Nacer en estos tiempos es un problema. Ya seas un ser humano o una banda. Si eres humano posiblemente tengas más facilidades que tus padres para formarte, pero cuando salgas de la universidad habrá cien mil como tú. Si eres banda, lo mismo. Tendrás unos discos más nítidos que tus papás, pero tendrás que trabajar mucho para demostrar que tú ofreces algo diferente.
Este es el principal problema que presenta DÖRIA en “Despertar”. Esta banda debutante nos presenta un disco que duda si es Power o Heavy Metal. Un trabajo pensado hasta el último detalle y del que incluso se ha sacado un videoclip de gran calidad. Sin embargo, muchos de los temas no llegan al corazón y enseguida se van de la cabeza. Por si esto no fuera poco, estos chicos pagan cara la novatada, y es que resulta demasiado evidente que se sienten muy incómodos buscando la perfección, una cuestión que les resta una naturalidad muy necesaria en algunas de sus canciones.
Destaca positivamente la primera parte del disco, con temas como el corte que sirve para arrancar, “Pensavientos”, una canción con buenos coros y bastante directa que pretende ser el escudo de la banda. Tampoco nos podemos quejar del siguiente “Luz Roja” - la mejor del disco junto a la anterior, en mi opinión -, aunque la banda haya escogido a la más macarra y dura “Caperucita Feroz” como tema para el videoclip, aunque por temática era obvio que era más fácil elegir este segundo.
“Ciudad Esperanza” y la rocanrolera “Esperanza” marcan el comienzo de la parte del disco con menos personalidad y corazón. Aparte del citado, nos encontramos con la forzada “Si te vas”, una balada evidente y previsible que no aporta absolutamente nada. Era mejor no tratar de cumplir el expediente, o dejarlo reposar hasta el final, como se puede ver en un corte más adelante.
Después de esta mala experiencia, DÖRIA nos da la contrapartida con “Nueva vida”, una canción muy cercana a lo que en su momento hacían ANKHARA. Un buen corte, con uno de los estribillos más pegadizos del disco, que creo que hubiese tenido una mejor acogida en el comienzo del disco. Acto seguido, en un nuevo giro estilístico, “Sweeney Todd” nos sorprende con los toques más macarras del disco y con un sonido mucho más oscuro.
En la recta final, “Carta al barquero” pretende ser un tema complejo y trabajado, la verdad es que así resulta, pero acaba pagando el pato de la falta de tablas. Demasiado cuadrados, sin dejar pasar ningún ápice de libertad, ningún lugar a la sorpresa. “Por si sirve de algo” pasa sin pena ni gloria, mientras que la balada buena, “Amanecer”, consigue un buen epílogo – con voz femenina incluida- a lo “Hermano Del Viento” de TIERRA SANTA o “Nana” de WARCRY en su momento.
En definitiva, nos encontramos ante un trabajo evidentemente mejorable, aunque uno de los factores depende del futuro de la banda: hacen falta tablas. Esperemos que el tiempo mejore este primer asalto de DÖRIA.
Carlos Camino
