THULCANDRA - Ascension Lost

Mi primera toma de contacto con los alemanes THULCANDRA fue “Fallen Angel’s Dominion”, un disco que, sin ser ninguna maravilla, despertaba un atavismo perverso al evocar a una leyenda del Metal escandinavo: DISSECTION. Todo en el grupo, desde la música hasta las portadas, recordaba a la banda de Jon Nödtveidt en algo que superaba los límites del mero guiño. Homenaje dirían algunos, plagio dirían otros, pero sin duda se esperaba que la propuesta pudiera dar más de sí. Tras dos entregas, el nuevo álbum “Ascension Lost” no aporta nada nuevo, y diría incluso que la banda se ha estancado en el aburrimiento.

Vídeo de "The Second Fall"

Y es que en “Ascension Lost” los muniqueses suenan otra vez pulcrísimos, fríos y oscuros, pero poco inspirados, y las canciones pasan sin pena ni gloria. Todo corrección, poca pasión. Ese es el principal problema de THULCANDRA, que casi convence más en los pasajes acústicos que en los metálicos, así como en la creación de atmósferas, como ocurre en “The First Rebellion”, para luego vulgarizarse. Lo cierto es que me ha costado horrores encontrar temas atractivos, y no habrá sido por falta de escuchas... Quizá “Demigod Imprisoned”, que aúna fatalismo y velocidad, “Exalted Resistance” o “Sorrow Of The One” que es puro DISSECTION, llama la atención aunque sea por los exagerados ecos, si bien el que los mejores temas sean los más similares a sus referentes suecos deja un poso de tristeza.

A decir verdad THULCANDRA se ha quedado al límite del plagio (sin obviar que más de un oyente calificaría su obra de tal forma). Es una pena que la banda no haya podido o sabido dejar su impronta en la obra. Pero más allá del parecido con DISSECTION, “Ascension Lost” es un disco insustancial y frío como su portada.

Desde luego, está en las manos de THULCANDRA el despejar todas las dudas, hacer canciones más entretenidas y el mostrar, aparte del merecido homenaje al maestro Nödtveidt, algo de sangre propia.

Enrique Herrero