HARDLINE - Danger Zone

Desde el 2009 no habíamos vuelto a tener noticias del grupo de Hard Rock estadounidense HARDLINE. Con “Leaving The End Open” nos dejaron, como el título bien indica, con un final abierto, pendientes de si iban a seguir adelante con más trabajos o no. Se trataba de un álbum un tanto insulso, que quizá no sorprendiera a los oídos más exigentes acostumbrados a los primeros de HARDLINE; se trataba de un sonido demasiado moderno y parecía difícil para el nuevo guitarrista, Josh Ramos, seguir la estela del gran Schon, que abandonó la banda para seguir con JOURNEY. Aún así la carismática e inconfundible voz de Johnny Gioeli consiguió emocionarnos y darle ese sentimiento a todas y cada una de las canciones que forman parte de éste “Leaving The End Open”, que aunque salvara la continuación del “Double Eclipse”, tampoco fue muy destacable en la escena del Hard Rock Melódico.

Ha llovido ya bastante desde de que HARDLINE anunciara allá por noviembre del 2011 que estaban trabajando en un nuevo disco, que se titularía “Harline IV” para seguir con la tónica de los anteriores plásticos, y ya nos advertían de que se iban a dar unos cuantos cambios en la formación de la banda. De primeras confirmaban que el teclista Michael T. Ross iba a ser sustituido por Alessandro Del Vecchio, integrante de la banda EDGE OF FOREVER o EDEN’S CURSE, lo que ya nos adelantaba que el nuevo disco iba a estar repleto de exquisitas melodías de teclado.

Ya por fin, en marzo, supimos con certeza que el nuevo álbum no se iba a llamar “Hardline IV” como nos habían adelantado, si no, “Danger Zone” y que el resto de los componentes de la banda también iban a ser otros. Se incorpora a la batería Franceso Jovino, batería de U.D.O., Thorsten Koehne, guitarrista de CODE OF PERFECTION y EDEN’S CURSE y Anna Portalupi, bajista de Mitch Malloy, lo que convierte a HARDLINE en un grupo prácticamente europeo.


“Danger Zone” nos acerca más a los primeros discos de HARDLINE, quitándonos el extraño sabor de boca que nos dejaron sus dos últimos trabajos. Vuelven los riffs de guitarra pegadizos que no te puedes sacar de la cabeza y los estribillos facilones que hacen que a la segunda escucha del álbum ya los estés tarareando. El tema con el que abre el disco “Fever Dreams” engloba la esencia más pura de los HARDLINE en sus comienzos, siguiendo con “1000 reasons” cuyo estribillo recuerda al “Hot Cherie” que tanto hemos cantado todos. “Danger Zone”, que da título al disco, es un corte espectacular y nos recuerda que a pesar de todo, ellos siguen tan fuertes como siempre. HARDLINE sigue siendo, dentro del estilo, uno de los grupos más representativos y lo defienden a capa y espada.

No podía faltar “Stay”, una balada donde Gioeli nos deja claro que su voz es y será una de las voces más carismáticas del Hard Rock, puro sentimiento. Le sigue “I Don’t Wanna Break Away”, con un toque mucho más moderno. A partir de éste tema, el trabajo se vuelve más intenso, los riffs se vuelven más potentes y los solos de guitarra te dejan de piedra. Además, los coros y los teclados de Alessandro Del Vecchio toman más protagonismo, lo que nos hace pensar que la nueva formación del grupo ha sido de lo más acertada.

Finalizamos con “The Only One” que consigue que tengas ganas de volver a escucharlo desde el principio y volver a degustar aún con más atención éste disco, y que nos demuestra que no hace falta volver a principios de los 90 para disfrutar de un Hard Rock Melódico bien hecho.


En mi opinión, es un trabajo bastante completo, aunque sí es verdad que se echan de menos cortes de el estilo más macarra que la banda tenía antes, temas como “Taking Me Down” o “Life’s A Bitch”.

En definitiva, un disco que todo amante del Hard Rock Melódico debería tener en sus manos. HARDLINE ha vuelto con más fuerzas que nunca y esperamos que esto siga así por mucho tiempo.

 

Elena Martínez

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