DOMINUS XUL - To The Glory Of The Ancient Ones

Acción, reacción. La técnica y el core. Estos dos “apellidos” fueron los más utilizados detrás de la acepción Death Metal hasta hace dos o tres años. Una amplia mayoría de ediciones discográficas estaban impregnadas de estos calificativos. No vamos a nombrar aquí la pléyade bandas que los aplicaron siguiendo a sus maestros (la técnica, obviamente, no es nueva en el género; el llevarla hasta extremos exagerados y contagiarse del hype reinante, sí). En mi opinión, y parece que en la de muchos, esta saturación implicó privar o desposeer al Death de su esencia, de una pureza que quedó contaminada y derivó en la ausencia de feeling de un número importante y significativo de álbumes. ¿Es esto lo que llevó a que sea, probablemente, el estilo menos popular actualmente de los tres grandes del extremo (Black, Doom y Death), cuando a nivel comercial en sus días de gloria es el que más vendió, de largo? Seguramente no sea la causa principal pero también ayudó.

Como todo es cíclico, en los últimos tiempos se ha optado por la involución, por el retorno a las raíces. ¿De qué forma se ha hecho? En dos vertientes. Por una parte, la facción europea dirigió su mirada a la tierra prometida, Suecia. Finales de los ochenta, CARNAGE, Sunlight Studios, NIHILIST, Tomas Skogsberg, ENTOMBED, etc. Por otra, las atmósferas oscuras, diabólicas y blasfemas que siempre miran al dúo INCANTATION - IMMOLATION. A partir de aquí, y como es habitual, avalancha de formaciones, unas acertadas, otras no tanto, y varias que plagian descaradamente lo que otros hicieron hace dos décadas. Separar la paja del trigo no es sencillo y, otra vez, se ha caído en la sobre exposición, si bien, afortunadamente, hay luminarias que saben lo que se traen entre manos como DEMONICAL, NECROS CHRISTOS, FUNEBRARUM, etc. gente con el background y la experiencia suficiente como para deleitarnos con sus obras.


En este contexto, toca encajar a DOMINUS XUL. Para buena parte de vosotros podría salir de la nada, aprovechando este tirón. Craso error quien eso considere. Los chilenos son unos veteranos en la escena. El país andino siempre ha dado grandes alegrías en el Death. Desde los primigenios PENTAGRAM (más Thrash, lógicamente), la lista sería larga siendo ATOMIC AGRESSOR, UNDERCROFT o TOTTEN KORPS referencias clásicas. Pues bien, DOMINUS XUL estarían en similar nivel. Primero con una denominación corta, DOMINUS; luego, añadiendo el término XUL, lanzaron a finales de los noventa el notable “The Primigeni Xul”, donde se decantaban claramente por un Death con reminiscencias satánicas, muy propio de Sudamérica. No gran calidad instrumental pero sí una buena base de la vieja escuela.

Desgraciadamente, su carrera se truncó con la muerte de Danny Grave, su vocalista. Los componentes afrontaron otros proyectos menos inspirados como MELEKTAUS o TRIMEGISTO. Diez años después, y casi por sorpresa, coincidiendo con la publicación de una colección de demos en compacto, “Nostrum Antiquos Dominus”, Alejandro Lizana llamó a sus antiguos compañeros para hacer un par de conciertos en su país. En principio, no tenían intención de continuar pero les debió picar el gusanillo y Alejandro reactivó DOMINUS XUL. Solo Claudio Salinas se mantuvo en el grupo (asumiendo el rol de cantante) y buscaron tres miembros más hasta llegar a “To The Glory Of The Ancient Ones”. Por lo tanto, al quinteto de Santiago no se les puede tachar de apuntarse a ningún carro. Ellos estaban ahí desde siempre, como representantes de esa manera de interpretar el Death tan propia del cono sur de América.

¿Qué podemos encontrar en el disco? Muy sencillo. Lo mejor que se puede decir es que no parece que haya pasado más de una década porque el estilo sigue intacto. Ocho composiciones y una intro, en cuarenta minutos de blasfemia, oscuridad, pesadez y contundencia. Pocas diferencias podemos adivinar, casi todas de carácter técnico. La producción es un poco más limpia pero este hecho, no solo no es malo, sino que redunda en el disfrute del trabajo. “The Primigeni Xul” poseía, para mi gusto, un sonido excesivamente underground. A su vez, la labor de Claudio Salinas es más ortodoxa. Los tonos de Danny Grave eran intuitivos, cantaba por instinto, y le daba un aire más Black en ocasiones, mientras que Claudio ofrece una dimensión unívoca, que no monocorde, más Death puro.


El comienzo de “To The Glory Of The Ancient Ones” parece una pelea por ver cuál de las dos influencias principales se impone. Nuevamente, hemos de referirnos al binomio INCANTATION versus IMMOLATION. De lo contrario, no se entenderían canciones como “Burying The Holy Lies” o “I Raise Lucifer”, auténticos manifiestos de demolición musical, carentes de originalidad pero que cumplen a la perfección su labor. Dentro de este subestilo me atraen los cambios de ritmo, la variación de tempos en aras de crear atmósferas. Ejemplarizante es, sin duda, “The Secret Of Liquid Arcane”. Un riff de guitarra heredero del “Onward To Golgotha” de INCANTATION da paso a estrofas tipo “Close To A World Below” de IMMOLATION. Así transcurre el tema hasta llegar a su segmento central donde se minora la velocidad, con gran acierto, generando una placentera sensación de asfixia y agonía sonora pariente cercana del Funeral Doom.

Los medios tiempos dominan “A Tribute To The Real Knowledge” en un corte que supone un impás de calma antes de la tempestad de “Time For The Ancient Ones”, la composición más rápida y devastadora de Dominus Xul en su escasa en producción pero longeva trayectoria. En similar línea aún podemos escuchar “Dethroning The False Father” mientras que en la final “Elements Against Weakness” confluyen cada uno de los pasajes claves de la propuesta de DOMINUS XUL, a saber, inicio y despedida rítmico y pesado, combinado con rabia y fiereza en la parte vocal. Quienes busquen algo innovador, distinto, técnico o con matices modernos, que se olviden de “To The Glory Of The Ancient Ones”. Que nadie se lleve a engaño, en cualquier caso. DOMINUS XUL no son novatos y saben lo que se trae entre manos. Aquí no hay más cera que la que arde, una dosis de old school Death Metal sudamericano de calidad. Seguro que no llegan a la categoría de los peruanos MORTEM pero sí que es un producto recomendable para los amantes de este género y que hayan disfrutado con DEAD CONGREGATION o FUNEBRARUM estos últimos años.

 

Marco-Antonio Romero

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