña alegría fugaz, el álbum comienza a flaquear, volviéndose pesado y, para mi gusto, su duración juega en su contra, extendiéndose innecesariamente en la parte final donde se encuentra “The Passions Of Sophia”, un tema de más de once minutos cuya épica no termina de despegar.
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"The Host" necesita mayor dinamismo
En conclusión, "The Host" de PORTRAIT comienza con fuerza, reafirmando el compromiso de la banda con el sonido tradicional del Heavy Metal y sus matices sombríos. Sin embargo, a medida que avanza el disco pierde energía y se vuelve demasiado monótono. La segunda mitad sufre de una falta de dinamismo, haciendo que su duración se sienta excesiva.
Aunque hay algunos momentos destacables en general, "The Host" no ha logrado mantener mi interés constante como oyente, dejando una sensación agridulce a nivel general.
Discográfica: Metal Blade Records
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