“Band Of Brothers” es el tercer álbum de los norteamericanos HELLYEAH, una formación gestada a raíz de la escisión de otras reconocidas bandas y en la que principalmente destacan la figura del batería Vinnie Paul (ex PANTERA) y del vocalista Chad Gray (ex MUDVAYNE).
La verdad es que me resulta llamativo y curioso comprobar cómo cada vez que surge un rumor acerca de una posible reunión de los extinguidos PANTERA, Vinnie Paul es el primero en acallar dicho rumor rotundamente. Respeto su opinión y no le juzgo; faltaría más, que demasiado tiene el hombre con tener que llevar una losa encima de por vida con el recuerdo de su fallecido hermano Dimebag. Pero la curiosidad viene dada por el hecho de que HELLYEAH no podrían sonar más descaradamente a PANTERA. Esto no quiere decir que el quinteto componga igual que las huestes de Phil Anselmo (ya les gustaría), pero la producción; gruesa y nítida, y el sonido groovie y envolvente, sumados a la potente base rítmica, con esa clásica pegada de Vinnie Paul que tanta escuela creó en su día, recuerdan terriblemente a PANTERA, quizás demasiado.
Reconozco que nunca me han tirado mucho los grupos excesivamente fieles al sonido de PANTERA, si bien sí me llaman más la atención los que dentro de esa escena coquetean más con los sonidos sureños, el Rock Clásico, el Country Metal y el Heavy oscuro y pesado deudor de BLACK SABBATH, y todo ello manteniendo el espíritu cafre y alocado de la vertiente “panteril”.
Que conste que todo esto lo firma alguien que se considera fan acérrimo de la primera etapa de PANTERA con Phil Anselmo como vocalista, teniendo en un pedestal a la trilogía “Power Metal”, “Cowboys From Hell” y “Vulgar Display Of Power”. Precisamente por eso, y por la genialidad que siempre arropó el universo musical de PANTERA, considero que todos los que pretenden seguir su estela sin apenas cambios salen y saldrán siempre perdiendo en la comparación.
Chad Gray es un vocalista tremendamente bueno, demostró su versatilidad y agresividad en MUDVAYNE y a su vez lo demuestra en HELLYEAH, pero el amigo no es Phil Anselmo y su fórmula se agota antes de que acabe del disco, resultando redundante. A Vinnie Paul poco se le puede achacar, la verdad. La mecánica que utiliza a la hora de encender la maquinaria de HELLYEAH es más sencilla y acotada que la que solía utilizar para PANTERA. Sigue sonando a Vinnie, pero en su versión minimalista, con lo que se termina añorando un poco de mala leche y desenfreno en este aspecto.
Realmente, el principal problema que le veo a este disco y en general al grupo son las guitarras, elaboradas a base de riffs entrecortados, con mucha voluminosidad, con textura, potencia y dinamismo, pero con poco feeling; factor que se nota especialmente en el tramo final del compacto, donde queda una agria sensación de haber escuchado el mismo rasgado de cuerda con la púa durante los 40 minutos que dura el lanzamiento.
A priori, este disco tiene todo a su favor para calar bien entre los aficionados a PANTERA y sus derivados; esto es, una producción calcada a la que hallamos en trabajos como “Vulgar Display Of Power” o “Far Beyond Driven” y la típica contundencia del riff quebrantahuesos de siempre, pero hay algo que no me permite puntuar mejor este “Band Of Brothers”. A decir verdad, y hablando claro, a este trabajo le falta versatilidad, un diseño más variado de las canciones, donde haya velocidad aplastante en unas y lentitud machacona en otras, unos solos de guitarra con más personalidad y un esquema vocal más amplio y superlativo, más preciso en cada una de las estrofas, sin que por ello se pierda voracidad y caña.
No es mal disco este “Band Of Brothers”, pero tampoco bueno si vemos a dónde quieren ir a parar los norteamericanos, y es que la sombra de los maestros es aplastantemente alargada y no todo el mundo tiene una varita para hacer virguerías como en su día hicieron PANTERA. Estoy convencido de que HELLYEAH pueden dar mucho más de sí, pero también creo que para ello deberían utilizar más herramientas que las usadas hasta ahora y desmarcarse un poco de ese sonido tan sospechosamente calcado.
Jorge Osoro
