Crónica del concierto de IRON SAVIOR y AIRBORN en Madrid (8 de diciembre de 2022, sala Rockville)
Los alemanes IRON SAVIOR, desde su vuelta a la actividad total en 2011 con el lanzamiento de “The Landing”, han ido encadenando lanzamientos hasta un total de cinco discos, además de incrementar notoriamente su actividad en directo, que había sido realmente escasa en los años anteriores.
Tras su paso por Madrid en 2019 -os recordamos también su visita a Barcelona aquel año-, donde las sensaciones fueron buenas aunque mermadas por las condiciones de la sala en la que se celebró el concierto, IRON SAVIOR se ha resarcido ampliamente con esta nueva visita para presentar “Skycrest”. Antes de hablar de ello, pasemos a analizar brevemente el concierto de los italianos AIRBORN, que completaban el doble pack de ciencia ficción y fantasía espacial a ritmo de Power Metal.
AIRBORN, falto de fuerza
Desde Turín, AIRBORN llegaba en el más absoluto desconocimiento por mi parte, o mejor dicho, había olvidado su existencia, ya que repasando su discografía sí que llegué a descubrir su segundo álbum “D-Generation”, gracias a su inolvidable portada. Producidos en su día por Piet Sielck (como tantos otros grupos del estilo, véase por ejemplo HEAVENLY o PARAGON) y con seis discos a sus espaldas desde 2001. Se trataba pues de una banda de solera y muy veterana, pero las sensaciones que me dejó su actuación, o la parte que pude disfrutar, fueron un tanto escasas.
Quizá sea porque sus apariciones en directo hayan sido pocas respecto a los años que llevan en activo. Tienen incluso un álbum y vídeo en directo titulado “Live Animals: 25 Years of Wild Metal” (eso sí, con toda la pinta de ser una grabación pandémica sin público) pero desde luego a los italianos se les veía un poco verdes sobre el escenario y en ningún caso AIRBORN aparentó llevar 20 años como banda en activo. “The Hero”, que ha iniciado alguno de sus otros conciertos desde hace muchos de años, así como otros habituales de sus apariciones en vivo como “Reign Of The Human Race” o “Terrifying Manhunt”, fueron algunas de las canciones interpretadas.
Su concierto se completó con una coreada “Metal Haters”, “Projectile” y “Fly High”, más un bis de JUDAS PRIEST, “Metal Gods”. Dada la originalidad de su propuesta podía parecer que esta elección tenía más que ver con telonear a un fanático de PRIEST como es Piet Sielck que hacerla por propia iniciativa. Lo cierto es que AIRBORN había interpretado esta canción otras veces en directo, por lo que poco se les puede objetar en ese sentido.
Esperemos que,en estas fechas compartidas con los germanos, a AIRBORN le de tiempo de mejorar la interpretación sobre las tablas y puedan dotar del poder necesario a sus composiciones. En Madrid quedaron como grumetes en la tripulación de gira.
El Metal alemán de IRON SAVIOR viaja por el cosmos
Inicio de la transmisión.
Apareció IRON SAVIOR con la misma calma que tendría un ensayo en su local. Su nave sigue surcando el universo del Heavy Metal, empeñada en insistir con la misma fórmula, y siempre victoriosa a pesar de las repeticiones constantes de patrones. En este artefacto a la velocidad de la luz se mantiene una tripulación de cuatro integrantes, capitaneada por Piet Sielck, acompañado permanentemente de dos lugartenientes también históricos y de alto rango en la formación como son Jan-Sören Eckert al bajo y Joachim Küstner a la guitarra, ambos con más de 20 años a sus espaldas dentro del grupo. A los parches un rango menor, Patrick Klose, que lleva desde 2017 aporreando el motor hiperespacial de doble pedal.
Este concierto además tenía un punto especial de cariño, tras la recuperación de Jan: poco después de su anterior actuación en Madrid, al bajista se le diagnosticó un cáncer. La enorme preocupación finalmente acabó disipada cuando se recuperó por completo y volvió a la plena actividad con su bajo, y afortunadamente le hemos podido ver de nuevo darlo todo. Poder darle de nuevo la bienvenida fue un alivio, y una alegría inmensa: es un buen tipo, no hay más que verle cómo sonríe, y nos ha ofrecido gloriosos años de Power Metal, y esperemos que vengan muchos más.
Para ver a la banda se habían congregado unas 100 personas en la sala Rockville, que dotó de un sonido espectacular a IRON SAVIOR, nítido y poderoso. Como viene siendo desde hace años, los alemanes se olvidan casi por completo de su pasado y se ciñen en tocar canciones de sus trabajos de 2011 en adelante, una pena, pero de momento es lo que hay. La descarga empezó con “The Way Of The Blade”, “Kill Or Get Killed” y “Roaring Thunder”, con total complicidad entre los músicos. También se dió desde el minuto uno esa complicidad con el público, entregado, que en varios momentos del concierto coreó el nombre de la banda, así como los clásicos cánticos de victoria deportiva.
Dando cancha a su más reciente trabajo llegaron “Souleater” y “Skycrest” que, a pesar de los comentarios jocosos de Piet sobre tocar canciones nuevas en directo y el disgusto habitual de los asistentes, quedaron de miedo. Además, el buen humor del que gozan los alemanes se plasmaba entre canción y canción, con menciones a que Sielck se ponía triste y lloraba si se le mojaba el audífono monitor, el brillo de su calva o que todas las canciones eran su favorita cada vez que las presentaba, algo que contado pierde la gracia, pero en el contexto festivo del concierto tenían todo el sentido del mundo.
Se llegaba al ecuador con “Revenge Of The Bride”. De ahí hasta el final, otras siete canciones, con una “Starlight” apabullante, “Stand Up And Fight” y una inevitable “Heavy Metal Never Dies”, que viene a ser su mayor clásico moderno, y probablemente también el mayor de su carrera. Ahí IRON SAVIOR jugó con el público todo lo que quiso, animando a gritar en esos coros tan sencillos como efectivos.
“Never Stop Believing”, “Last Hero” (que fue la más emotiva de la noche), su particular western “Gunsmoke” y, por fin, “Atlantis Falling”, único recuerdo previo al 2011, y mira que hay discos tremendos en esos años, por no decir todos. De nuevo, su fanatismo por JUDAS PRIEST les llevó a añadir “Breaking The Law”, perfectamente precindible, por otro lado. Un total de 13 canciones y una versión que deberían ahorrarse para hacer algún tema más de su gigantesco catálogo.
Su material de los últimos años es magnífico, y los germanos no necesitan mirar al pasado para hacer un concierto, pero algo más equilibrado entre su material reciente y lo que se grabó entre 1997 y 2007 estaría mejor. Es más, tendría todo el sentido del mundo dado que en los últimos años han lanzado dos recopilatorios con regrabaciones de temas de toda su carrera.
Hará falta quizá plantear una gira especial centrada en material antiguo. Sea como fuere, un grandioso concierto. Después de lo vivido en Vitoria con CRYSTAL EYES hace unos meses y esta aparición de IRON SAVIOR, creo que los nombres que escapan el radar de los grandes como BLIND GUARDIAN o GAMMA RAY están en un estado de gracia especial.
Larga vida al Power Metal y a su nave IRON SAVIOR, que pronto podamos ver su estela surcar nuestro espacio aéreo y aterrizar en nuestros escenarios.
Fin de la transmisión.
Promotora: Kivents
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