Crítica de HAKEN - "Virus"

Cuando en 2013 la banda de Metal Progresivo británica HAKEN editó su tercer larga duración, "The Mountain", muchos supimos que estábamos ante una de las mejores formaciones del género. Su estilo ecléctico y valiente les abre horizontes musicales y conceptuales tan amplios que son capaces de navegar con solvencia hasta en las aguas más procelosas. Una de las canciones más destacadas de dicho disco, "Cockroach King", fue la inspiradora de dos álbumes posteriores del grupo: "Vektor" (2018) y el más reciente "Virus", que es el motivo de esta crítica.

No os dejéis engañar por el título del trabajo. En el momento de componerlo y grabarlo la pandemia del Coronavirus ni se atisbaba en el horizonte, por lo que no estamos ante un disco oportunista, aunque sí ante un disco oportuno que cierra una historia iniciada en "Vektor" sobre el poder, la alienación y la manipulación. Vayamos por partes.

Grabado espléndidamente por Adam "Nolly" Getgood, quien ya colaborara con la banda en su obra anterior, "Virus" sorprende por su sonido contundente, demoledor y, a la vez, cuando la ocasión lo requiere, detallista y minucioso. "Prosthetic" abre fuego como una salvaje ametralladora de riffs y batería desbocada adentrando a la agrupación en la senda del sonido Djent. El despliegue de poderío rítmico de Ray Hearne a la batería es de quitar el hipo y los riffs de Charlie Griffiths y Rich Henshall suenan afilados, modernos y atractivos mientras que la voz de Ross Jennings ofrece diversos matices a lo largo de una canción corta pero llena de pasajes heterogéneos y una riqueza instrumental asombrosa. No encuentro mejor manera de abrir un disco como este.

“Virus” demuestra que HAKEN sigue siendo una de las mejores formaciones de Metal Progresivo del momento

"Invasion" comienza frío, distante y electrónico como si fuera una pieza de Kraut Rock de los años 70, con la voz de Jennings sonando como un robot que recita un texto sin alma, aunque pronto evoluciona hacia tesituras más modernas gracias a un estribillo de voces claras y melodías adictivas. Las guitarras de Griffiths y Henshall avanzan a trompicones en las estrofas desatándose en el estribillo en acordes largos y melodías de gran belleza y habilidad técnica.

Es curioso lo de esta pareja de guitarristas: no hacen apenas ningún solo de guitarra al uso en todo el disco, pero no paran en ningún momento de hacer escalas vertiginosas que se integran en la estructura rítmica del tema y muestran en todo momento una maestría instrumental deslumbrante. Jennings vuelve a demostrar que es un cantante muy versátil, capaz de romper la voz en momentos de gran dramatismo con tanta eficacia como cuando canta melodías de gran sutileza interpretativa. Está claro que HAKEN no es una banda que juegue a una única carta y esta canción es una clara muestra de lo solventes que son en cualquier terreno por el que se aventuren.

"Carousel" arranca acústico para endurecerse casi al instante y ofrecernos pasajes de guitarras afiladas, bajos atronadores y baterías aplastantes que alternan con otros más pausados en los que los siempre efectivos teclados de Diego Tejeida dibujan arreglos de elaboración compleja que, aunque puedan pasar algo inadvertidos por momentos, son el pegamento perfecto para dar consistencia a la música de HAKEN. El tema es extenso, complejo y lleno de pasajes instrumentales de gran virtuosismo y, así y todo, no aburre ni un solo momento. La influencia de colosos del género como DEVIN TOWNSEND o los mismísimos DREAM THEATER es evidente en la construcción de la canción y en la manera de hacerla evolucionar desde estructuras básicas hasta llegar a momentos de gran emotividad y dificultad instrumental.

"The Strain" es otro claro ejemplo de cómo HAKEN construye sus canciones con una extensa paleta de sonoridades y plasticidades de las que no hacen grosero alarde en ningún momento, sino que siempre son instrumentos al servicio de la canción. En esta ocasión el tema va creciendo melódicamente a lomos de la suave y melódica voz de Jennings y de la abrumadora base rítmica de Conner Green al bajo y del ya citado Ray Hearne a la batería, quienes a lo largo de "Virus" ofrecen todo un recital de solidez y solvencia. La sutileza del arranque de "Cannary Yellow", tema del que han hecho un deslumbrante videoclip, confirma a HAKEN como una banda que no le tiene miedo a la experimentación y que se siente cómoda en cualquier terreno. Los arreglos de guitarra acústica son el preludio para la explosión de guitarras y teclados que impulsan el hipnótico estribillo hasta lograr que sea uno de los momentos más memorables del disco.

Transitando por diferentes ambientes musicales con absoluta solvencia

El punto álgido de "Virus" lo pone "Messiah Complex" una extensa pieza de más de diecisiete minutos de duración en los que la banda, a través de las cinco partes en que divide la partitura, atraviesa múltiples escenarios con total convicción. Lo mismo transitan por parajes agrestes, donde los riffs de guitarra ametrallan los sentidos con metal extremo, que se adentran por senderos sinuosos de un minucioso detallismo sonoro en el que los teclados de Tejeida y la voz de Jennings construyen ambientes melancólicos de una gran belleza. La correcta parcelación de la canción en diferentes ambientes y aproximaciones musicales dotan al conjunto de una armonía y una coherencia interna magistral. La obra es magna, colosal y propia de maestros del género.

La melodía de cierre de la parte final de la canción, "V- Ectobius Rex", es de una belleza sobrecogedora con arreglos vocales y de teclado de tal belleza que diría que este tema se va a convertir en uno de los temas clásicos del grupo de manera inmediata. La coda final la pone "Only Stars", donde la banda se despide disipando delicadamente en el aire una historia dura, actual y que nos debe hacer pensar y sentir. Grandes HAKEN, una formación que ahora mismo está en la élite del Metal Progresivo mundial.

Discográfica: Inside Out Records

Más información sobre la banda en su página de Facebook.