HARM - Demonic Alliance

HARM es uno de esos grupos que lleva al huerto al seguidor y pone en un brete al crítico. De esos a los que se coge cariño casi de inmediato. Buena presentación y unos cuantos extras de regalo, portada divertida y esa actitud genuinamente metálica que hace que se les reconozca al instante como uno de los nuestros, gente que ha crecido escuchando y reverenciando lo mismo que tú. Quieres deshacerte en elogios… y no puedes. Porque su música da para pocas críticas pero para pocas alabanzas desmedidas. Porque no son malos pero ni inventan nada ni están entre los mejores en lo suyo. Y lo suyo es el Thrash Metal, algo que desde luego tiene que haber en el mundo para que éste sea un lugar mejor.

Quiero decir que incluso en discos en absoluto extraordinarios como este “Demonic Alliance”, el Thrash se abre paso hasta al corazón para recordar que es un estilo con el que siempre se puede contar para pasar un buen rato, para hacer headbanging, para disparar la adrenalina metálica. Por eso personalmente nunca seré destructivo con un grupo como HARM. No resulta imprescindible pero desde luego no sobra. Una ración de Thrash más rutinaria que extraordinaria sigue siendo algo sideralmente mejor que nada de Thrash en absoluto.


Dicho esto, HARM llega de Noruega y su miembro más reputado es Steffan Schulze (voz, bajo y diría que capitán general), de (nada tampoco especialmente espectacular) ANTARES PREDATOR. “Demonic Alliance” es su segundo disco un lustro después del primero y es un buen disco. Punto, nada más. Ni esencialmente malo ni glorioso pero en todo caso competente y bien hecho. Nada original, nada superlativo, nada memorable salvo en lustrosas ocasiones. Eso es todo: Thrash a piñón que se mete a veces en los terrenos del Death y el Deathrash, por donde aparecen algunos de los mejores momentos de todo el disco con un aire entre THE CROWN y los primeros (esa aberración, hoy por hoy) THE HAUNTED. El resto es una catarata de riffs y ritmos al estilo clásico, navegando entre DESTRUCTION y EXODUS, potencia a raudales, respeto a los cánones y a los clásicos y una producción rabiosa y fresca que da más espacio al bajo de lo habitual en grupos similares. Y puede que esta sea la mayor desviación de HARM con respecto al terreno firme, seguro y soberanamente trillado por el que discurre su música.

La actitud es incuestionable, la aptitud instrumental también y la capacidad compositiva es la que necesita un empujón para pasar de lo vibrante y compacto a lo verdaderamente poderoso en un nivel de exigencia fuerte. Las ganas de agradar no se le discuten a este cuarteto que regala un DVD que no es gran cosa pero es, convengamos, un detalle: unas pocas fotografías, imágenes de la grabación del disco con mucho alcohol, conversaciones poco hiladas (alcohol) y karaokes aberrantes (más y más alcohol) y un par de versiones del vídeo clip grabado para “Demon”, una con el grupo tocando y otra (la versión extendida, digamos) que incluye una breve historia de terror de herencia slasher. Y no es casual que “Demon” sea la canción elegida para representar a este disco porque es sin duda la mejor, casi un himno en el que las connotaciones Deathrash son evidentes y al que se le escapa la furia metálica por los cuatro costados.

“Demon” es, ni más ni menos, el tipo de canción que convertiría en una orgía metálica de primer nivel a este trabajo si abundara más. Pero la mayoría de sus compañeras de reparto tienen el mismo frenesí pero menos categoría. El nivel navega alto en “The Line In Between”, “Svartsynt”, la absolutamente tradicional “Demonic Alliance” o “Fuck The Fame”. Con el resto se mueve la cabeza, se sonríe con cada descarado guiño a su propia ascendencia Thrash y se disfruta desde un punto de vista acrítico. Es lo de siempre, bien tocado y expresado de forma correcta pero sin demasiada distinción.


Este es un buen disco de Thrash, correcto y potente. Nada más. No destaca, no creo que sea especialmente recordado en un futuro próximo ni creo que el paso del tiempo y la acumulación de escuchas le ayuden en exceso. Pero es un disco de Thrash Metal bien hecho con las mejores intenciones de un grupo que en directo tiene que ser sumamente divertido y que está a un salto compositivo de ofrecer frutos realmente interesantes. Mejor quedarse con eso y con que, sin ninguna duda, el mundo con Thrash Metal es un lugar muchísimo mejor.

Juanma Rubio

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