JASTA - Jasta

Los proyectos en solitario son un arma de doble filo, en especial si eres cantante. Cuando algún otro componente de un grupo se lanza a este tipo de aventuras hay menos riesgo porque, o bien es instrumental (por lo que las semejanzas con su banda principal se diluyen) o bien el vocalista que le acompaña ofrece registros distintos y entonces tenemos que hablar en términos de calidad musical que son los que, en el fondo, importan. Sin embargo, la voz es un elemento tan distintivo que caer en la comparación es inevitable. Como las composiciones que hayas escrito se parezcan a tu banda, la crítica te dirá que para ese viaje no eran necesarias otras alforjas, es decir, que para hacer eso, mejor sacas otro álbum normal con tus habituales compañeros y todos contentos. Si a esto le añades que eres un culo de mal asiento y siempre andas embarcado en distintas cosas, puede que esta situación se agrave.

Jamey Jasta es un de los tipos más hiperactivos de los últimos años. Junto a sus habituales ediciones con HATEBREED, le hemos visto involucrado en KINGDOM OF SORROW (junto a Kirk Windstein de CROWBAR) o ICEPICK, además de labores periodísticas y, por supuesto, su activismo en asociaciones como PETA. De repente, pone en el mercado un disco en solitario homónimo. La base del trío que ha grabado “Jasta” la componen los hermanos Bellmore, Charlie y Nick, compañeros de Jamey en KINGDOM OF SORROW pero, ¡cuidado!, musicalmente nada tiene que ver con el Sludge lo que aquí nos encontramos. Sin embargo, uno, cuando empieza a escuchar la primera canción, tiene la sospecha de estar ante una versión alternativa de HATEBREED.


Efectivamente, el comienzo con la poderosa “Walk That Path Alone” nos lleva a deducir esto con un punto positivo. Tanto este tema como algún otro del disco (el puente de “Scream From Sanctuary” o “Heart Of Warrior”) nos devuelven a los sonidos de HATEBREED que a mí me gustaban, a los de “Satisfaction Is The Death Of Desire”, como un amigo hace años me comentó: el “Wolverine Blues” de ENTOMBED en modo Hardcore. No obstante, casi se puede considerar un espejismo porque si algo tiene este “Jasta” es variedad. No es lo que cabría esperar y esto, sinceramente, es bueno porque le dota de dinamismo. “Mourn The Illusion” pone en juego unos registros de Jamey mucho menos agresivos, incluso melódicos en el estribillo, hecho que se repite durante la más de media hora que dura este trabajo. En el debe, no debo negar que, personalmente, no acaban de convencerme estas voces limpias, demasiado parecidas a bastantes grupos “de moda” dentro del panorama Metalero estadounidense.

La diversidad de la que antes hablábamos peca un poco de falta de originalidad en determinados cortes como, por ejemplo, “Nothing To Say”. Cualquier seguidor de FIVE FINGER DEATH PUNCH reconocerá la influencia de esta banda en la canción, como también se puede oír en la más oscura “Set You Adrift”. “Anthem Of The Freedom Fighter” cierra la primera mitad del disco dentro de unos parámetros cien por cien Hardcore, típico tema que en directo provocaría walls of death, pogos o lo que se terciara, nulo en innovación pero eficaz en su propósito. No sería justo afirmar que la segunda parte de “Jasta” implica un cambio radical porque sería faltar a la verdad pero la presencia de múltiples invitados le dota de una personalidad distinta.

Y es que la nómina de colaboradores es extensa y conocida. Los LAMB OF GOD Mark Morton y Randy Blythe aparecen cada uno en los cortes más salvajes del álbum, la final “Death Bestowed” con un solo muy SLAYER y “Enslaved, Dead Or Depraved”, respectivamente. El duelo entre Jamey y Randy aporta una notable dosis de brutalidad a las voces. Phil Labonte de ALL THAT REMAINS hace acto de presencia en “Something You Should Know”, probablemente las más ligera y aburrida del disco, mientras que “With A Resounding Voice” ofrece los característicos tonos del cantante de AS I LAY DYING, Tim Lambesis. Es curioso cómo en ella hay unas melodías (eso sí, puntuales) al final del estribillo que son herederas del más puro Death Metal sueco de Estocolmo. Únicamente duran un par de segundos pero me ha chocado y, encima, quedan perfectas.


Por último, señalar la aportación del ínclito Zakk Wylde en “The Fearless Must Endure”, una de mis preferidas, el tema más rockero de “Jasta” y en donde Jamey encara una canción que bien podría estar en alguno de los trabajos de BLACK LABEL SOCIETY, entretenida y con un solo a la altura de las circunstancias. Quien busque una continuación a HATEBREED que se vaya olvidando del disco. Encontrará pasajes pero no tanta uniformidad. Jamey Jasta ha facturado un álbum que se deja escuchar con facilidad. No tiene composiciones que sobresalgan pero la tónica general es buena y hará disfrutar a sus seguidores que oigan otras cosas y no solo Hardcore. A pesar de ser un divertimento no le ha salido el tiro por la culata.

 

Marco-Antonio Romero

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