HATESKOR - Paint My Fear

La buena música es buena música siempre, aunque no sea algo novedoso o suene como tal o cual banda. Lo que realmente importa es ser honesto contigo mismo, disfrutar con lo que haces y tener buenos temas que mostrar al mundo. Creo que eso los madrileños HATESKOR lo consiguen con creces, ofreciéndonos una ópera prima titulada “Paint My Fear”, que se corona como un auténtico tributo y continuación de lo mejor de los primeros y deslumbrantes CHILDREN OF BODOM, con recuerdos a NORTHER, el primer disco de THRONE OF CHAOS, melodías a lo WINTERSUN, KALMAH o SKYFIRE. Y así nos podríamos pasar un buen rato, ya que el álbum es un compendio del Death Melódico nórdico de fines de los noventa en general y del finlandés en particular. Una obra en la que potencia y armonía se dan la mano como elemento indivisible y nos conduce a un viaje lleno de aflicción y magnificencia al mismo tiempo.

La banda fue creada por el guitarrista Alex Skorza (MURO, CRIENIUM) en el 2010 y completada con Charly al bajo, Raulicio a la batería, Filthó (CUATRO GATOS, SILVER FIST, AMSET, MANUEL SEOANE) a los teclados y McLeod (EGRAINE) a la voz. Formación que graba la obra que tenemos entre manos y que es publicada a finales del año pasado. La grabación se lleva a cabo en los estudios del propio guitarrista, Alex Skorza, se mezcla en los Tainted Studios de Finlandia de Jarkko Mattheiszen y se masteriza en los Safehouse Studios de U.S.A. de manos de James F. Murphy (DEATH, TESTAMENT). En el mismo 2011 sufren una fuerte remodelación en sus filas y Mon (EGRAINE) pasa a ocupar el puesto de bajista, Thordek Hammerfest el de batería e Ito el de teclista.

Sin duda lo mejor del álbum es el grandísimo trabajo que Skorza lleva a cabo en las guitarras, recordando a Alexi Laiho en multitud de ocasiones. Este aspecto se ve perfectamente complementado con la labor de los teclados, formando un tándem muy potente entre ambos instrumentos, que proporcionan a los temas una gran calidad y los hace tremendamente atractivos. Hay que decir que todos y cada uno de los solos que acompañan a los temas de este álbum me parecen espectaculares, de total y absoluto primer nivel. La voz de McLeod es bastante más ruda que la de la mayoría de grupos que hemos mencionado al principio, por lo que otorga un espíritu más visceral y contundente a los temas, con ese aire que lo emparenta con las corrientes vikingas y paganas tan en boga en la actualidad.


Los nueve temas que componen el disco mantienen un nivel bastante alto que homogeniza su escucha y generan un interés continuo que lo hacen disfrutable de principio a fin. Inevitablemente, hay temas que destacan por encima de otros. Es el caso de “Far Beyond The Stars”, que abre el disco y se erige en un temazo en toda regla, ¡vaya melodías! Si metes en una coctelera a los CHILDREN OF BODOM del “Follow The Reaper” y a WINTERSUN, la probabilidad de que salga una canción como esta es bastante elevada. El trabajo de la guitarra es sobresaliente; la voz desgarrada, plena de poder y  sobrevolando distintos registros; el teclado presente en todo momento y dándole una réplica genial a la guitarra, especialmente en el espectacular solo que no tiene nada que envidiar a lo mejor del género. Inmejorable apertura y muestra de credenciales.

“Mirror’s Eye” es otro temazo que me gustaría destacar. Muy CHILDREN OF BODOM, con unas melodías de infarto que provienen de una guitarra inspiradísima desde el mismo comienzo, con ese gran riff; un teclado en estado de gracia y un vocalista que otorga un brillo especial, con unas líneas vocales de alto nivel. “My Golden Void” es un tema con una estructura más abierta, que comienza de forma lenta para explotar y regalarnos un corte con una parte central con solo de corte neoclásico incluido y donde guitarra y teclado se explayan a placer. Por momentos parece que tenemos al propio Janne Warman a las teclas.

Otro grandioso tema es “The Curse”, muy dinámico y de fuerte impronta finlandesa, con un estribillo muy melódico que se pega con facilidad. “Tears Of Fire” es un tema que sobrepasa los seis minutos, dando lugar a varias partes bien diferenciadas en las que conviven las grandes melodías que les caracterizan, el Death Melódico e incluso algún guiño al Black Metal.


Entre los aspectos negativos del disco, que también los tiene, yo haría especial hincapié en la mezcla final, que no está siempre todo lo equilibrada que debería, restando claridad en algunas partes y no haciéndole justicia a la labor de todos los miembros del grupo. Pero al margen de este detalle, que de seguro mejorarán en futuras entregas y que no es parte de lo estrictamente musical, HATESKOR han sacado a la luz un magnífico disco de debut que debe permitirles darse a conocer al mayor número de gente posible y colocarlos en los escenarios de cualquier lugar, pues calidad para hablarles de tú a tú a cualquiera tienen más que de sobra y la mejor prueba de ellos es este “Paint My Fear”.

 

Pedro Jesús Cuadrado Redondo

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